Libertad Digital
El pasado mes de mayo pasará a la historia como uno de los meses más tensos de la historia económica de España de los últimos siglos. No obstante, la quiebra de un Estado se concibe como algo extraño y excepcional, aunque la experiencia demuestra que este tipo de fenómenos son más frecuentes de lo que muchos piensan. Sin ir más lejos, España ostenta el récord absoluto de suspensiones de pago de la historia. El Estado ibérico ha quebrado en 13 ocasiones. Siete durante el siglo XIX y otras seis durante los tres siglos precedentes.
La cuestión es que el pasado mayo España estuvo a punto de sumar un nuevo punto en el ránking de quiebras soberanas. Tal y como avanzó LD, España estaba en "quiebra" técnica el "pasado 7 de mayo". Precisamente, Bruselas y el Fondo Monetario Internacional (FMI) aprobaron ese fin de semana un plan extraordinario para rescatar países con una dotación próxima a los 750.000 millones de euros. Asimismo, el Banco Central Europeo (BCE), violando su propia normativa, anunció que compraría de forma directa bonos soberanos en el mercado secundario.
Las autoridades europeas y, sobre todo, españolas insistieron entonces que el mega rescate fue concebido para salvar al euro ante el riesgo inminente de quiebra que sufría Grecia. La realidad, sin embargo, es que la economía helena fue empleada por el Gobierno como una mera pantalla para ocultar una quiebra mucho mayor, de efectos dramáticos a nivel mundial: la de España.
A muchos, incluida la propia Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), les sorprendió inicialmente esta noticia. Sin embargo, tal afirmación, avalada sobre datos (aquí y aquí), fue confirmada posteriormente, aunque no de forma explícita, por el propio presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, y el BCE.
Durante esos días aciagos, Zapatero recibió varias llamadas del máximo rango político. Entre ellas, la del presidente de EEUU, Barack Obama, y la del primer ministro chino, Wen Jiabao, para transmitirle su preocupación sobre la economía española y animarle (más bien exigirle) la adopción de medidas drásticas destinadas a recortar el gasto público.
Una de esas conversaciones, la mantenida entre Zapatero y Obama, ha sido desvelada parcialmente por la periodista Pilar Cernuda en Onda Cero, en base a las conversaciones mantenidas con diversos miembros del PSOE, cercanos a Zapatero. Así, según cuenta la periodista, el presidente admitió a algunos de sus colaboradores la gravedad de la llamada de Obama el pasado mayo.
El presidente de EEUU transmitió su honda preocupación por la situación económica española. Zapatero, sin embargo, trató en vano de tranquilizar a Obama afirmando que España estaba ya en la senda de la recuperación, que las cuentas públicas no eran tan malas y que el sistema financiero español era sólido.
Nada de esto convenció a Obama. Fue entonces cuando afirmó lo siguiente: "Tengo muy buena información sobre España", para sentenciar a continuación que "España está en quiebra". Palabras del propio Zapatero a sus allegados, según la periodista.
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¡VOTE ZAPATERO! ¡VOTE SOCIALISMO!
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