viernes, 3 de febrero de 2012

HACER EL RIDÍCULO








 


¡QUÉ RIDÍCULO!

No sé qué me molesta más, si el servilismo disfrazado de buenismo con las dictaduras más corruptas, que es lo que le gusta hacer a la izquierda, o la ingenua patochada disfrazada de altanera firmeza, que es lo que a veces hace la derecha

Un inglés ha dicho en Madrid que no volverán a negociar sobre la soberanía de Gibraltar a menos que se haga con el beneplácito del Gobierno gibraltareño. A la insolencia británica, García-Margallo ha contestado con contundencia que entonces nosotros exigiremos que a la mesa se siente también la Junta de Andalucía. 

¿Esto qué es? Es verdad que Moratinos, a quien Dios confunda, admitió el Foro a 3 y consintió una negociación simultánea con el Gobierno de Su Majestad y el del Peñón y que eso fue una estupidez. Pero no es excusa para ahora esgrimir un arma diplomática, el Foro a 4, o sea, España, Gran Bretaña, Gibraltar y Andalucía, más inofensiva que un auto de Garzón. Yo, si fuera Cameron, diría inmediatamente que sí, que Londres paga las copas y a negociar. Y entonces tendríamos que enviar a Chaves como ministro plenipotenciario para que, con su facundia, les explicara a los guiris y a Fabian Picardo que Gibraltar, español. Menudo papelón vamos a hacer como los ingleses nos hagan la marranada de aceptar nuestra propuesta.
A mí me parece muy bien que el Gobierno español adopte una posición de firmeza en el tema de Gibraltar, pero eso sólo hay una forma de hacerlo, que es cerrando la verja. Que la cierren y verán qué pronto sienten en Londres la necesidad irrefrenable de sentarse a negociar con quien esté en condiciones de reabrirla. Pero, claro, a ver quién es el guapo que hace eso a semanas de unas elecciones andaluzas con un Campo de Gibraltar que debe parte de sus ingresos a la existencia de la colonia. 
Seamos serios. Si podemos arrostrar las consecuencias del cierre de la frontera, cerrémosla y negociemos desde una posición de fuerza, aunque creo que ni así seríamos capaces de conseguir que los británicos nos devolvieran el Peñón. Y si no tenemos arrestos para soportar las consecuencias de ese cierre, más vale que nos callemos y dejemos por el momento las cosas como están. 
 
Y todo esto sucede el día en que, en plena borrachera de celebración porque un tribunal norteamericano ha fallado que Odyssey nos devuelva el tesoro rescatado del Nuestra Señora de las Mercedes, Soraya Sáenz de Santamaría ha dicho que el Gobierno trabaja para “volver a colocar a España donde corresponde, donde estaba en momentos en que llenaba esos buques con esa cantidad de oro y plata”. Y eso lo vamos a hacer amenazando con recurrir a la Junta de Andalucía en el asunto de Gibraltar. Yo me conformaría con que dejáramos de hacer el ridículo, pero hasta eso creo que es pedir demasiado. (Emilio Campmany/ld).

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HACER EL RIDÍCULO.

Aunque el Ministro de Exteriores Garcia-Margallo no es Moratinos, gracias a Dios, no ha tenido arrestos suficientes para cerrar la verja de Gibraltar ante las bravuconadas y la chulería británica. Contrarias a las declaraciones de la ONU, by the way.

Pero el problema no es solamente de Garcia Margallo, sino Rajoy. El gobierno de Rajoy no tiene agallas suficientes para mantener una posición de fuerza en el caso de Gibraltar, aunque tiene la razón de su parte. Como he dicho antes con el ejemplo de Moratinos, de un gobierno socialista podemos esperar mucho menos. Ya vimos como Moratinos de arrodillaba ante ingleses y gibraltareños. O sea, talante socialista.

Pero incluso un gobierno del PP, con mayoría absoluta nos se atreve. ¿Miedo a que UK nos bombardee? Nada de eso.

España tiene la enorme desgracia de que cobija en su seno a muchos millones de gilipollas. Más de izquierdas que de derechas (para simplificar) pero es una gilipollez transversal.

O sea, si un gobierno español adoptara una posición de firmeza (con la razón de su parte) recibiría críticas de todas partes. Para empezar la prensa. Si, pero no. Tenemos razón pero no hay que ponerse así porque parece que volvemos al franquismo. Más o menos.

Por no hablar de la izquierda. Identificación inmediata del gobierno popular con los fachas. Ya lo hacen por cualquier cosa. Con lo de Gibraltar (el Peñón) se lo pondrían a huevo.
La guinda la pondrían los separatistas antiespañoles. Centralismo franquista, facherío, la legión, ultranacionalismo españolista y cualquier otra idiotez a la que nos tienen acostumbrados nuestros queridos cretinos periféricos.

En fin, merecemos que nos den.

Reconozco que es mala uva pero lo diré. Estamos en la cola de Europa en calidad educativa, y somos el primer país de Europa en consumo de cocaína.
¡Y tan panchos!

¡Y luego hay gente que se extraña de que se votara (por dos legislaturas) al Presidente sonriente!

Sebastián Urbina.
PD.
Lo diré. Este mierdoso país está avergonzado de mostrar la bandera española. La suya, la propia. ¡Qué podemos esperar!
Millones de españoles se han creído la propaganda socialista ('la nación española es un concepto discutido y discutible', Zapatero y silencio socialista), y los insultos de la bazofia separatista. Queda el Partido Popular. Pero los populares están acojonados, o sea, acomplejados. No sea cosa que digan que....

Por favor, un desodorante.

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