(Si ellos nos maldicen, nosotros los metemos en el cubo de la basura.)
BASURA POLÍTICAMENTE CORRECTA.
La defensa de la familia
tradicional por Dolce y Gabbana, que precisamente son pareja, no tardó en
desatar una furibunda reacción en internet, encabezada por
el cantante Elton John. «Os maldigo por poner vuestros pequeños y prejuiciosos dedos sobre la
fecundación in vitro, un milagro que ha permitido a legiones de enamorados,
heterosexuales y gais, conseguir su
sueño de tener niños», aseguraba en Instagram el cantante británico, que
hacía además un llamamiento a dejar de comprar las prendas de Dolce&Gabbana
por su «pensamiento arcaico».
Otras
celebridades, como Ricky Martin, Madonna o Courtney Love enseguida se
adhirieron al boicot. En España, hasta el presidente de Extremadura, José
Antonio Monago, se ha sumado a la corriente para calificar de «paleolíticas»
las ideas de los diseñadores sicilianos.
Para el sociólogo y experto en Opinión Pública
de la Universidad de Navarra Alejandro Navas, la conquista de la libertad de expresión «está amenazada» por la
imposición de lo «políticamente
correcto». «Se
ha creado una nueva ortodoxia ante la que nadie se atreve a discrepar», señala
Navas. Sucede con la cuestión de la homosexualidad, que se ha convertido
en «un tabú» que «parece intocable», pero también con el patriotismo, que «en
España está mal visto», asegura., frente a lo que sucede, por ejemplo en
los países del continente americano, donde «se viven los símbolos de la patria
y están orgullosos de su historia».
«Aquí, usar la palabra España ha
pasado a ser una provocación», señala.
Navas se refiere al fenómeno
social de «la presión hacia la conformidad». «La mayor
parte de la gente quiere ser uno más del grupo», indica. Según Baltasar
Gracían, «antes loco con todos que cuerdo a solas», recuerda. Trasladado a
términos de opinión pública eso deriva en los que se conoce como
«espiral del silencio», explica Navas.
«Ante unos patrones culturales, de los
que se habla en los medios, la gente que discrepa, aunque sea mayoría, tiende a
callarse. Hay unos pocos que gritan mucho y copan los medios de expresión, la
red social, pero es es engañoso y sesgado». Por eso considera hoy día «muy
necesaria» la tarea del intelectual, que consiste en «decir que el rey
está desnudo y llamar a las cosas por su nombre».
(ABC)
1 comentario:
Lo que me da mucha pena es que se traigan niños a este mundo o se utilice a los bebés de una forma tan a la ligera
solo para complacerse a uno mismo sin pensar las consecuencias
Hay que ser consciente y consecuente con lo que cada uno es y aceptar la situación de uno mismo
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