domingo, 22 de marzo de 2015

BASURA POLÍTICAMENTE CORRECTA



 (Si ellos nos maldicen, nosotros los metemos en el cubo de la basura.)









BASURA POLÍTICAMENTE CORRECTA.


La defensa de la familia tradicional por Dolce y Gabbana, que precisamente son pareja, no tardó en desatar una furibunda reacción en internet, encabezada por el cantante Elton John. «Os maldigo por poner vuestros pequeños y prejuiciosos dedos sobre la fecundación in vitro, un milagro que ha permitido a legiones de enamorados, heterosexuales y gais, conseguir su sueño de tener niños», aseguraba en Instagram el cantante británico, que hacía además un llamamiento a dejar de comprar las prendas de Dolce&Gabbana por su «pensamiento arcaico».  

Otras celebridades, como Ricky Martin, Madonna o Courtney Love enseguida se adhirieron al boicot. En España, hasta el presidente de Extremadura, José Antonio Monago, se ha sumado a la corriente para calificar de «paleolíticas» las ideas de los diseñadores sicilianos.

 Para el sociólogo y experto en Opinión Pública de la Universidad de Navarra Alejandro Navas, la conquista de la libertad de expresión «está amenazada» por la imposición de lo «políticamente correcto». «Se ha creado una nueva ortodoxia ante la que nadie se atreve a discrepar», señala Navas. Sucede con la cuestión de la homosexualidad, que se ha convertido en «un tabú» que «parece intocable», pero también con el patriotismo, que «en España está mal visto», asegura., frente a lo que sucede, por ejemplo en los países del continente americano, donde «se viven los símbolos de la patria y están orgullosos de su historia». 

«Aquí, usar la palabra España ha pasado a ser una provocación», señala.

Navas se refiere al fenómeno social de «la presión hacia la conformidad». «La mayor parte de la gente quiere ser uno más del grupo», indica. Según Baltasar Gracían, «antes loco con todos que cuerdo a solas», recuerda. Trasladado a términos de opinión pública eso deriva en los que se conoce como «espiral del silencio», explica Navas.

 «Ante unos patrones culturales, de los que se habla en los medios, la gente que discrepa, aunque sea mayoría, tiende a callarse. Hay unos pocos que gritan mucho y copan los medios de expresión, la red social, pero es es engañoso y sesgado». Por eso considera hoy día «muy necesaria» la tarea del intelectual, que consiste en «decir que el rey está desnudo y llamar a las cosas por su nombre».
 (ABC)

1 comentario:

Anónimo dijo...

Lo que me da mucha pena es que se traigan niños a este mundo o se utilice a los bebés de una forma tan a la ligera
solo para complacerse a uno mismo sin pensar las consecuencias
Hay que ser consciente y consecuente con lo que cada uno es y aceptar la situación de uno mismo