Judios, negros y castellanohablantes
Imaginemos que, en la Alemania nazi, se organizaban premios de redacción o concursos navideños sin que los niños judíos pudieran acceder a tales premios. Que serían, exclusivamente, para los niños alemanes ‘arios’.
Imaginemos que, en la Sudáfrica del ‘apartheid’, se organizaban premios de redacción o concursos navideños sin que los niños negros pudieran acceder a tales premios. Que serían, exclusivamente, para los niños sudafricanos blancos.
No necesitamos imaginar nada en relación a España. Ha sucedido en Valencia. ‘El Ayuntamiento de La Pobla de Vallbona (Valencia) ha organizado un concurso navideño para niños de entre tres y ocho años en el que el requisito principal es que escriban su carta a los Reyes Magos en valenciano. Si lo escriben en castellano, no hay premio’. (ElMundo/29/12/2020.)
El alcalde del mencionado municipio es Josep Vicente García, de ‘Coalició Compromís’, que tiene esta ideología- según Wikipedia-;
‘Valencianismo, Republicanismo, Feminismo, Ecologismo, Ecosocialismo, Progresismo, Foralismo y Antifascismo.
¿Por qué humillan a los niños castellanohablantes? Se supone que es la consecuencia de su ideología. El alcalde dice que, ‘Forma parte de las campañas que se realizan periódicamente para fomentar el uso del valenciano’.
Dejemos aparte, por un momento, la humillación a los niños castellanohablantes y centrémonos en la ‘discriminación positiva’, que es lo que, teóricamente, ampararía esta humillación.
El Tribunal Superior de Justicia de la Comunitat Valenciana (TSJCV) ha declarado la nulidad parcial del Decreto 6/2017 de la Generalitat que regula el uso del castellano y del valenciano en la administración autonómica. Deja sin efecto un total de 11 artículos, como los que dan un uso destacado al valenciano sobre el castellano en las notificaciones, rotulación de edificios y comunicación entre los empleados públicos y con los ciudadanos. (ElEspañol/18/Julio/2018.)
Si el Tribunal Superior de Justicia de la CV deja sin efecto unos artículos que ‘dan un uso destacado al valenciano sobre el castellano en las notificaciones, rotulación de edificios y comunicación entre los empleados públicos y con los ciudadanos’, ¿podemos pensar que la humillante marginación de los niños castellanohablantes, antes citada, es coherente con esta decisión del Alto Tribunal valenciano?
El primer documento que reconoce el derecho a la educación en lengua materna fue elaborado por la Unesco en 1953. En 1999, se aprobó, en la Conferencia General de la Unesco, el Día Internacional de la Lengua Materna. Este derecho, dice la Unesco, no implica que todo el currículum escolar deba realizarse en lengua materna, pero sí una parte significativa de él.
¿Es coherente, con este derecho de los niños a ser enseñados en su lengua materna, humillarlos con no poder optar a un premio, si utilizan su lengua materna?
El siguiente caso, va en una línea parecida. La felicitación de Navidad de la Escuela Oficial de Idiomas de Mahón, utiliza el catalán, el inglés, el francés, el italiano, el alemán, pero excluye el español.
Este caso manifiesta, de otro modo, pero con igual claridad, el odio a la lengua española, expresión del odio a España. Los separatistas antiespañoles no pueden soportar que haya una lengua, la española, que unifique, y que permita que todos los españoles podamos entendernos. Dado que ellos quieren la ruptura de España, todo lo que refuerce la unidad- no la uniformidad, como falsamente dicen- es objeto de odio y desprecio.
Pero no solamente viven el odio en sus propias carnes. Lo transmiten a las jóvenes generaciones. En el caso de Mahón, hispanófobo desprecio. En el caso de Valencia, con la excusa de promocionar la lengua valenciana- supuestamente oprimida- se considera justificado humillar a los niños castellanohablantes. Esta conducta, mezquina e indecente, no se da en ningún país democrático del mundo. ¿Cómo es posible?
¿Quiénes estarían de acuerdo- o no en contra- con la mencionada humillación a estos niños castellanohablantes? Pido excusas si me equivoco. Por supuesto, los de Compromís. Además, PSOE, Podemos, ERC, Bildu (socios del gobierno socialista), PDeCat, BNG, PSC, IU, PNV… etcétera. No creo que todos estos partidos estén preocupados por el fomento del valenciano, aunque no les justificaría. Lo que quieren es el fomento del odio a España. Y para este objetivo, cualquier mezquindad vale. Bastantes de ellos están en el Parlamento. Esto ya da una idea de los gravísimos e imperdonables errores cometidos por PP/PSOE (cada uno con su cuota de responsabilidad) durante décadas. ¡Décadas!
¿Qué errores? Creer que las continuas cesiones a los enemigos de España (entonces llamados ‘nacionalistas periféricos) los calmaría y terminarían colaborando lealmente en la tarea de construcción de la España constitucional. ¿Lealmente? Es tragicómico. Ya era de ingenuos de primaria creer en su buena voluntad en los primeros años. Pero después, hay que ser tonto o sinvergüenza para creer en su lealtad constitucional. Posteriormente, se iría confirmando su enfermiza deslealtad e hispanofobia.
Manifestadas en incontables ocasiones, pero, especialmente, por un golpe de Estado, cuyos protagonistas- separatistas catalanistas- parece que serán indultados, en breve, por el gobierno social comunista. A pesar de que los golpistas han repetido que ‘lo volverán a hacer’. Pero Sánchez/Iglesias son generosos con los delincuentes enemigos de España. ¿Puede, este gobierno social comunista, caer más bajo? No lo dude.
Creo que el PP ha sido, con honrosas excepciones, un partido cobarde y acomplejado, con voluntad política de gestoría administrativa. La culminación fue la declaración de Rajoy en 2008: ‘Los liberales y conservadores pueden irse al partido liberal y conservador’. O sea, nada de ideas políticas y memeces culturales. Lo que importa es la prima de riesgo y el precio de la leche.
El PSOE, con honrosas excepciones, ha demostrado que España le importa un rábano. El poder a cualquier precio. Sin escrúpulos. Los ejemplos más pestilentes son Zapatero y Sánchez. Capaces de ir del brazo con ETA, Bildu, ERC, con los comunistas de Podemos, y lo que haga falta. Son las ‘ventajas’ de no tener vergüenza.
Para que esta tropa se mantenga en el poder hay que mentir y manipular mucho. Para eso están los comisarios políticos subvencionados (antes llamados periodistas), que dicen y escriben lo que guste al amo. Y un sistema educativo progresista, antifascista y feminista, capaz de humillar a los niños castellanohablantes.
‘Somos la izquierda’.
(MallorcaDiario/13/1/2021.)
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