viernes, 20 de octubre de 2006

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Leo (LibertadDigital/19/10/2006) las declaraciones de diversos políticos acerca de Enrique Múgica, Defensor del Pueblo, y el recurso que ha interpuesto contra el Estatuto de Cataluña.




El portavoz de ERC:


Acusó a Múgica de 'hooligan anticatalán', 'títere de la extrema derecha', 'ariete mediático' de quienes pretenden lanzar una nueva 'cruzada' en España. Agregó que Múgica está 'instalado en el rencor'' y 'deriva en títere de la extrema derecha' por lo que no puede ocupar con 'dignidad' esta institución. 'Siembra el odio y la discordia desde su cargo'. 'Es defensor del PP pero no sabemos a qué pueblo defiende'.

Tardá se preguntó qué se busca con esa actitud 'irresponsable', si se pretende la 'limpieza étnica' o una 'depuración lingüística' y advirtió de que esta 'actuación irresponsable' tiene sus riesgos: 'Múgica juega con fuego y alimenta a los aprendices de Milosevic'.


El portavoz de CIU,


Jordi Xuclá dijo que el 'Defensor de Pueblo no tiene derecho a ejercer de político frustrado, no puede ser un actor institucional frontalmente beligerante con otras instituciones del Estado'.



El portavoz de IU-ICV,


Joan Herrera (el de los condones con el lema, 'Fóllate a la derecha') dijo que el recurso se interpuso 'con claro partidismo', 'negligencia' y 'desviación de poder'' y es 'vocero de los peores argumentos del PP'.


El senador del PSC,


Josep María Batlle apoyó las peticiones de ERC, CIU e IU-ICV, considera que el recurso es 'un gran error, una vergüenza y una ofensa a los ciudadanos de Cataluña'.





Título de la noticia: Más basura nacionalista.




La estrategia nacionalista es de sobras conocida, pero hay gente que no se quiere enterar. 'Victimismo, chantaje y exigencias continuas e insaciables'. Los nacionalistas se han venido aprovechando (especialmente desde el abandono de Felipe González) de la deriva nacionalista del antes Partido Socialista Obrero Español. Ahora, los actuales dirigentes social-nacionalistas prefieren dejarse chantajear por los nacionalistas periféricos y por los ilegales batasunos antes que poner límites, de forma responsable, a las exigencias irresponsables e insaciables de los 'finos' analistas políticos antes citados. Claro es, tales límites a la voracidad irresponsable de los nacionalistas, deberían ponerlos de acuerdo con el otro gran partido, el PP.


El objetivo de la 'nueva hornada social-nacionalista' es mantenerse en el poder a cualquier precio, aunque sea desmembrando España y rompiendo o debilitando la solidaridad interterritorial. Y para muestra, el Estatuto de Cataluña, que ha sido objeto de recurso por parte del Defensor del Pueblo, con su equipo de expertos juristas y el apoyo de tres catedráticos, dos de Constitucional y uno de Administrativo.


El chantaje, como he dicho, forma parte de la estrategia nacionalista. Si me das lo que exijo, pongo buena cara, hoy. Mañana ya veremos. Los acuerdos duran lo que me conviene.
Siempre puedo decir que 'se está ofendiendo a Cataluña o al País Vasco'. Estas mágicas (y falsas) palabras han producido, al menos hasta ahora, balsámicos efectos. El último ejemplo han sido los Presupuestos. Bloqueamos los Presupuestos para exigir más ventajas para nosotros. Y claro, con el talante dialogante del Presidente Rodriguez se consigue lo que se pide. Si se es nacionalista. Los del PP ya se sabe, son fachas.



Lo malo de esta estrategia 'entreguista' es que el reparto de la tarta no admite milagros.
Si damos un trozo más grande a Cataluña, los otros reciben menos. Pensemos que si damos más dinero a los que tienen el PIB mayor, los más ricos recibirán más y los más pobres recibirán menos. O sea, lo típico de un mentalidad socialista, progresista y solidaria.



Creo que los nacionalistas periféricos suelen acusar a los demás de sus propios defectos. Por ejemplo, 'limpieza étnica', por ejemplo, 'discriminación lingüística', por ejemplo, 'instalados en el rencor', por ejemplo, 'siembran el odio y la discordia'. Y encima, los pseudosocialistas van cogidos del brazo con ellos.


En conclusión, lo que exigimos (los nacionalistas) es sagrado, y ningún español casposo nos los puede negar. Si lo haceis ¡hay de vosotros! Nos envolveremos en nuestra sagrada bandera (no como la vuestra) y nos sentiremos muy ofendidos, y os acusaremos de fascismo. Y como sois idiotas y cobardes, tragareis. Y si alguien se atreve a insultarnos como nosotros os insultamos a vosotros, nos sentiremos más ofendidos todavía. Y nos pedireis excusas, como siempre habeis hecho hasta ahora. Y nosotros (los nacionalistas) os perdonaremos (de momento), siempre a cambio de más ventajas.




¡Vóteles, son muy majos y progres!


Sebastián Urbina.

PD.
Con la nariz tapada, para resistir el hedor que despiden estos mastuerzos, tengo que añadir otra noticia del día 2o. Más de lo mismo en el oasis catalán. El candidato del PPC, Josep Piqué, HA RECIBIDO AMENAZAS DE MUERTE. La fachada del partido en Tarragona ha amanecido pintada con dianas en las que se podían leer los nombres de Piqué y Rafael Luna, secretario general del partido ... también pintaron en la fachada ¡fascistas! ¡puta España! ... además de estos mensajes en contra del PPC también había pintada una bandera indendentista.

Los catalanes tienen una grave responsabilidad. O siguen buscando excusas (que les degradan moralmente) o se deciden a defender la libertad, la tolerancia y el pluralismo político del que presumen. Para todos y no sólo para los nacionalistas catalanistas y sus amigos. Si siguen por este camino terminarán como (con sus peculiaridades, no faltaría más) el País Vasco.




2 comentarios:

Anónimo dijo...

"los otros reciben menos. Pensemos que si damos más dinero a los que tienen el PIB mayor, los más ricos recibirán más y los más pobres recibirán menos. O sea, lo típico de un mentalidad socialista, progresista y solidaria."


este párrafo me parece de una demagogia considerable, reducir la cuestión de las diferencias de renta a que los que más tienen entreguen parte de su dinero a los que menos tienen no hace sinó obivar que aquellos que más tienen quizás tienen más por que han hecho más méritos y se merecen tener más ¿Acaso no son los catalanes más emprendedores que otros pueblos más acomodados? ¿No se habla de respetar el mérito como uno de los principios del liberalismo? Pues respetemos el mérito de aquellos que más se han esforzado para salir adelante y properar, que cada cual sea dueño de la riqueza que cada cual genera.

Sebastián Urbina dijo...

Me parece un excelente comentario a pesar de que creo equivocado hablar de 'demagogia'. El motivo es el siguiente:

Si una persona (o grupo, partido, etcétera) defiende, entre otras, la idea de la solidaridad progresista (solidaridad 'de izquierdas') no es coherente 'favorecer a los que más tienen' frente a los que 'menos tienen'. Ha sido una constante, en el argumentario progresista, proclamar su superioridad moral frente a 'la derecha' porque ésta no es sensible a la igualdad material. O sea, favorecer las condiciones para que seamos iguales, no sólo frente a la ley, sino en 'la realidad'.

Otra cosa sucede si el que así habla es liberal. Entonces sí tiene sentido, a pesar de que, dentro del pensamiento liberal, hay opiniones diversas. Tan diversas que, por ejemplo, J. Rawls o R. Nozick, diferirían de forma importante en sus conclusiones acerca del problema que estamos tratando. Así pues, no basta con hablar de 'liberalismo' para saber, con precisión, de lo que se habla.

Además, no es correcto hablar de 'pueblos' en vez de individuos. Las entificaciones colectivas, como 'pueblos' y similares, son útiles siempre que no se crea, realmente, que son entidades existentes y respetables como los individuos reales. Lo que no sucede con las doctrinas nacionalistas, por ejemplo. Es un hecho, por desgracia, que ciertos grupos han pegado tiros, agredido a personas e incendiado coches en nombre de 'la madre tierra', de 'la nación'.

Digo esto porque los nacionalistas (y no digo que el comentarista lo sea) suelen utilizar expresiones como 'los catalanes' o 'el pueblo catalán', etcétera, para (falsamente) arrimar el ascua a su sardina. Es decir, 'todos' pensamos equis, lo que es falso. La unanimidad total es propia de las sociedades totalitarias. Ya se sabe que en las doctrinas totalitarias, el 'todo' (la nación, el pueblo,la clase proletaria, etcétera) se impone- si hubiera conflicto de intereses- a los individuos de carne y hueso.

Entre los catalanes (como pasa con los mallorquines, andaluces, etcétera) hay gente maravillosa, por ejemplo, Albert Boadella, y gente que, para ser fino, no lo es, por ejemplo, Carod-Rovira.

Por otra parte, no está de más recordar que las grandes fortunas, en Cataluña, se hicieron (entre otros factores) por las medidas arancelarias proteccionistas (especialmente de finales del S.XIX y principios del XX) gracias a las cuales los textiles catalanes tenían que ser comprados por los españoles aunque fueran más caros que los ingleses, encareciendo artificialmente estos últimos.

Finalmente, estamos muy lejos de vivir en una sociedad liberal. La intervención del Estado en la economía es intensa. Ya hemos visto, por ejemplo, el caso Endesa y los 'favores' que el Gobierno pensaba hacer a los 'emprendedores catalanes', facilitando que los catalanes (es decir, unos grupos financieros muy importantes) monopolizasen, de hecho, el gas y el petróleo en España. Y su distribución, claro.