30/11/2007.
LA IDEOLOGIA DE ZAPATERO.
LA IDEOLOGÍA DE ZAPATERO.
El Presidente José Luis Rodríguez Zapatero declaró en 2002, lo siguiente:
‘Detrás de la tragedia del Prestige hay tres hechos claros: 1) Que la defensa de un mundo globalizador desde parámetros neoliberales abre las puertas de la codicia; 2) Que el discurso de menos Estado y más sociedad provoca una quiebra del seguro colectivo que es el Estado; 3) Que la derecha económica de nuestro tiempo quiere mandar sin política’.
Veamos lo que, en mi opinión, significan estos ‘hechos claros’.
Primero.
El complejo fenómeno de la globalización no es de ahora. Desde un punto de vista amplio, entendido como contacto entre culturas, de carácter comercial, cultural, político, etcétera, la globalización es muy antigua.
Desde un punto de vista más estricto, como proceso que provoca una mayor integración económica en un único mercado capitalista mundial, es mucho más reciente. Algunos dicen que la globalización se inicia, en este sentido más estricto, a partir de 1950. Este complejo proceso supone el libre movimiento (relativamente) de trabajo, capital, comercio, información y tecnología.
En esta nueva situación, de mayor libertad e interdependencia, el Estado no puede pretender ser el centro, como lo era antes. Recordemos que el siglo XX ha sufrido la inflación del Estado. No me refiero solamente a los Estados totalitarios sino al Estado de Bienestar, sin ninguna pretensión de paralelos entre ellos. Pero sí destacar que el Estado del Bienestar ha supuesto un gran desarrollo de las prestaciones sociales. ¿Qué hay de malo?
Digamos, primero, que se está produciendo, en general, un adelgazamiento del Estado del Bienestar. ¿Es que la gente se ha vuelto mala e insolidaria? Resulta que el engorde del E.B.y sus enormes transferencias de dinero para ‘lo social’, han perjudicado y perjudican el desarrollo de las economías occidentales. Todo esto significa mayor intervencionismo estatal, típico del pensamiento de izquierdas. Sus aspectos negativos se mostraron con claridad en la Inglaterra de los años sesenta, con un preocupante estancamiento económico que facilitó el triunfo de M. Thatcher en 1979.
No tengo la esperanza de que Zapatero cambie su discurso porque una característica de la izquierda es que los hechos (los que van en contra de lo que ellos dicen) no les importan nada. De ahí la esquizofrenia de la gente de izquierdas más inteligente y honesta. Es decir, el abismo entre lo que dicen y lo que hacen. Claro que es, todavía peor, cuando son coherentes y hacen lo que dicen. En fin, las excusas siempre han sido que el Papá Estado corrige los injustos fallos del mercado y resuelve las externalidades. Aunque hay diversos tipos de externalidades, sólo interesa decir que hay externalidad cuando la decisión de un agente económico afecta, involuntariamente, a otros agentes económicos sin mediar compensación.
En resumen, Zapatero quiere más Estado porque es progresista y solidario. ¿Qué significa? Que quiere tener el poder de coger más dinero del bolsillo de unos, para dárselo a otros, que muchas veces lo obtienen por su capacidad de presión y no por ser los más necesitados . Pero las políticas intervencionistas producen más pobreza que riqueza. La propaganda progresista está para hacer creer lo contrario.
Segundo.
La crítica izquierdista a la exigencia de más sociedad y menos Estado, es que el seguro colectivo que representa el Estado, se hunde. Pero esto no es cierto. Precisamente el problema es la hiperinflación del Estado. Hablemos, brevemente, de las pensiones. El sistema de pensiones que hay actualmente en España se suele llamar ‘de reparto’ porque depende de que los políticos repartan dinero ajeno, es decir, a través de impuestos y cotizaciones aplicados a los trabajadores actualmente activos.
Este sistema ‘de reparto’ se diferencia del sistema ‘de capitalización’, en el que cada trabajador deposita una parte de sus sueldo en una libreta suya. O sea, del propio trabajador. Repito, es SU dinero. Y con este dinero (sus ahorros), en el futuro, los cambiará por una pensión. Esto es lo que sucede en Chile con éxito desde su implantación en 1980. Después de 16 años de funcionamiento de este sistema privado ‘de capitalización’, las pensiones han aumentado entre un 50 y un 100 por ciento.
¿Por qué no se aplica en todos los países? Porque los políticos (el Papá Estado) quieren tener más poder. Quieren manejar más dinero, más subvenciones, condicionar conductas, privadas, públicas y empresariales. Por eso los políticos, especialmente (pero no exclusivamente) los ‘de izquierdas’, atizan el miedo a la gente. ¡Quieren romper el paraguas del Estado!¡Qué será de vosotros!
Tercero.
Como sabe cualquier ciudadano, la derecha es mala por naturaleza. ¿Por qué? Porque sólo se interesa por el dinero. Es codiciosa, uno de los males denunciados por Zapatero. En general, la izquierda miente. ¿Por qué? Porque opone la realidad (siempre defectuosa) con una idealidad. Por supuesto, la idealidad siempre gana el combate. Pero esto es jugar sucio.
Lo honesto es hablar de las situaciones reales y de las personas reales y de lo que se puede esperar de ellas. Lo honesto es no manipular la mente de los individuos, tratando de crear el ‘hombre nuevo’. Lo honesto es dar preeminencia a las personas de carne y hueso, y no a los animales metafísicos, como el Estado.
Por eso es ignorante, al menos, acusar a ‘los malos’ de codicia. Como si ellos (‘los buenos’) fuesen seres angelicales desprovistos de egoísmo e interés. ¡Qué patraña! La RAE dice que ‘codicia’ es el afán excesivo de riquezas. Aparte de que no sabemos lo que significa ‘excesivo’, el afán de riquezas es algo común. Lo excepcional es que alguien no quiera riquezas. Pregunte a cualquiera. ¿Le gustaría ganar cien millones de pesetas en la lotería de Navidad? ¡Claro que sí!
Pero el intelectual de izquierdas es más profundo. No se refiere a esto. Se refiere a los beneficios de las grandes empresas. ¡Ah! Entonces, el izquierdista tiene varias alternativas. O actúa como un troglodita (la llamada izquierda carnívora) tipo Chávez y otros totalitarios, lo que suele repugnar, al menos en público, a muchos izquierdistas europeos, o ejerce de socialdemócrata. ¿Y eso qué es? Interferir en el mercado para ‘corregir sus fallos’. O sea, en vez de comportarse como totalitarios, como Chávez y compañía, gestionan al capitalismo. Es decir, administran el modo de producción del adversario político porque el suyo ha sido un desastre.
¿Hay problemas? Por supuesto. Uno de ellos es que el mercado genera, naturalmente, desigualdad. Y esta desigualdad económica tiene efectos negativos en la igualdad política. ¿Hay alternativa? Las conocidas pasan por la sustitución del mercado por el Estado, lo que elimina la coordinación proporcionada por el propio mercado. Pero si exceptuamos las economías de guerra, los sistemas de planificación o dirección central sólo se han dado en países antidemocráticos.
¿Tiene alguna alternativa real que ofrecer Zapatero y la izquierda? Nada, excepto propaganda y la ilusión (falsa) de que son moralmente mejores. No es casual que la ideología de izquierdas maneje la mayor parte de los medios de comunicación. O sea, vivir de derechas (todo lo bien que se pueda) y hacer demagogia de izquierdas.
Y, encima, negocia políticamente ( sin contar con la oposición) con terroristas y dice que no es cierto. O sea, miente. Con talante, eso sí.
Sebastián Urbina.
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