lunes, 3 de agosto de 2009

CAMPS, ADELANTE.

CAMPS, ADELANTE

Luis María ANSON

La gigantesca campaña, orquestada por el Gobierno, el PSOE, el periódico adicto y otros medios domesticados, contra el presidente valen-ciano se ha estrellado en los Tribunales de Justicia. El pueblo levantino tenía razón y las votaciones en las elecciones europeas resultaron inequívocas.

Si Camps hubiera sido imputado, la dimisión habría resultado inevitable. No se puede presidir el Gobierno valenciano con un procedimiento judicial en contra. Al concluir el Tribunal Superior que no hay pruebas que acrediten la prevaricación, Camps queda con las manos libres.

Mariano Rajoy, pues, acertó al apoyar a Camps con decisión y valor. El juez socialista utilizado por el Gobierno de Zapatero para poner en marcha la operación permanece en entredicho y el Gobierno zapateresco se ha quedado in púribus ante la opinión pública.

El presidente socialista no podía soportar que Rajoy le ganara en Madrid en las generales y orquestó una campaña para fragilizar la situación popular en la comunidad madrileña y en la capital de España en una turbia operación que luego se extendió a Valencia. Posiblemente algo hay de delictivo en lo investigado porque es casi imposible que una organización de envergadura no adolezca de fallos, corrupciones y abusos de algunos de sus miembros.

La jugarrete política, sin embargo, ha quedado clara. El resultado también. Camps está absuelto, Rajoy radiante, el PP triunfante y el PSOE víctima del bumerán por él desencadenado.

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MANIPULAR.

Aunque es importante, para Camps y para el Partido Popular, esta decisión del Tribunal Superior, no es lo más importante. Lo realmente grave es que, cuando quieran los socialistas, con cualquier excusa y con la ayuda de la mayoría de los medios de difusión, lanzarán basura sobre cualquier político del Partido Popular. Y se volverá a hablar durante meses de lo corruptos que son los populares. Mientras tanto, no se hablará de otras cosas. Otras cosas que no interesan al gobierno socialista.

Sebastián Urbina.

7 comentarios:

Anónimo dijo...

Al parecer tampoco es importante que Camps negará más de dos veces haber recibido ningún tipo de regalo y haberse demostrado que mentía.

Anónimo dijo...

Vaya. Parece que a este anónimo le ha escocido que Camps sea absuelto.

Oiga usted, ¿es que a un político no se le puede regalar una corbata en su cumpleaños?

¿Qué regalos dice usted que ha recibido?

Mire, ya denota enanez mental creer que un político de esa categoría se va a vender por cuatro trajes. Es que estos sociatas ya no valen ni para difamar con un poco de lógica...¡qué nivel, Dios mío! ¡qué nivel!

Anónimo dijo...

La única enanez mental es la suya al no saber leer el comentario. A cualquiera se le pueden hacer los regalos que se quiera pero resulta que ese cualquiera a mentido, en relación a este asunto, más de dos veces ante el parlamento valenciano. Lo que critico es la mentira no los regalos. ¿Por qué hubo o no hubo trajes, aunque fuese en su cumpleaños?
Si no sabe leer o no entiende lo mínimo que puede hacer es no insultar.
Por cierto: impresionantes sus poderes adivinatorios por lo de sociata.
Es verdad: ¡qué nivel! (el suyo). ¿Debe de ser resultado de la LOGSE?

Anónimo dijo...

Si señor. Tengo tan buen nivel, como para saber escribir "ha" mentido. Y no "a" mentido.

Yo fui a un colegio de pago donde me enseñaron ortografía, gramática... y a detectar la estulticia allá donde se encuentre.

Y como quizá haya adivinado, tuve la fortuna de hacer el bachillerato de Franco, ese que enseñaba Historia desde la Prehistoria, y Geografía, y unas Matemáticas muy difíciles, y nos ponía notas y premiaba al primero de la clase, y fíjese, existían las Matrículas de Honor, y el Cuadro de Honor.

Ya ve usted. Todas aquellas cosas pasaban entonces, y los estudiantes, estudiábamos. Y con todo eso, los vagos, en vez de traumatizarse por estar los últimos de la clase, lo que hacían era espabilar, y por vergüenza torera, hasta se ponían a estudiar y todo.

Así que yo, después de recibir tan buena enseñanza, he comprendido enseguida que si Camps dice que no ha recibido regalos, se refiere a regalos de importancia.

Si usted hubiera hecho mi bachillerato lo hubiera comprendido también imediatamente.

Anónimo dijo...

El primer comentario critica la mentira, no la adscripción política de Camps.

El replicante simplemente se dedica a insultar con lo de enanez mental.

Eso es simplemente sectarismo y mala educación, aún redactando con las haches en su sitio.

Curioso que no haya sido censurado un comentario de este tipo. Supongo que los insultos iban dirigidos a "quien lo merecía": a alguien que se atrevía a discutir la absolución de un señor de derechas.

Gran crimen para el bachiller en tiempos de Franco, por supuesto. Tan letrado como demócrata, visto lo visto.

Anónimo dijo...

Creo que el primer comentario no critica la mentira, sino que inventa una mentira donde no la hay.

No hubo regalos. Y no mintió al decir que no recibió regalos; además, ni usted, ni yo, ni el 99% de los españoles guarda la factura de un traje que se ha comprado hace años.

Las lavadoras tienen 2 años de garantía, y guardamos la factura. Los trajes no la tienen y no guardamos la factura.

En cuanto a la enanez mental, yo no se la atribuyo a una persona concreta sino a quienes crean que un político de esa talla se vende por cuatro trajes. Después, es cada uno el que se posiciona en una u otra creencia.

Anónimo dijo...

¿No hubo regalos?¿A leído el auto? En una parte dice: "No existe relación directa entre el pago de las prendas y los concretos actos de contratación realizados por las autoridades y funcionarios de cada uno de los organismos que decidieron la contratación a la empresa Orange Market". Porque no dice “prendas”, ni “unas prendas”, ni nada. Dice: “LAS PRENDAS”. En otra: “"ninguna relación o competencia respecto de la adjudicación de contratos de contratos ofertados por la sociedad Orange Market, no constando tampoco actuación alguna favorecedora de la misma, ni, en todo caso, que tales obsequios lo fueran por agradecimiento". ¿Obsequios? ¿Pero no habíamos quedado que no habia regalos?
Repito: CAMPS MINTIÓ.