¿EN QUÉ QUEDAMOS?
Madrid.- El presidente del Congreso, José Bono, achacó la catástrofe electoral del PSC -28 escaños- a haber dado excesiva importancia a lo identitario.
En una entrevista con Fermín Bocos en 'La vuelta al Mundo' de Veo 7, Bono renegó de la deriva nacionalista de José Montilla y reivindicó que "lo socialista" y "lo más progresista" es defender la unidad de España por encima de los separatismos.
La alianza con los independentistas de ERC es la gran culpable del desencanto de los votantes socialistas, según el presidente del Congreso. "Nos hemos aliado con un grupo separatista y hemos estado ocho años con ellos, aunque cuando se acercaban las elecciones, decíamos que nunca más", aseveró.
"Muchos socialistas han creído que nos interesaba más lo identitario", insistió Bono. "La igualdad de oportunidades es mucho más importante que la identidad", añadió.
En la misma línea crítica, abordó la discriminación lingüística del castellano en relación al catalán y dijo no comprender "lo de ponerse el pinganillo cuando podemos entendernos" en un idioma.
"Quiero a Cataluña en España, no fuera", aseveró. "España es una nación y la Constitución dice que hay que defenderla".
En la entrevista también hubo espacio para su derrota frente a Zapatero en el 35º Congreso del PSOE en el año 2000. El ex presidente de Castilla-La Mancha reconoció sutilmente que con él como secretario general del partido, el rumbo de los socialistas catalanes habría sido distinto.
Al respecto, Bocos le recordó el peso del ex presidente catalán Pasqual Maragall en la victoria de Zapatero. Después el presidente del Gobierno devolvió el favor a Maragall con el compromiso de apoyar un nuevo Estatuto para Cataluña.
Aprovechando la coyuntura, Bono reveló una charla con el ex presidente de la Generalitat tras el Congreso socialista. "Dije a Maragall: 'Si en vez de Zapatero, gano yo, no estarías cocinando la Ejecutiva", contó el ex ministro de Defensa. (LaVozLibre)
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SOCIALISMO A LA CARTA.
Los socialistas no son creíbles. Aunque, por desgracia, no son los únicos. Bono, el Presidente del Congreso, dice lo contrario de lo que hace su jefe, el Presidente Rodriguez Zapatero. ¿A quién pretenden engañar? A todos los que se dejen.
La cuestión es la siguiente. Cuando Zapatero esté amortizado (y parece que ya lo está), el PSOE tendrá que lanzar otro tipo de mensaje para conseguir votos. Puede que toque la unidad de España, o lo que convenga. Ahí estará Bono (o el que toque) con las esencias socialistas. ¡Los socialistas siempre lo hemos dicho! ¡El socialismo de hojalata es el de Rajoy!
Y no es que Rajoy me guste. No me gusta. Pactará con CIU, previsiblemente. O sea, está dispuesto a gestionar la ruptura y la desintegración de España. Artur Mas lo ha dicho por activa y por pasiva. En fin, es una forma (la de Rajoy) de entender la política, que no comparto.
No hay duda de que la política tiene, y tendrá, fuertes dosis de pragmatismo. Lo acepto. Pero el timón debe estar dirigido por principios. Si esto falla podemos ir a cualquier sitio. Este es el grave problema que padecemos.
Tenemos una clase política sin escrúpulos, sin agallas, sin principios o, directamente, separatista y antiespañola. Y una sociedad civil que no está organizada, ni se organiza. Sin embargo, hay grupos que empiezan a protestar de manera organizada. Grupos que saben lo que quieren. El ejemplo del Valle de los Caídos debería animar a los españoles a defender la regeneración democrática, la reforma de la ley electoral, la lucha contra la corrupción y la separación de poderes. Al menos. Hay que moverse.
Sebastián Urbina.
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