DESORDEN MULTIPOLAR.
El Imperio soviético se vino abajo tras su derrota en Afganistán. La UE, como entidad estratégica, se acabó con la invasión rusa de Georgia, una pequeña guerra de grandes consecuencias para la credibilidad de los europeos. Sería una paradoja que la hegemonía americana, tan duramente puesta a prueba con el 11-S e Irak, viera su final por un conflicto tan limitado militarmente como el de Libia. Pero puede muy bien que así sea.
En el Oriente Medio, dictadores, reformistas, revolucionarios o demócratas han perdido toda fe en EE UU. Amigos y enemigos coinciden en que América no es de fiar y que, en cualquier caso, Washington se encuentra en plena retirada de la región. Para bien de todos los antioccidentales, para mal de todos los demás.
La desaparición de la URSS trajo la liberación de Centroeuropa, pero también la explosión de pasiones y políticas radicales que acabaron, por ejemplo, en el drama de la guerra civil yugoslava.La intervención de Bush en Irak, a pesar de todo el sufrimiento, ha llevado la democracia a ese país; el abandono de Obama está causando un terremoto de difícil ajuste.
Los españoles hacemos mal en querer ver estos acontecimientos como una película por la tele, con el beneficio y la distancia de ser un país poco importante. Acabe como acabe Gadafi o Asad en Siria, el norte de África no será ya el mismo. No importa si lo pilotará el rey o no, el cambio también llegará a Marruecos y cuando eso pase, dará igual que sean reformistas demócratas o islamistas quienes se hagan con el control. Para ambos, Ceuta y Melilla será un objetivo político inevitable. Los demócratas serán más nacionalistas y los islamistas más expansionistas.
Los imperios siempre han muerto por guerras y la descomposición de cada uno trajo más caos que estabilidad. La caída del Imperio americano no tiene que ser distinta. Es cuestión sólo de que los historiadores se pongan de acuerdo en certificar su defunción. Yo digo que con Libia. (Rafael Bardají/La Gaceta).
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DESORDEN Y ANSIAS DE PAZ.
En más de una ocasión he tenido que escuchar espíritus a sensibles denunciar las guerras que asolan el mundo. En cualquier caso, su virulencia dialéctica se centraba, y se centra, en la malvada USA.
Con independencia de la guerra de Libia (para Doña Carmen Chacón, 'conflicto humanitario') y de los disturbios en diversos países musulmanes, quiero decir algo de Siria. No es el único caso pero me centraré en el gobierno de Asad. Como es sabido hay protestas populares en las calles. El gobierno saca el Ejército con orden disparar con fuergo real. Lo mismo sucede con la policía. Los heridos son detenidos. Lo que fuerza a los manifestantes heridos a no acudir a los ambulatorios para no ser detenidos. Y un largo etcétera de repugnantes miserias gubernamentales. Hay muertos casi todos los días.
Antes estos asesinatos del gobierno frente a manifestantes no armados ¿qué hacer?
Los progres antioccidentales y derechas acomplejadas dicen que hay que 'exigir la paz'. Dan ganas de llorar, lo sé. Luego hablan de limitar o prohibir el comercio con el país en cuestión. Luego se dice que esto perjudica a los más necesitados. Luego se habla de diálogo y negociaciones. Mientras tanto, el gobierno en cuestión sigue asesinando a gente inocente.
Supongamos que interviene la malvada USA. Hay que mirar con lupa. Para empezar USA interviene por el petróleo. O sea, de entrada con unos cabrones de mierda. Luego hay que poner en primera plana de los periódicos cualquier abuso de las tropas americanas. No los del otro lado. En resumen ¿para qué debe USA enviar tropas si le van a poner a parir? Lo mejor es que no haga nada.
Y en eso estamos. Pero si no hace nada (dado que los pacifistas progres no sirven para nada), el gobierno en cuestión seguirá asesinando a sus anchas. ¿Cuál es el resultado?
Como he dicho, USA se repliega a sus cuarteles de invierno y deja al mundo que viva en paz, sea libre y feliz. Luego la prensa libre no da muchas noticias de asesinatos gubernamentales y las masas occidentales pueden seguir tomando el sol, en paz. Y con la conciencia tranquila.
En resumen, si USA interviene es imperialismo asesino. Si no interviene (dado que los demás son incapaces), los gobiernos dictatoriales pueden matar a placer. Pueden hacer lo que quieran. ¿Y qué dicen losprogres? Pues no lo sé. Pero cualquier idiotez.
El hecho es que nuestra inacción permite que los asesinos sigan asesinando a placer. ¿Es para estar orgullosos? ¿Ansias infinitas de paz?
Luego está lo otro. O sea, que los próximos en caer somos nosotros. Pero lo tenemos merecido. Tanta gilipollez progre (incluyo a la derecha acomplejada, que no espoca) no puede salir gratis.
Sebastián Urbina.
1 comentario:
No saldrá gratis, no.
YA está saliendo muy cara. Y solo hemos comenzado
Saludos
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