NO ES SÓLO FÚTBOL.
J. Iglesias.
Lo hizo sin venir a cuento y sin ninguna razón aparente. El partido llegaba a su final, el Real Madrid había empatado con 10 hombres y el Barça veía peligrar un punto que tenía en el bolsillo. Fue entonces cuando Leo Messi corrió a por un balón que se le escapó por línea de banda.
El argentino, inexplicablemente, pegó un fuerte pelotazo contra la grada del Santiago Bernabéu que impactó directamente contra un aficionado madridista. La Pulga ni siquiera se disculpó y se dio la vuelta para continuar jugando ante los gritos del coliseo blanco.
Pepe no pudo contenerse ante la actitud de Messi y se dirigió a él llevándose los dedos a las sienes preguntando de esa manera a Leo si estaba loco. Muñiz intervino para separarlos, pero olvidó enseñar la tarjeta amarilla por desplazar un balón que no estaba en juego.
Este acto recordó a otro protagonizado por Cristiano Ronaldo en San Mamés, cuando amenazó con lanzar un balón que tenía en sus manos para sacar de banda contra un espectador que le estaba insultando. Por ese comportamiento el delantero luso fue duramente criticado, mientras que con Messi y su pelotazo ha prevalecido la benevolencia.
Escupitajo a Duda
Aunque su carácter acostumbra a ser pacífico no es la primera vez que Leo Messi, que suele ser protagonista con sus andares con el balón, se comporta de forma antideportiva dentro de un terreno de juego. En noviembre de 2008, el 10 del Barcelona escupió al jugador del Málaga Duda, aludiendo que éste le había provocado. Lo cierto es que por esa acción el argentino no fue sancionado. (La Gaceta).
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NO ES SÓLO FÚTBOL.
Los aficionados al fútbol recordarán el balonazo que Messi lanzó contra los espectadores en el Santiago Bernabeu. El jugador del Barcelona todavía no ha pedido perdón por su acción antideportiva.
No es sólo fútbol porque entra en juego la hipocresía y la cobardía de la sociedad española. Centrada, en este caso, en los aficionados al fútbol y los medios de comunicación. La pregunta es ¿por qué se ha tratado con benevolencia la acción antideportiva de Messi y se trata con extrema dureza lo que hace Cristiano Ronaldo, la estrella del Madrid?
El fútbol, fenómeno de masas, no está al margen de lo que sucede en la sociedad. Y lo que ha sucedido en los últimos treinta años ha sido un chantaje de los nacionalismos periféricos para facilitar el gobierno de alguno de los dos grandes partidos. Grandes en número de votos.
Se ha mentido durante años acerca de la situación real de la libertad de enseñanza en Cataluña. Pero gran parte de la sociedad, política y no política, ha tragado todo lo tragable. Y siguen tragando. Más aún, he oído al Presidente Zapatero decir que en Cataluña no hay ningún problema lingüístico. Y se quedó tan ancho.
En un país con bajos niveles de lectura, situado en los últimos lugares de Europa en calidad educativa y capaz de votar, por dos veces, a Zapatero, no puede sorprender ni que le engañen durante treinta años, ni que trate con tan diferentes raseros a dos jugadores, uno centralista y otro nacional-periférico.
En resumen, los odios y resentimientos políticos también se trasladan al fútbol. Por supuesto, no todos los aficionados son así. Ni todos los medios de difusión. Pero la tónica general, curiosamente, hasido la de pasar de puntillas sobre la antideportiva acción de Messi. ¿Qué habría pasado si Ronaldo hace lo mismo en el Nou Camp de Barcelona? No quiero ni pensarlo. Habrían tirado dos cabezas de cerdo. Al menos.
Sebastián Urbina.
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ALGO MÁS QUE FÚTBOL.
El catalanufo Gerardo Piqué, ejerciendo de idiota.
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