Joaquín Leguina se ha convertido en una especie de Roberto Alcázar socialista. Censura alianza del PSOE de ZP con los separatistas, cosa que está muy bien, pero tendría autoridad para hacerlo si no hubiera votado el nuevo estatuto catalán.
Algunos amigos y foreros me dicen que lea los artículos del ex presidente de la Comunidad de Madrid y ex diputado socialista Joaquín Leguina. Sus palabras, ¿permiten pensar que en el PSOE hay un sector que desea la defenestración de Rodríguez, Pepiño y Leire por el desmenuzamiento que están haciendo de Expaña mediante las reformas estatuarias, por su recurso a la guerra civil y por su alianza con partidos tan siniestros como ERC y el PNV? Pues no.
Vayamos por partes. Esto escribe Leguina en su blog:
estrategia montada por el “nuevo socialismo” tras la llegada de Rodríguez Zapatero a la Secretaría General del PSOE. Una estrategia consistente en propiciar “Gobiernos de progreso” allí donde pudieran montarse (desde con ERC en Cataluña hasta con los “leonesistas” en el Ayuntamiento de León).
Es obvio que en el envés de la trama de esa estrategia estaba la idea “genial” de aislar al PP. En el interesado imaginario del “nuevo” socialismo, el PP es un partido franquista y, por tanto, para acabar con ese franquismo residual poco importaba la compañía con quien uno se metía en el lecho gubernamental.
abordar a base de compañeros de viaje de corte identitario y nacionalista cualquier política de Estado resulta una misión imposible. Con ellos, cualquier estrategia de ese tipo está condenada al fracaso, a no ser que esa política consista en introducir en las instituciones derivas identitarias y disgregadoras.
De acuerdo en todo, ¿verdad? ¡Qué gran tipo Leguina! ¡Hay socialistas decentes, con los que trabajar! ¡Tengamos esperanzas: todo se arreglará!
Bueno, pues os recuerdo que Leguina fue diputado en la primera legislatura zapaterina (y en otras dos), la que estuvo marcada por los terroristas suicidas descubiertos por la SER, la memoria histórica, el cordón sanitario y el estatuto separatista catalán. ¿Qué hizo Joaquín Leguina desde su escaño? Pues apoyar esas políticas, en concreto, unir su voto a quienes aprobaron el nuevo estatuto catalán.
En una entrevista en ElPlural, hecha en 2006, la periodista Esther Jaén le preguntó sobre el nuevo estatuto catalán:
-Pero usted votó a favor del texto final, así como también votó a favor de la tramitación...
-Sí, porque eso es lo que decidió mi partido. Y es una cuestión de disciplina. Voté por disciplina, no por convicción. La disciplina de voto es importante.
Es decir, para Leguina, la verdad, la honradez, la conciencia, el interés de España, el respeto a sus electores quedan por debajo de la obediencia al partido que le coloca en el Congreso de los Diputados, con sueldazo, dietas y pensión. ¡Bravo! Todo un patriota.
¿A qué se debe que un colaborador de Rodríguez en su proyecto de desmembrar España y romper la igualdad entre los ciudadanos ahora se convierta en Pepito Grillo? Quizás a que pertenece al grupo de depurados por el Gran Timonel y no aguanta que cuotas como Leire Pajín y ágrafos como Pepiño le hayan sustituido a él, a todo un doctor y veterano socialista que estudió en París y sabe francés.
Pues a aguantarse, abuelito. De lo que siembras, comes.
CODA: Leguina, un hombre ético.
--Dos oportunos tránsfugas de AP impidieron que en 1989 prosperarse una moción de censura presentada por AP y el CDS para destituir al socialista de la presidencia de la Comunidad de Madrid. Creo recordar que Leguina pronunció la frase: "Nadie podrá mejorar mi oferta", dirigida a los tránsfugas.
--Petición de indulto a dos correligionarios condenados por secuestro.
No hay comentarios:
Publicar un comentario