El (no) pensamiento de la izquierda española
21 de Diciembre de 2009 - 12:32:54 - Pío Moa
Hace unas semanas, en el excelente programa de Ramón Pí Alguien tenía que decirlo, comentábamos la seminulidad intelectual de la izquierda española. César Alonso de los Ríos comentó que la derecha no iba más allá, pero objeté que el pensamiento tradicionalista tenía figuras de considerable o muy considerable relevancia, como Donoso Cortés, Balmes, Menéndez Pelayo, Maeztu... (cabría añadir a Zubiri, Amor Ruibal, Fernández de la Mora y otros. No hay nada remotamente parecido en la izquierda). Discutimos brevemente sobre la orientación política de Ortega. En mi opinión, a pesar de ciertas notables tonterías políticas e históricas que dijo, es un pensador típicamente de derecha, como lo eran Unamuno, Marañón o Madariaga, Julián Marías y otros ensayistas.Sin duda existe una derecha tan inane como la izquierda: la de "la economía lo es todo" o la que ha alcanzado el ápice de su reflexión en el descubrimiento de la masonería y/o el sionismo como clave explicativa de todos los males o los "servicios secretos" como los fautores de todos los cambios. El pensamiento de izquierda en España ha sido fundamentalmente el marxismo y sigue siéndolo en versiones degradadas o disfrazadas, y en estilo. Pero nada que ver con el marxismo alemán, ruso, inglés o francés: aquí todo se ha limitado a reducir las teorías a tópicos cuya simplicidad, por no decir simpleza, apenas ha ido enmascarado por una extrema "mala leche" y poses de indignación o de desprecio perfectamente baratas. En relación con los libros de César Vidal o los míos se ha manifestado su incapacidad para un debate mínimamente racional: todo han sido insultos, las consabidas poses, manejos por el mundillo editorial y los medios de masas para aislarnos y apestarnos, invocaciones abiertas a la censura, etc. Han tenido cierto éxito, aunque bastante menos que en sus míseros ataques contra Ricardo de la Cierva o los hermanos Salas Larrazábal, por ejemplo. En mi caso no han faltado intentos de agresión o de meterme en la cárcel, etc. Estos métodos retratan a la perfección tanto la mencionada ineptitud intelectual, como el carácter tramposo y antidemocrático de nuestra descerebrada izquierda.
Decía Wittgenstein que un pensador –historiador, para el caso– que rehúye el debate es como el boxeador que no sube al cuadrilátero. En este caso, en lugar de subir, se han dedicado a lanzar proyectiles desde fuera. Hay excepciones, muy raras por cierto: así Enrique Moradiellos sostuvo en El Catoblepas una polémica, poco satisfactoria para él, que optó por retirarse; y el inefable Reig Tapia, a la cabeza de un elenco internacional de historiadores, me dedicó el libro Anti-Moa, y luego otro más, que son una colección de disparates, como he expuesto en otras ocasiones, pero que al menos han subido un poco al "cuadrilátero".
Y hace una semana, en la conversación con Luis del Pino que mantengo todos los sábados a las 8,30 en Es–Radio, Luis planteaba, al comentar estas cuestiones, a qué podía deberse esa carencia, que no se da, al menos en tal grado, en las izquierdas de otros países. He aquí una cuestión interesante, que quedó sin responder y sobre la que vale la pena reflexionar.
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EL PÁRAMO.
Ya me gustaría tener una respuesta. Solamente me atrevo a un modesta reflexión. Pasamos de una terrible guerra civil a una etapa autoritaria, llamada franquismo. A pesar de que el franquismo no es una unidad. Hay, por decirlo de algún modo, varios franquismos. Pero el desarrollo intelectual de España no tenía el contexto favorable (al menos comparativamente hablando) que tenían otros países europeos. Además, nuestra tradición filosófica, por ejemplo, es más débil que la de Francia, Inglaterra, Alemania....
Luego se inicia la democracia en 1978. La derecha trata de justificar que no es franquista. Esto ocupa buena parte de su tarea teórica, con las excepciones de rigor. La izquierda hace cambios, políticos y económicos, necesarios para la modernización de España y de sí misma. Y que, probablemente, la derecha no habría podido hacer. Por otra parte, el socialismo se va desmarcando de ciertos dogmas marxistas.
Cuando parece que la democracia se estabiliza y consolida (gana Aznar y la izquierda acepta la alternancia, aunque sea de mala gana), la derecha pensante es ya más fuerte que la izquierda. La enseñanza, en todos los niveles, amplia su espectro pero pierde calidad. Igualitarismo, comprensividad, falta de respeto a la autoridad, experiencias en vez de conocimientos, no reconomiento del mérito, etcétera. Ahí está la cantera del pensamiento español. Y en la Universidad, coto casi exclusivo de la izquierda.
Pero la izquierda, en general, reproduce esquemas basados en la igualdad como igualitarismo y en una reacción anticapitalista, anticristiana y relativista. Tal vez sea difícil, con estos mimbres, construir un pensamiento sólido.
La izquierda española, y su pensamiento, se exterioriza a través de Educación para la Ciudadanía, el rechazo a la alternancia política (Pacto de Tinell, como exclusión de la derecha), la Ley de Memoria Histórica (un ejemplo de sectarismo de buenos (ellos) y malos (los otros), o la Alianza de Civilizaciones. Un patético y peligroso intento de construir el futuro con otras culturas (como la islamista) que desprecian los valores occidentales. Y este proyecto se materializaría sobre la base del diálogo. Ya podemos ver que el concepto de 'diálogo' que se utiliza por esta izquierda tiene que ser absurdo e ineficaz.
En este contexto, ¿cómo puede haber un pensamiento digno de este nombre? Sin necesidad de subir a las cumbres de la reflexión ¿qué ofrece la propaganda política de izquierdas sino insultos a la derecha? ¿Qué proyectos tiene? ¿Son más intervencionistas o fomentan la libertad?
La desgracia es que la derecha suele inclinarse por la gestión (Rajoy) dejando al margen las cuestiones ideológicas. De ahí el páramo (con honrosas e importantes excepciones, como el propio Moa) en el que estamos viviendo. Aún así, la derecha tiene pilares más sólidos sobre los que desarrollarse: la libertad, la igualdad ante la ley, la propiedad privada, la economía de mercado...........
Sebastián Urbina.
2 comentarios:
No sé de qué se quejan, la izquierda española nos ha dejado frases como:
- "La Tierra no es de nadie, salvo del viento" ZP (o Pocahontas)
-"La igualdad entre sexos es más efectiva contra el terrorismo que la fuerza militar" Otra vez ZP
-"La fuerza de una cultura reside en su capacidad para abrirse a otras, para integrarlas e integrarse en ellas. No importa cuán diferentes sean, señala Habermas, todas comparten algunos principios. Ninguna cultura tolera la explotación de los seres humanos. Ninguna religión permite la matanza de inocentes. Ninguna civilización acepta la violencia o el terror." El mismo, especialmente curioso en su forma de entender a Habermas.
- "La próxima legislatura lograremos el pleno empleo en España". Como chiste, no está mal.
-"Las palabras guay y fistro tuvieron que superar menos obstáculos" –que la palabra miembra–, "para ser admitidas por el diccionario de la Real Academia Española". Bibiana Aído. ¿Qué mas da que fistro no aparezca en el diccionario de la RAE?
-El feto de 13 semanas es–"Un ser vivo, claro; lo que no podemos hablar es de ser humano, porque eso no tiene ninguna base científica." Bibiana Aído, que tampoco tiene base científica.
-"Si la borrasca cambió de una forma impredecible no lo pueden predecir, pero si no lo predicen quienes lo tienen que predecir, como piensan ustedes que lo vamos a predecir aquellos que estamos esperando la predicción" Maleni, sobran las predicciones.
-"Los ciudadanos españoles merecen un Gobierno que no les mienta, que les diga siempre la verdad." Refiriéndose sólo a los del PP, por supuesto.
Todo ello sin salir de estas dos legislaturas. Sin Felipe, ni Guerra...¡A mí me fascina el pensamiento de la izquierda española!
Muy bueno, María!!!
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