viernes, 3 de diciembre de 2010

ESPAÑA PARALIZADA.












HUELGA SALVAJE DE LOS CONTROLADORES.

Según ha relatado Cristina Losada a LD y esRadio, la situación en el aeropuerto de Madrid Barajas, cerrado por la huelga salvaje en forma de bajas masivas, es caótica. "Estamos muchísimos viajeros, mucho más que en un viernes corriente. La sensación que hay es de estar anonadados ante una situación indecente, impresentable".

Relató que están "mal informados" y que se han limitado a dar un "breve comunicado" por megafonía en el que apenas se decía nada. Muchos de los afectados, explicó, se van de vacaciones y finalmente no podrán hacerlo. Hay otros casos, como el de un cirujano que venía de Alemania a poner una prótesis a un paciente y que, como consecuencia de la huelga, no podrá hacerlo, ha relatado Losada.

"Que baje Ronald Reagan y que echen a estos tíos", dijo la colaboradora de LD, portavoz de la indignación que cunde por toda España. "Esta forma de actuar merecería que les echaran de inmediato y fueran sustituidos por gente debidamente preparada", dijo. (LD).

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Un grupo de controladores (o lo que sea) no puede paralizar a España. Mucho menos en una situación de grave crisis económica. Que envíen a los controladores del Ejército. Que los echen, como hizo Reagan. No puede ser que todo un país esté sometido al capricho de unos trabajadores. Por cierto, con unos sueldos altísimos. Soluciones, ya. No hay derechos absolutos. Y el derecho de huelga, tampoco lo es.

Sebastián Urbina.

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CONTROLADORES AÉREOS.


Otros países han vivido huelgas de controladores aéreos ante las que se tomaron diferentes decisiones. El más contundente en responder a un paro fue el presidente de Estados Unidos Ronald Reagan, quien el 7 de agosto de 1981 despidió a 12..000 controladores y puso en marcha un plan de emergencia consistente en el empleo de personal militar en las salas de control, la reducción de vuelos y el cierre de torres de control en distintos puntos del país para permitir el servicio de unos mil controladores en las zonas más necesitadas.

En 1993, durante la presidencia de Bill Clinton, la Casa Blanca sopesó anular dicha orden ante la petición de los sindicatos estadounidenses que apoyaron económicamente su campaña electoral, pero todavía sigue en vigor.

Portugal, Venezuela y República Dominicana
El 13 de febrero de 1990, el Gobierno de Portugal decidió, en Consejo de Ministros extraordinario, intervenir directamente para impedir una huelga de cinco días prevista por los controladores a partir del 14 de febrero. La intervención se decidió bajo la fórmula de un decreto de «requisición civil». Esta medida sólo la puede tomar el gobierno ante situaciones que pueden generar un perjuicio grave al país y que deja sin efecto conflictos laborales.
En Venezuela, el 19 de febrero de 1995, miembros de las Fuerzas Aéreas se hacen cargo de los aeropuertos para terminar con la «operación Morrocoy» por la que los controladores civiles habían ralentizado el tráfico aéreo para presionar por la obtención de mejoras laborales y salariales.

El 31 de marzo de 2004, las autoridades de Aeronáutica Civil de República Dominicana dispusieron que militares de la Fuerza Aérea sustituyeran a los controladores que según estas autoridades habrían convocado un paro. Esta medida se adoptaba después de que el presidente dominicano Hipólito Mejía emitiera un decreto que otorga esta competencia a la citada autoridad. Tras dos días de paro, el 2 de abril, los controladores civiles comienzaron a reincorporarse a su trabajo.(ABC).
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CHANTAJE DESCONTROLADO.

Una táctica habitual de chantaje en la lucha del colectivo de controladores contra Aena y el Gobierno es interpretar las normas de la forma más restrictiva y arbitraria posible para favorecer sus intereses particulares como grupo de presión. Con todo tipo de excusas apelan a la seguridad y al miedo, y pretendiendo ser altamente responsables y los principales garantes de la seguridad de la aviación, lo que realmente consiguen (y seguramente persiguen) es dañar gravemente su fluidez y eficiencia. Como ejemplo de falta de escrúpulos a la hora de pervertir el lenguaje, algunos si hacen un turno de noche cuentan que han trabajado dos días, el de entrada y el de salida, y así pueden afirmar que han trabajado veintitantos días todos los meses y que la empresa los explota y acosa en condiciones de esclavitud.

Según la reciente ley que regula su actividad, un controlador no puede trabajar más de 1.670 horas al año, más 80 horas extra voluntarias. Durante este año el sindicato USCA y muchos controladores consideraban que dada la plantilla efectiva no habría horas suficientes para cubrir todos los servicios, y que al final del año Aena se vería forzada por este hecho a ceder en la negociación del nuevo convenio. USCA ha acusado sistemáticamente a la empresa de mala previsión y planificación y de despreciar sus reiteradas advertencias.

Pero los controladores estaban haciendo cuentas según su propio criterio, al parecer equivocado. El Consejo de Ministros ha aclarado que no cuentan para ese máximo anual las actividades laborales de carácter no aeronáutico (los permisos sindicales, las imaginarias y las licencias y ausencias por incapacidad laboral, y las reducciones de jornada). Para las 1.670 horas se computan solamente las que los trabajadores están trabajando en frecuencia, con sus correspondientes descansos, más el tiempo de guardias y la formación con tráfico real.

Algunos controladores aparentemente deciden unilateralmente cómo interpretar la normativa y no atienden a las decisiones y aclaraciones de las autoridades competentes: una cantidad importante han abandonado sus puestos de trabajo, en lo que podría constituir un grave delito, alegando sospechosos simultáneos problemas de salud que les imposibilitan desarrollar su trabajo. Ante la falta de personal se ha restringido el tráfico aéreo, cerrando casi totalmente el espacio aéreo, causando pérdidas multimillonarias y graves daños a gran cantidad de personas que no pueden viajar en vísperas de un largo puente y en medio de una calamitosa crisis económica.

Desconozco si se trata de una actuación concertada. No sé si hay más controladores aéreos que piensan que esta actitud es demencial e inaceptable: tal vez los haya pero no se manifiestan porque se sienten atemorizados por individuos más radicales. Ojalá se den cuenta de que esta demostración del daño que pueden hacer va a dañar mucho más su ya maltrecha imagen. (Francisco Capella/LD)



4 comentarios:

UVA dijo...

Creo que la cuestión no es esa. Esto no es una huelga sino la respuesta lógica a un ataque sostenido e injusto.

No puede ser que un indocumentado, sin ninguna preparación, fatuo, engreído y prepotente, que gana mucho dinero con poco trabajo (llamado Pepiño Blanco), acose a unos trabajadores que ganan mucho dinero pero con mucho trabajo, mucha tensión y soportando mucha responsabilidad.

El tal Pepiño les acusó de ganar demasiado, sin atender a sus razones de que su sueldo es justo, teniendo en cuenta su preparación, que es muy exigente, y la gran responsabilidad que conlleva su trabajo. Ellos explicaron que son tantas las horas trabajadas que la suma de ingresos tan alta que se les reprocha, es debida a la ingente cantidad de horas extra que tienen que hacer, y no porque tengan unos sueldos altísimos, como decía el Ministro.

Pero Pepiño, y sus amigos del Gobierno se han dedicado a desprestigiarles, atacándoles siempre y sin atender sus razones. La base de sus ataques siempre era que "ganan demasiado".

Pues bien, si hay una ley que regula el máximo de horas extra que puede trabajar un controlador, ¿a quién le puede extrañar que una vez agotadas las horas, los controladores se acojan a esa ley y decidan irse a su casa a descansar?

Esto no es una huelga. Es el resultado de la incompetencia de un Ministro, que ha conseguido cabrear a quienes se estaban esforzando para cubrir, entre unos pocos, el trabajo que tenían que hacer unos cuantos.

Y pienso que lo oportuno sería que Pepiño contrate más trabajadores y así, los controladores trabajarán menos horas, ganarán menos (que parece ser lo que realmente le preocupa al Ministro), y se crearán puestos de trabajo, que buena falta hacen. Eso sería lo lógico, pero...¿ a que no lo hace?

Sebastián Urbina dijo...

De acuerdo con el último párrafo. Creo que resume bien la situación.

Sebastián Urbina dijo...

Vuelvo sobre la cosa. En mi opinión, no creo que se trate (globalmente hablando) de un ataque injusto. Otra cosa es que no tenga simpatía por este gobierno. Y otra que Pepiño haya gestionado mal este problema. Que sí.

Por ejemplo, si es cierto que los controladores españoles ganan más del doble que los europeos. En promedio. Unos 140.000 euros los europeos, y más de 300.000 euros los españoles.

Si es cierto, este trabajo debería liberalizarse y dejar entrar al que estuviera capacitado. Y hacer oposiciones o algo parecido.

Además, no es admisible que un grupo tenga cogido por los cataplines a todos los españoles, incluido el gobierno. El que sea.

Y desarrollar una ley de huelga, que en treinta años no han hecho ni PSOE ni PP.

Sebastián Urbina dijo...

Rectificación. Antes cobraban unos 370.000 euros al año. Después de los diversos encontronazos con el gobierno y decretos correspondientes, cobran 200.000 euros al año.