domingo, 5 de junio de 2011

IDEAS PARA SALIR DE LA CRISIS (en serio)

Día 05/06/2011(ABC)




Muy cerca de Sol, en la escalinata de la puerta de los leones del Congreso de los Diputados, ABC ha citado a cuatro representantes de la sociedad civil, que trabajan, a través de sus fundaciones, para impulsar la regeneración de España. En el kilómetro cero de todos los caminos, la indignación une el tótum revolútum de los acampados: indignación con los políticos, con los banqueros y, en definitiva, con los poderosos, expresada en mil carteles diferentes sin orden ni concierto. Es como un grito al cielo. Delante del otro «kilómetro cero», el de la soberanía nacional, no hay carteles ni gritos, pero las fundaciones que se han reunido ahí vienen cargadas de ideas, ordenadas y muy pensadas, que desembocan en una misma conclusión: España sí tiene solución, pero hay que ponerse manos a la obra entre todos y cuanto antes. De todas las propuestas que han hecho la Fundación Everis, el Foro de la Sociedad Civil, el Colegio Libre de Eméritos y la Fundación Ortega y Gasset para la regeneración de España, o «reconversión» como prefieren decir algunos, puede extraerse este decálogo con medidas clave para el futuro del país:

1. Reforzar la identidad de la Nación española

El debate permanente sobre lo que es y no es España, las dudas sobre su identidad, quita atractivo frente al exterior. Es necesario recuperar el consenso básico sobre el modelo de Estado, como propone la Fundación Ortega y Gasset, y reforzar el sentimiento de identidad nacional común de los españoles. El Foro de la Sociedad Civil advierte del debilitamiento del concepto de Nación española que se ha producido en los últimos años, mientras se ha consolidado la idea de «nación» en alguna comunidad autónoma.

2. Políticas y pactos estables de Estado

«Hay que pasar de tácticas de partido a estrategia de país», apunta la Fundación Everis. El Colegio Libre de Eméritos propone un acuerdo profundo de los dos grandes partidos políticos sobre las reformas que hay que hacer en tres campos: institucional, educativo y económico. Los pactos de Estado, sin embargo, son incompatibles con el clima de crispación y tensión permanentes que se vive en la política española, donde el regate corto y el insulto al contrario sustituyen al debate público de ideas y a la búsqueda de puentes para poder alcanzar consensos básicos.

3. Reformas en el sistema educativo

Es una de las propuestas básicas de todas las fundaciones. La conclusión es sencilla: sin reforma de la Educación, no hay regeneración posible en España. Desde la sociedad civil se propone «liberar» a los centros de enseñanza de la tutela política, y tender hacia la internacionalización. Además, ven imprescindible reforzar la excelencia y apostar por el talento en los tramos superiores del sistema educativo. Adecuar la enseñanza a la demanda de empleo es otra de las medidas que se ha puesto sobre la mesa, lo que evitaría la formación de bolsas de parados en los centros educativos que al final se encuentran sin salidas. «En educación primaria y secundaria debe regresarse al espíritu de esfuerzo y motivación», afirma el presidente de la Fundación Ortega y Gasset. Junto a la educación general de la población, el Colegio de Eméritos echa en falta la formación «de auténticas elites».

4. División de poderes y reforma de la Justicia

La «politización» de la Justicia en España es uno de los puntos negros que las fundaciones ven necesario abordar, ya que afecta a la columna vertebral de la democracia, como es la división de poderes. En concreto, se apunta a la reforma de órganos como el Tribunal Constitucional y el Consejo General del Poder Judicial, para garantizar su máxima independencia y evitar que el sistema de elección de sus miembros esté exclusivamente en manos de los partidos políticos.

5. Cambios en los partidos y la ley electoral

En la Puerta del Sol se grita «No nos representan» y se exige una reforma de la ley electoral. Las fundaciones no cuestionan el sistema de representación política, pero coinciden, en líneas generales, con la necesidad de introducir cambios en una ley electoral que separa demasiado a los elegidos de los electores. También se propone, desde la sociedad civil, un funcionamiento más democrático en la vida interna de los partidos.
El Foro de la Sociedad Civil ofrece una reforma electoral a fondo, con distritos más pequeños para que cada diputado responda directamente ante sus electores. Se plantea además que sean las bases de los partidos las que elijan a sus candidatos, y no las direcciones de los partidos, como ocurre a menudo y se ha visto, por ejemplo, con el «dedazo» de José Luis Rodríguez Zapatero a Alfredo Pérez Rubalcaba, sin pasar por unas primarias abiertas y neutrales.

6. Mayor austeridad en el gasto público

El despilfarro que se ha producido en algunas administraciones públicas en los últimos años han hecho saltar las alarmas. La obligación de reducir el déficit público a pasos agigantados ha centrado el foco de interés en la exigencia de controlar el gasto público y en una ola de austeridad que llega a todos los rincones de la administración, desde la reducción de coches oficiales (el Ayuntamiento de Madrid está en pleno proceso) hasta la supresión de cestas de Navidad (en el Congreso). Se mira con lupa el gasto de todas las instituciones públicas. «Hay que administrar el dinero del contribuyente con austeridad y decoro», sostiene José Varela, presidente de la Fundación Ortega y Gasset. Los ciudadanos, además, castigan el despilfarro de sus políticos, como se comprobó en las elecciones gallegas.

7. Lucha contra la corrupción

El Foro de la Sociedad Civil es contundente en este asunto. Así lo explica su presidente, Ignacio Camuñas: «Los partidos tendrían que tener conciencia de que cualquier persona implicada en un asunto que un juez tipifique como delito no puede ir en sus candidaturas electorales. Los políticos deben ser extraordinariamente exigentes». La presencia de imputados en diferentes candidaturas ha sido objeto de debate en la última campaña electoral.

8. Unidad de mercado en toda España

La propuesta concreta parte del Colegio de Eméritos, que pide eliminar las barreras económicas que puedan crear las comunidades autónomas. Una de las dificultades que puede encontrar una empresa internacional a la hora de asentarse en España es toparse con una maraña de normas e impuestos, lo que obstaculiza su actividad. «Hay que armonizar la legislación autonómica en asuntos como la ordenación del territorio, el urbanismo y la vivienda».

9. Innovación y competitividad

Que el actual modelo productivo no funciona, y que España se ve obligada a mejorar en innovación y competitividad es algo en lo que coinciden todos, políticos, sociedad civil e incluso, a su manera, los acampados de las plazas españolas. La Fundación Everis propone promover incentivos y políticas útiles para el emprendimiento. El Foro de la Sociedad Civil apunta que la innovación y la competitividad, junto a la internacionalización, son claves para que España progrese. José Varela, de la Fundación Ortega y Gasset, destaca que hay que favorecer una legislación que se centre en favorecer la creación de empresas, «en lugar de enmarañar a los ciudadanos emprendedores en una selva de requisitos burocráticos».

10. Recuperación de valores

«Se ha producido un debilitamiento de valores como la capacidad de previsión, de prudencia y de esfuerzo individuales. La crisis exige restablecer el sentido de las virtudes clásicas, orientadas a capacitar a las personas para ser libres y responsables de sus actos», advierten Miguel Aguiló y Alfredo Pérez de Armiñán, del Colegio de Eméritos. José Varela destaca que «los derechos son inseparables de los deberes, sobre todo en democracia». Ignacio Camuñas sostiene que la crisis de valores es manifiesta y propone recuperar «la búsqueda de la verdad, el sentido de la responsabilidad y justicia, el esfuerzo y el gusto por trabajo bien hecho, la aspiración a la excelencia».
Y como lección de la crisis económica, el ex ministro Eduardo Serra advierte que no se debe vivir nunca por encima de las posibilidades.

4 comentarios:

Moscón dijo...

Diez lindas y estériles ideas.Las nubes de tormenta se buscan en el cielo,no en el suelo.
Hay que ubicar que grupos económicos(internos y externos)se beneficiaron y se beneficiarán con las políticas que los llevaron a este desastre,desarmarlos y enjuiciarlos por subversión y sabotaje económico.
Que paguen los beneficiados actuales y a futuro de todo este desaguisado que por cierto,no se llega a la crisis por desinteligencia sinó todo lo contrario,es un plan perféctamente orquestado con la precisión de un reloj suizo.

Herep dijo...

Buenos días,
Certero artículo que toca varios puntos problemáticos en la España de hoy en día.
Pero...
¿cómo y quién va a aplicar las recetas?
¿Rajoy? ¿Rubalcaba? ¿El PP junto con el PSOE?
Vamos apañados, a mi modo de ver.
Haría falta un líder... alguien que hablara claro, que no tuviera miedo a perder unas elecciones utilizando como eje básico de su programa la realidad socioeconomica del país... promoviendo las reformas que nos lanzaran al s. XXI con sacrificio y valentía...
... ¿hay algo de eso por aquí?

La respuesta salta a la vista.

Es como el mal bombero que mira el incendio desde la calle: sabe que tiene que hacer, pero no quiere arriesgarse a hacerlo.

Un saludo y buen domingo!

Aurora dijo...

Hombre! Ideas estériles no. Solo son difíciles de poner en práctica.

Pero valen como metas. Y si queremos poner fin a esta situación, lo primero es establecer nuestras metas, y después estudiar la forma de llegar a ellas.

Por eso, yo creo que son una buena propuesta y un buen punto de partida, aunque seamos conscientes de que nos queda una tarea dura hasta conseguir ponerlas en práctica y tener la paciencia necesaria para esperar que fructifiquen.

... pero no seamos pesimistas. Ninguna empresa sale bien si se inicia con espíritu de derrota.

Juan Luis dijo...

Amigo mío, no se esfuerce. Con una deuda pública y privada superior al PIB, las Cajas de ahorro quebradas (llegaron a suponer más de la mitad del sistema financiero), y con la economía al borde del colapso por su incapacidad de financiar no ya pasivos, sino siquiera circulantes, aquí hay que pensar en otros escenarios. Veo, al menos, que rehúye los paquetes de choque, como si diera ya por sentado que la recuperación de la “confianza de los mercados” fuera una batalla perdida. No le quepa duda de que lo está. Primero porque el capital nunca se halla ocioso y, una vez que sale, es muy problemático su retorno; segundo, porque la confianza es algo que suele ganarse en mucho más tiempo del preciso para perderse y, tercero, porque la estúpida política energética de Zapatero nos ha puesto en seria desventaja competitiva por la via de costes. Por cierto, una magnífica lección de “redistribución”: unos cuantos se forran, a Zapatero le ponen un chalé de un millón y la “mayoría silenciosa” paga el pato. De todas formas, ni el ajuste severo de los activos bancarios o el de las relaciones laborales, que está por ver si se abrirán, podrán ya cambiar significativamente el devenir. Se ha perdido un tiempo precioso y llegará demasiado tarde.
En realidad, no habrá y solución para la crisis, al menos en una década. Lo que vendrá antes o después será la suspensión de pagos, porque no veo la manera de embridar el déficit y, a partir de ahí, tampoco de refinanciar "sine die" la deuda. (No creo que pueda volverse a la deuda perpetua, aunque tentaciones no faltarán). Por supuesto, si el Estado no puede hacer frente a sus compromisos externos, tampoco podrá satisfacer totalmente los gastos corrientes (incluyendo los derivados del llamado “estado del bienestar”, como tampoco nóminas de funcionarios o pensiones). El rescate de la U.E. ni es viable ni aliviaría el problema porque, visto el repunte inflaccionista del último año, no se vislumbra la forma de reajustar precios/salarios por via de corrección interna, como tampoco de recuperar nichos de actividad al menos sin deflacciones del 50% al 80%. Fuera del sistema Euro, con tipos de interés en el entorno del 12% y con paridades cambiarias de 350/450 pesetas por euro, las cosas comenzarán a cambiar. Entre otras, los hábitos de conducta. Adiós a las vacaciones en el Caribe o la teconología alemana, porque sus precios serán inancanzables para la mayoría de los ciudadanos. Así veo el primer tramo del ajuste, pero harían falta otros, así como más devaluciones, para ver el final del túnel.