Wilt Chamberlain, el mítico jugador de
baloncesto norteamericano ha dicho, por activa y por pasiva (y así se ha publicado) que se ha pasado por
la piedra a 20.000 mujeres.
Según noticias no del
todo confirmadas, el tal Kilt llevaba la bragueta abierta. Durante el día. Por
la noche hacía como Marilyn Monroe. Llevaba puesto un Chanel 44 en las partes
nobles. Chanel pour homme, por supuesto.
Todo para facilitar las
cosas. Es que, claro, no se pueden perder días que luego hay que recuperar.
Además, hay que jugar partidos de baloncesto. Ahí el entrenador no ha cedido ni
un milímetro. Pantalones bien cerrados, con doble cierre, hasta terminar el
partido.
Imaginen que el caballero
del manubrio prodigioso tuviera o tuviese que desabrocharse los pantalones,
bajarlos hasta una altura adecuada, etcétera. Esto supone una lamentable pérdida de tiempo.
De este modo, si (un suponer) el famoso jugador se pasea con el carrito por el supermercado y una señora (de las 20.000) se topa con él, puede agacharse, con la excusa de que se ha caído el monedero y en una abrir y cerrar de ojos (dado que la ardiente fémina lleva falda corta sin más estorbos) Wilt hace un mete-saca de no te menees. Nadie se entera de nada. Como lleva la bragueta abierta, puede desenfundar enfundar a gran velocidad. La madame se incorpora murmurando 'qué empujones; los supermercados están imposibles'), y se atusa el pelo con cara de indignación.
Acto seguido el esforzado Wilt saca la libreta y apunta. Día tal a las tantas, un mete-saca número 7.248. Y a otra cosa mariposa.
En la foto de arriba pueden ver a Chamberlan saltando. Va vestido de amarillo. Observen que los pantalones están bien cerrados. Por si acaso.
Comprueben lo que digo. Por cierto, ya no está en activo. Lo siento.
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