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miércoles, 11 de julio de 2007
NOTICIAS BREVES (¿en buenas manos?)
10/7/2007
Más noticias de la prensa canallesca (ABC)
Martin Ferrand (¡Qué vergüenza!) se atreve a decir de nuestro querido Presidente:
'Dicho sea con precisión terminológica, Zapatero es el gran zascandil de la política nacional. Es inconsistente, hueco y tiene establecidos escasos compromisos con la verdad'.
¿Hasta dónde llegaremos, me pregunto? Aturdido por estas ofensivas palabras, me sumerjo en la lectura del primer tomo de El Capital. Por si las moscas, aclaremos lo de 'zascandil'. Leo que es sinónimo de 'mequetrefe', 'títere' y 'zamarro'. Prefiero no saber lo qué es 'zamarro'. Pero hay más camaradas, hay más.
Resulta que un tal Miguel Porta Perales (crítico y escritor, nada menos) se atreve a decir que nuestro querido Presidente se decanta por el populismo.
'El populismo- carente de ideología pero sobrado de olfato: ahí reside el secreto de su éxito y de los desastres que engendra- se limita a un discurso demagógico que remueve y promueve los sentimientos, emociones, temores, odios y deseos del pueblo con el objeto de alcanzar y conservar el poder'.
Y recordando a Miguel Angel Blanco, también conviene recordar que ayer, en el aniversario de su asesinato:
'Sólo el gobierno socialista parece haber olvidado, en el bando de los demócratas, que ayer se cumplió el décimo aniversario del secuestro de Miguel Angel Blanco, asesinado dos días después por ETA. En la agenda gubernamental no hubo ayer un minuto de tiempo para que cualquiera de los miembros del Ejecutivo asistiera a uno solo de los actos organizados en homenaje y recuerdo por el concejal del Partido Popular'.
Si este comportamiento no es respetable (es un suponer), ¿es respetable el comportamiento de los que apoyan a quienes actúan de esta forma? Se dirá que todos los partidos tienen comportamientos no respetables. Es cierto. Pero no todos los comportamientos no respetables son iguales. ¿Es el desprecio a las víctimas un comportamiento no respetable, como tantos otros? Que cada uno asuma la responsabilidad de decidirlo por su cuenta.
¿Qué se puede esperar, hoy por hoy, de este partido socialista? Y no se trata de que el PP lo haga todo bien. Sería una falsedad y una estupidez decirlo. La cuestión no es esa. Creo que el PP se equivoca gravemente al aceptar Estatutos anticonstitucionales aun que luego interponga recursos; creo que no debiera aceptar barones regionales que se esfuerzan en ser 'buenos chicos'. Por ejemplo, Piqué en Cataluña, aunque no es el único. Hay dos opciones políticas básicas, no sólo para Cataluña. Personalizaré porque es más fácil y se termina antes, pero hay toda una visión de lo que es una sociedad libre, de lo que es España, de lo que es la solidaridad interterritorial, del papel de los nacionalismos, etcétera.
Personalizar me permite decir, o Piqué o Vidal Quadras. El PP tiene, básicamente, estas dos opciones. Dicho con otras palabras, un discurso propio, basado en la libertad, la solidaridad y la España constitucional, o un discurso melifluo, acomodaticio, dispuesto a pactar con quien sea y casi lo que sea, para 'tocar poder'. Esto último es una muerte lenta. Yo no soy partidario de participar en este entierro. Ni poner cara de, '¡qué le vamos a hacer!'. Esto no sirve. Si carecen de ideas y de coraje, que se aparten. ¿Por qué, por ejemplo, han alejado, y ahí lo mantienen, a Vidal Quadras? Ya pasó el tiempo de componendas, chantajes consensuados y falsas sonrisas. Nos jugamos demasiado.
Sebastián Urbina.
Una última grosería contra nuestro amado Presidente. José Raga, catedrático de Economía de la Universidad Complutense, calificó de ''necio'' al Presidente del Gobierno, cuando éste prometió 'aumentar la productividad en un año'. Raga explicó que el problema educativo es uno de los principales culpables de ello, porque hay 'muchas investigaciones estériles y una gran falta de esfuerzo y disciplina'.
¡Lo que falta es talante dialogante! Profundamente afectado por estas indelicadezas fachorras (¿qué otra cosa puede ser?) me sumerjo en la lectura de Lenin y, cuando ya no pueda más, de Gramsci.
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