martes, 2 de febrero de 2010

EL RETRETE SEPARATISTA.


Es más fácil aprender los orígenes del «Xahadá» (la profesión de la fe en la religión islámica), familiarizarse con los ritos del «Sálat» (la oración) o saber por qué los judios demuestran obediencia estricta a su única Ley religiosa escrita: la «Torah», que escolarizarse en castellano en Cataluña. Quien no lo crea sólo tiene que leer el folleto de preinscripción que la Consejería de Educación de la Generalitat ha colgado en su web y que desde hoy y hasta el próximo día 16 está al alcance de todos los padres que deseen escolarizar a sus hijos en colegios públicos de esta Comunidad.

El documento, al que ha tenido acceso ABC, reconoce abiertamente el derecho de los inmigrantes a recibir enseñanzas sobre sus respectivas religiones (islámica, judía, evangélica,..) pero, en cambio, niega a los inmigrantes españoles (algunos de ellos asentados desde hace muchos años en Cataluña) el poder recibir los primeros años de enseñanza en su lengua materna.

Imposición sólo lingüística Los mismos colegios que se niegan a imponer una religión por encima de otra se muestran luego inflexibles en el ámbito lingüístico y defienden la presencia del catalán como única lengua vehicular en la enseñanza. Respeto a la multiculturalidad sí, pero no al bilingüismo, un derecho constitucional.

La opción de ser escolarizado en castellano no aparece en el folleto oficial de preinscripción, en el que figuran los datos del alumno, sino en un folio adjunto en el que se explicitan las instrucciones sobre cómo y dónde debe presentarse la solicitud. Es en ese segundo folio, el de la letra pequeña, en el que puede intuirse esa elección -intuirse porque aparece camuflada entre otras muchas recomendaciones como la de usar bolígrado y mayúsculas al rellenar el formulario-.

Para más inri, la elección tampoco es directa; es decir, los padres no tienen la opción de marcar una casilla porque no existe como tal sino que les conminan a dirigirse a la dirección del centro a pedir que sus hijos reciban el primer año en castellano, siempre con la fórmula de la atención individualizada. La nueva Ley de Educación catalana, aprobada el pasado verano en el Parlamento catalán, recorta de cinco años a uno el derecho a recibir enseñanza en castellano.

Amonestaciones judiciales El Ejecutivo de Montilla ha recibido varias amonestaciones judiciales, varias del Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC) y una del Tribunal Supremo (2008). Todos los fallos obligan a la Generalitat a reinstaurar la demandada casilla en los folletos oficiales de preinscripción escolar. El último pronunciamiento judicial, de diciembre de 2009 y emitido por el TSJC, avala, sin embargo, el modelo de atención lingüística de la Generalitat.

La sentencia ha sido recurrida por Convivencia Cívica, asociación que lleva años luchando para que se respeten los derechos de los castellanohablantes. Ayer arrancó la preinscripción escolar en Cataluña, con una oferta total de 1.032.382 plazas para segundo ciclo de Educación Infantil, Primaria y Secundaria.

Las fechas de preinscripción se han adelantado unos dos meses en respuesta al cambio de calendario, que avanza el inicio de curso a la segunda semana de septiembre, por lo que los preparativos deben iniciarse antes. Por primera vez, los derechos de las familias monoparentales se han equiparado en el proceso a los de las numerosas. (E. ARMORA/Barcelona/ABC)

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