miércoles, 19 de mayo de 2010

robin hood es del pesoe













Titulares de Prensa (El Mundo) Miércoles 19 Mayo 2010-




EL PSOE EXIGE MEDIDAS CONTRA LA BANCA, LOS RICOS Y LA IGLESIA.


Hay que ser idiota o fanático para tragarse estas bobadas. ¡Ya viene Robin Hood!

Y no es insulto. Es que hay que ser tonto del haba para comulgar con ruedas de molino.

Por tanto, los socialistas que no traguen estos eslóganes no se deben ver afectados por los calificativos anteriores.


Sebastián Urbina.


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Sebastián Urbina

Valores de derecha y de izquierda.


Es un lugar común distinguir entre ‘derecha’ e ‘izquierda’. Pero ¿qué significa ser ‘de derechas’ o ser ‘de izquierdas’? Definiciones hay muchas, aunque, tal vez, la que utiliza la mayoría de ciudadanos es la que asigna a partidos de izquierda la defensa de valores como la igualdad de oportunidades , la tolerancia, la participación, la justicia social, un Estado garantista y protector, etcétera; por su parte, se asigna a partidos de derecha, principios como el del mérito, el trabajo, la confianza en la economía de mercado, la apuesta por un Estado más ‘delgado’ y menos regulador, una autoridad fuerte, etcétera.


Sin embargo, sería preocupante que la mayoría de los ciudadanos creyera, en serio, que los partidos de izquierda y de derecha responden a estos tópicos. Veámoslo más de cerca.

Por ejemplo, se dice que la izquierda defiende la igualdad de oportunidades. ¿Quiere decirse que la derecha no la defiende? Ya no se trata de opiniones a favor o en contra. Es que, como cuestión de hecho, los partidos de derecha defienden la igualdad de oportunidades, al menos como los partidos de izquierda. Por tanto, hay que eliminar este criterio de ‘igualdad de oportunidades, porque no es diferenciador entre derecha e izquierda.


Incluso podríamos poner algunos ejemplos. La actual enseñanza española, de pésima calidad, no ayuda a la igualdad de oportunidades. Los hijos de familias de clase media baja y baja, tenían (cuando la enseñanza pública era de mayor calidad) la oportunidad de mejorar social y económicamente. En cambio, la LOGSE es, en gran medida responsable, de este deterioro, y es obra de la izquierda. Es decir, la izquierda ha perjudicado, aunque por vía indirecta, la igualdad de oportunidades de las jóvenes generaciones.


Podría decirse que uno de los ideales de la izquierda es, más que la igualdad de oportunidades, la igualdad de resultados. Este tipo de igualdad, aplicado a la enseñanza ha tenido, y tiene, nefastos efectos. Es cierto que ha igualado el nivel estudiantil, pero lo ha igualado a la baja. Y los informes PISA de educación, nos sitúan en los últimos lugares de Europa en calidad educativa.

Otro valor, supuestamente de la izquierda, sería la ‘tolerancia’. Hay que tener grandes tragaderas para creer que la izquierda monopoliza la tolerancia, o el valor de la tolerancia. También como cuestión de hecho, es falso. De todos modos, primero habría que aclarar qué se entiende por tolerancia. Pongamos un ejemplo. Gracias, otra vez, a la LOGSE y a la ideología de izquierdas, se ha minado la autoridad de los profesores. ¿Supone esto más tolerancia? Las aulas son, ahora, más conflictivas y ruidosas. Los profesores tienen más bajas laborales por depresión. Y los buenos estudiantes tienen más dificultades para estudiar y aprovechar el tiempo en una clase sin orden.


¿Tal vez se refieren, por ‘tolerancia’, a que han legislado a favor del matrimonio homosexual? Si así fuera, sería conveniente distinguir entre tolerancia y demagogia. ¿Por qué? Solamente tres o cuatro países en el mundo aceptan el matrimonio entre personas del mismo sexo. Por tanto, la inmensa mayoría acepta las ‘uniones civiles’. ¿Qué dice la derecha represora española? En general, apuesta por las ‘uniones civiles’. Las personas del mismo sexo que quieran convivir pueden hacerlo y, además, acceder a los mismos derechos que los cónyuges de un matrimonio. Pero no son un matrimonio. No manipulemos el lenguaje. Desde la noche de los tiempos, el matrimonio se refiere a la unión entre hombre y mujer. ¿Es tolerancia despreciar el significado usual de las palabras?


Cuando las palabras pierden su significado, la gente pierde su libertad’. Confucio.


La ‘participación’ sería otro valor típico de la izquierda. Por tanto, la exclusión y el silencio serían típicos de la derecha. ¿A quién pretenden engañar con estas falsedades? Hay que ser un sectario para tragar estas simplezas demagógicas. ¿Quieren decir que cuando la derecha gana las elecciones se termina la participación de los ciudadanos y que se retoma al ganar la izquierda?


¿Se acuerdan del antidemocrático Pacto de Tinell? ¿Y del ‘cordón sanitario’? Son ejemplos de cómo entiende la izquierda (y sus amigos nacionalistas) la participación. ¿Cómo se puede hablar de ‘participación’ como un valor de la izquierda, cuando han tratado de excluir de las instituciones democráticas al principal partido de la oposición?


Por cierto, recordemos que el reconocimiento del voto a las mujeres, durante la II República española, fue obra de la derecha. No de la izquierda. Como lo oyen. Eso es participación.

Otro valor, supuestamente de la izquierda, sería ‘la justicia social’. Recordemos la propaganda del partido socialista durante la época felipista. Sacaron a relucir el amenazante doberman, y dijeron que si ganaba la derecha quitarían las pensiones a los jubilados. Por supuesto, todo era mentira.


Tanta mentira nos obliga a recordar que Prusia fue el primer país en crear un sistema público de pensiones, llamado de reparto. De la mano de Bismarck, el llamado Canciller de Hierro (1815-1898). Tampoco fue la izquierda la protagonista de la ‘justicia social’.



Como dice M. Rojas, en ‘Reinventar el Estado del Bienestar’, Suecia ha sido un modelo para los socialdemócratas. Pero ha sido este país el que ha puesto de manifiesto las debilidades de este modelo cuando se sobrepasan ciertos límites. Suecia ha iniciado, a partir de la profunda crisis de los años 90, la búsqueda intensa de un Estado del Bienestar más viable. Es decir, un modelo liberal que empieza (1991-1994) con el conservador Carl Bildt. Mauricio Rojas, en ‘Reinventar el Estado del Bienestar’, cuenta cómo Suecia ha pasado del Estado benefactor al Estado posibilitador, con gran éxito. O sea, de la izquierda a los liberal-conservadores.



Con otras palabras, frente al Estado Benefactor, dispuesto a controlarlo todo y a decidirlo todo desde la cuna a la tumba, típico de la izquierda, se ha impuesto el Estado Posibilitador. Pero no se trata de un Estado mínimo y desregulador. Se trata, por el contrario, de respetar y fomentar el vigor y la dinamicidad de la sociedad civil.


En resumen, el Estado del Bienestar, en manos de la izquierda, entró en un callejón sin salida por no controlar el gasto público, ni las prestaciones sociales. Eso sí, las intenciones de la izquierda eran buenas.


Usted verá lo que le conviene.


Sebastián Urbina.


1 comentario:

Anónimo dijo...

"Hay que ser idiota o fanático para tragarse estas bobadas. (...) Es que hay que ser tonto del haba para comulgar con ruedas de molino."

Cuando yo estudiaba en la universidad los profesores se movían por otros territorios léxicos y argumentales. Quizás los problemas que aquejan a la enseñanza universitaria española hay que empezar a arreglarlos por la formación ética del profesorado.