domingo, 16 de mayo de 2010

ZAPATERO, TOCADO.


«Se le ve tocado, no hundido», cuentan de José Luis Rodríguez Zapatero sus colaboradores. Y no por las encuestas adversas, precisan. Lo que no quiere es aparecer ante los españoles como un político insensible. Por eso, este jueves, después de ver a los líderes sindicales, no pudo evitar reflexionar con un alto cargo sobre la «paradoja» de que Cándido Méndez e Ignacio Fernández Toxo le vean como un ajeno. Acababan de plantearle una subida de impuestos a las rentas altas y dijo «no» por miedo a frenar la recuperación. Quiere ver cómo evoluciona la recaudación con la subida del IVA en julio y luego decidirá.

ABC ha reconstruido con testimonios del entorno presidencial qué pasó entre la noche del viernes 7, en Bruselas, y el miércoles 12 cuando se anuncia un recorte medio del 5% del salario a los empleados públicos y la «congelación» de las pensiones contributivas. Todos coinciden en que la teoría de la «improvisación» que difunde el PP ha sido «efectiva, porque nosotros no podíamos adelantar nada, pero falsa». «Desde hace meses», aseguran, los ministerios tenían preparadas medidas para un plan B que aumentara el recorte de 5.000 millones previsto inicialmente en 2010. Ponen como prueba que al secretario de Estado de Presupuestos, Carlos Ocaña, «se le escapó» el 24 de febrero el posible incumplimiento del acuerdo salarial con los funcionarios firmado en septiembre de 2009.

Pero ¿cuándo se decide Zapatero poner en marcha ese Plan B? El martes 4, en Bruselas, empieza a intuir lo que tres días más tarde le diría Nicolás Sarkozy -«Grecia ya es historia, nos jugamos la desaparición del euro»-. Tiene que salir a desmentir un rumor surgido en la City londinense sobre un supuesto «rescate» de 280.000 millones para España, y comprueba con estupor al día siguiente, miércoles, cómo su palabra ya no vale. A primera hora ha citado a Mariano Rajoy y, probablemente, sólo por no dar la razón a su adversario, dice después de dos horas y cuarto de reunión aquello de: «Recorte sí, drástico no». Aun a sabiendas de lo que se cocía.

El jueves fatídico
El jueves 6, el Tesoro se ve obligado a pagar un 0,738% más para colocar 2.345 millones de deuda pública española en bonos a 5 años y la agencia Moody´s alerta de riesgo en la banca de Italia. A las 14:30, ABC asiste a un almuerzo con María Teresa Fernández de la Vega en La Moncloa. Por vez primera, da síntomas de no tener claro que pueda cumplir su acuerdo con los funcionarios: «Seguiré defendiéndolo, otra cosa es lo que pase». Viernes 7.


Zapatero acude a la reunión del Eurogrupo en Bruselas y, a diferencia de otros países, cuantifica un recorte adicional de 5.000 millones este año y 10.000 en 2011. Un esfuerzo que empezará a concretar el lunes 10, a las 9.00, cuando reúne en La Moncloa a De la Vega, Chaves, Blanco, Leire Pajín, y el secretario de la Presidencia del Gobierno, José Enrique Serrano. Elena Salgado no acude porque acababa de aterrizar. a las 7.00. Venía de concretar en el Eurogrupo el fondo de rescate de 750.000 millones. Fue a la 1.30, justo para que la Bolsa de Tokio abriera al alza y anticipara la mayor subida en la de Madrid (14,43%).

En la reunión, Zapatero anuncia el recorte a los funcionarios. Nadie, «tampoco De la Vega», pone objeciones. No cierran el tema pensiones por las reticencias de Blanco y Pajín. Eso lo decidirían por la tarde, a solas, Zapatero y Salgado. En la reunión sí se acuerda pedir a Sanidad una nueva vuelta de tuerca en gasto farmacéutico. Y Trinidad Jiménez aporta un ahorro de 600 millones adecuando los envases a la duración del tratamiento. Los 5.000 millones de recorte extra en 2010 están conseguidos.(ABC)
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Hay que dar otro empujoncito. No está hundido por pura inconsciencia. Pero ¿se merece la gente este señor? Esta es la cuestión.

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