jueves, 20 de mayo de 2010

SILENCIOS ELOCUENTES.











SILENCIOS ELOCUENTES.

En un cruce de comentarios entre un 'Anónimo' (me parece recordar) y UVA, el primero acusaba al segundo de insultar al que piensa diferente. Esto venía a cuento porque UVA descalificaba a los que votaron (al menos los que le votaron por segunda vez) a Zapatero.

Dado que no ha habido respuesta de UVA (a lo que tiene todo el derecho), yo contestaré, esperando que no le moleste.
La crítica del 'Anónimo' es manipuladora, consciente o inconscientemente. ¿Por qué?

UVA se refería a un caso concreto, el de los votantes que votaron a Zapatero por segunda vez. Ya conocidos, por tanto, los efectos disolventes y perniciosos de su política. En cambio, el 'Anónimo' hace una abstracción y deja de referirse al caso concreto, que era el utilizado por UVA.

Sin embargo, la diferencia es abismal, ontológica. Tan es así, que yo estoy de acuerdo con el caso concreto, pero no con la abstracción. Es decir, el que votó por segunda vez a Zapatero me parece un 'idiota político', pero no me parece aceptable insultar al que discrepa, en general y sin precisar los contenidos.

Lo importante es tener en cuenta que la frase 'insultar al que discrepa' incluye casos de discrepancia estúpida y casos de discrepancia argumentada. No es lo mismo. Por ejemplo, si un persona me dice 'la derecha española es facha', no perderé el tiempo debatiendo con esta persona. Tendrá que argumentar algo para que le tenga en cuenta a los efectos de un debate.

En resumidas cuentas, el diálogo racional exige algo más que abrir la boca o soltar calificativos.

Finalmente, y una vez más, la distinción 'derecha-izquierda' es simplona y superficial. Sólo sirve para 'entendernos'. Si uno se la toma en serio hay motivos para dudar de su capacidad política y de su capacidad para debatir, en serio. Puede verse, por ejemplo, y en este blog, el artículo: 'Valores de derecha y de izquierda'.

Nota final.
La descalificación no debe ser el sistema habitual de debate, pero no siempre se puede tener la paciencia de Job. Si Evo Morales, por ejemplo, viene a España a insultarnos no es exigible que nos comportemos como Teresa de Calcuta. Máxime si no tengo responsabilidades políticas, en cuyo caso mi protesta será firme pero educada. Y si un gobernante (ZP) nos lleva a la ruina, tampoco hay que reprimirse en exceso.

Por cierto, si el 'Anónimo' dice que 'todo es relativo', no seguiré por ahí. Ya he escrito sobre esta cuestión y no trataré este tema, en este breve comentario. Además, si 'todo es relativo', los insultos también lo serían.

Sebastián Urbina.
PD.
Toda persona debería saber que los contextos desde los que se habla, o escribe, justifican (o exigen) estilos diferentes de comunicación. Las personas unidimensionales (no en el sentido de Marcuse) son, humanamente hablando, poca cosa. Es decir, una persona que siempre utiliza el mismo estilo, actúe como padre, hijo, hermano, profesor, alumno, vecino, amigo, etcétera, es una persona simple.

1 comentario:

UVA dijo...

La verdad, Sr Urbina, es que usted lo ha dicho ya todo, y seguramente mejor de cómo lo hubiera hecho yo si hubiera contestado de nuevo a Jeff en la entrada "Socialistas". Pero ya que me dedica usted esta nueva entrada, no me resisto a poner por escrito algunas de mis reflexiones.

Creí que mi posición quedaba clara al decir: “considero imbécil a quien hace imbecilidades, vote a quien vote”. Por otra parte, y aunque Jeff no tiene por qué saberlo, yo ya no soy de ningún partido, me han defraudado todos, así que votaré en cada momento lo que me parezca menos malo; o lo que es lo mismo, ya que no tengo a favor de quién votar, votaré contra quien me parezca el peor o el más peligroso (y hoy considero que el peor y más peligroso es ZP)

Creí que eso contestaba a la primera pregunta de Jeff. ¡Claro que no es defendible insultar a quien vota a otro partido!, ¿no le estoy diciendo que votar socialista me parece una opción respetable aunque yo no lo haga?

Y por supuesto que considero que el insulto no es un buen método de convivencia. Lo que ocurre es que debemos ponernos de acuerdo sobre qué es un insulto. Para mí, insultar es atribuir a otro una cualidad negativa con ánimo de ofender y sin considerar si la tiene o no; y es más, normalmente se sabe o se intuye que no tiene esa cualidad, pero se le atribuye para molestar.

Por ejemplo, para ofender a una mujer, se le suele llamar puta, aunque quien se lo diga lo ignore todo sobre su vida sexual; y a un hombre, se le suele calificar de cabrón cuando tiene malos instintos, aunque su mujer sea una santa. Eso es insultar.

En cambio, afirmar que quienes han votado a ZP por segunda vez son imbéciles, no es un insulto sino una calificación. Y es así porque no hay ningún ánimo de ofender, y porque se les atribuye esta cualidad con conocimiento de causa ya que incurren en el hecho que les hace merecedores de este calificativo; o sea, que han votado de nuevo a quien no nos ha traído más que desastres, se han dejado engañar por segunda vez, y por lo tanto encajan en la definición que de tal calificativo hace la R.A.E. cuando nos dice que imbécil es un ser “ Alelado, escaso de razón”

Se lo digo pues, sin ánimo de ofender, y hasta con pena: quienes votan a ZP por segunda vez(no quienes votan una opción distinta de la mía)son imbéciles. Lamentablemente.

Además, Sr Jeff,no se en qué saco me está metiendo cuando me incluye con los que asumen las prácticas del Sr Jiménez Losantos. Hace ya mucho tiempo que no le oigo, desde que se volvió demasiado “fundamentalista” y dejó de ser un hombre objetivo. ¿Por qué me identifica con él?¿No será usted de los que creen que todos los que no coinciden con sus opiniones están en el mismo frente?

Y por último, y por supuesto, Sr Jeff: ¡Viva España!