viernes, 14 de mayo de 2010

EL CÁNCER SEPARATISTA.












14 Mayo 10
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Alfonso Ussía, presidente del Consejo Editorial de LA RAZÓN y moderador del encuentro, quiso dejar muy claro antes de empezar el objetivo de esta mesa redonda: «hay que intentar arreglar la España necesaria, que es todo lo contrario de lo que tenemos hoy». Para Ussía, los últimos ejemplos de ataques a la unidad de España, al castellano, las exigencias nacionalistas, los últimos referéndums independentistas celebrados en Cataluña... En definitiva, los intentos ya casi incontables de destruir esa unidad son un signo inequívoco de que «hay una España que está dividida».

Pero no sólo eso, sino que quiso añadir y hacer hincapié en el hecho de que la sociedad española cada vez está «más aldealizada, es más comarcal». Y buena parte de ella, prosiguió, está «envenenada por los nacionalismos separatistas», al tiempo que recordaba que cuenta «con una densidad de funcionarios por el Estado de las Autonomías que es realmente escandalosa...».

Ussía cree necesario ese esfuerzo de todos los ciudadanos y las Administraciones del Estado para «arreglar España». En algunos momentos, incluso sentía «depresión» por la realidad que escuchaba. (La Razón)

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EL CÁNCER SEPARATISTA Y SUS (estúpidos) ALIADOS.

Es sorprendente que, de forma similar (no igual), al suicidio de una persona, se pueda producir el suicidio de una sociedad. En forma de largo proceso de descomposición y desintegración. No suele haber un solo motivo, una sola causa, sino varias que interactúan. Pero señalaré una que destaca por su importancia. La renuncia de los dos grandes partidos a ponerse de acuerdo para cumplir y hacer cumplir la Constitución. Este es el factor determinante.

Pero los dos grandes partidos no podrían actuar de esta forma sin un electorado (en parte) políticamente inmaduro, que no castiga electoralmente la falta de sentido de Estado.

El comportamiento mezquino y chantajista de los separatistas es algo con lo que se debe contar. Pero sin el beneplácito de los partidos citados no podrían hacer nada importante, salvo aullar y gemir, según sea el momento. Y meter cizaña para envenenar el ambiente. Ningún problema si hubiera compromisos de Estado entre PSOE y PP.

Sebastián Urbina.

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