lunes, 24 de mayo de 2010

MIENTE COMO UN BELLACO.


Actualizado Lunes , 24-05-10 a las 12 : 30
El presidente de la Generalitat catalana, José Montilla, ha comenzado a las 10.30 horas su intervención en el Senado, arropado por la plana mayor del tripartito catalán, para intentar forzar el desbloqueo del "Estatut" en el Tribunal Constitucional y buscar el apoyo de las autonomías en la Comisión General de las Comunidades.

Montilla, un cordobés que se ha dirigido a los oyentes entremezclando el catalán y en castellano, ha tomado la palabra en la que ha sido la quinta comparecencia de un presidente de la Generalitat catalana en el Senado. "Hablar de Cataluña es hablar de España, de la España del futuro", ha iniciado su oratoria el mandatario, que ha reprochado que "la intervención en el Senado de un presidente autonómico sea una excepción". "No debería ser anómalo", ha dicho.

El dirigente ha reclamado la solidaridad de otras autonomías, subrayando en una larga disertación sobre la dinámica territorial que hay que "superar la vieja inercia centralista" para que España camine "entre la pluralidad y la integración". Ha querido ejemplificar el "déficit en integración" que existe en el país en materia de la diversidad lingüística dirigiéndose a los senadores en las lenguas cooficiales, el catalán, castellano, en gallego y en euskera. "Las lenguas no tienen precio", y quienes "quieren ponerle precio", buscan ese "afán separador", ha enfatizado Montilla. Ha arremetido, por ello, contra quienes todavía "tristemente" están lejos de asumir la pluralidad lingüística, que, como ha recordado, llegó a defender la actual presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre, cuando presidió el Senado. Montilla ha censurado que se emitan "juicios peyorativos" sobre el catalán.

Que el Senado renueve «con carácter de urgencia» el TCDespués de estas aseveraciones, Montilla ha pasado a recopilar los hitos del largo periplo del "Estatut" en manos del Tribunal Constitucional, la primera vez en la historia democrática que el Alto Tribunal debe pronunciarse en relación a una ley secundada por la ciudadanía catalana en referéndum y ya vigente, desde el 9 de agosto de 2006. Montilla ha denostado la "situación anómala" en la que se encuentran seis de los doce magistrados que debían pronunciarse sobre el Estatuto de Autonomía de Cataluña, "la mitad del Alto Tribunal". Además de reclamar al Senado que reactive "con carácter de urgencia" la renovación de un TC que se ha mostrado incapaz de tomar una decisión sobre esta norma -y la de la de los cuatro magistrados cuyo mandato caducó en diciembre de 2007-, Montilla ha destacado que "el Estatut ha servido como referencia para otras reformas estatutarias y motor de la evolución del conjunto de las autonomías, como por ejemplo en la reforma del sistema de financiación". Por ello, no ha sido "ni extemporáneo ni desestabilizar" urgir al TC a que tome una determinación o se renueve en caso de mostrarse incompetente. "No podemos permitirnos que una institución debilitada acabe lastrando al conjunto del país", ha enfatizado.

A continuación, ha señalado que Cataluña no quiere "cambiar las reglas del juego, sólo quiere que se cumplan". "No pedimos leyes a medida para Cataluña, sino que permitan aplicarlas con normalidad", ha completado, para continuar: "Se puede decir que el Tribunal Constitucional está perdido en un laberinto", y su "inoperancia" y su "pérdida de legitimidad moral" no se pueden proyectar en el funcionamiento de las instituciones democráticas.

Montilla, que ha lanzado la acusación al PP de que nunca se debería haber presentado el recurso de inconstitucionalidad contra la normativa autonómica, ha afirmado quelo que está en juego es "que la desafección se convierta en profunda frustración y pueda dar argumentos a aquellos que quieren dar la ruptura -ha advertido-. Está en juego el sentido del alcance del propio pacto constitucional, cuando en nombre de la Constitución se pretende revertir su espíritu".

Escoltado por los máximos responsables del tripartitoMontilla ha acudido a la Cámara Alata "escoltado" por los máximos responsables de los partidos que conforman el tripartito catalán: el presidente del PSC y vicepresidente de la Cámara Alta, Isidre Molas, el presidente de ERC, Joan Puigcercós, y el presidente de Iniciativa por Cataluña-Verdes (ICV) y consejero de Interior, Joan Saura, además de por el vicepresidente catalán, Josep Lluis Carod-Rovira (ERC). Con esta alta representación se ha pretendido escenificar la unidad de los partidos catalanes frente a la posibilidad de que el Tribunal Constitucional tumbe o desnaturalice el Estatut, una semana después de que el Pleno del Alto Tribunal rechazara el sexto borrador de sentencia sobre la constitucionalidad de esta norma.
Montilla advierte: «Está en riesgo el pacto constitucional»
Carod-Rovira y Saura, miembros del tripartito en la Cámara Alta / EFE
Montilla ha acudido además al Senado con el respaldo que le da el acuerdo alcanzado por los negociadores de tripartito y CiU sobre la propuesta de reforma de la ley orgánica del Tribunal Constitucional, que busca renovar la alta institución antes de que dicte sentencia sobre el Estatuto de Cataluña.

Chaves responde por parte del EjecutivoSegún el orden del día establecido, tras la intervención de Montilla -que ha durado 15 minutos-, a continuación hablan los representantes autonómicos, en orden protocolario: en primer lugar los presidentes de Extremadura, Guillermo Fernández Vara, y Baleares, Francesc Antich, a los que seguirán los consejeros de Presidencia del País Vasco, Galicia, Andalucía, Asturias, Cantabria, Rioja, Murcia, Valencia, Aragón, Castilla la Mancha, Canarias, Navarra, Madrid, Castilla y León, Ceuta y Melilla. Todos ellos dispondrán de diez minutos cada uno, mientras que Montilla tendrá además un segundo turno de intervención de cinco minutos para responder a las autonomías, una novedad en el orden del día acordado por los grupos parlamentarios de la Comisión.

Por parte del Gobierno, interviene el vicepresidente tercero y ministro de Política Territorial, Manuel Chaves, que puede hacerlo en cualquier momento del debate y lo ha hecho justo al terminar Montilla. El andaluz ha puesto voz a la postura del Ejecutivo, que considera que la decisión del TC "es de calado" y muy inmportante para la "evolución futura del conjunto de las autonomías", pero ha recordado que el "Estatut" lleva casi cuatro años aplicándose "de manera exitosa".

El vicepresidente tercero ha anticipado que la intención del Gobierno es que "se inicie lo antes posible el proceso de renovación" de los magistrados del TC que han visto cumplido su mandato, "de manera que pueda convocarse lo antes posible la comisión de nombramientos" del Senado. Sí ha contradicho a Montilla en que el TC tiene "plena legitimidad" en su tarea, aunque -ha agregado- es cierto que "su situación es a todas luces anómala y extraña" por la prórroga de algunos de sus miembros. No obstante, no ha precisado cómo piensa el Ejecutivo desbloquear el proceso de nombramientos, si bien ha recordado que ese bloqueo es responsabilidad de los partidos políticos, por lo que ha llamado a la "responsabilidad" de todos para "hacer viable esa renovación" y así "reforzar la legitimidad del Estado y de sus instituciones" pensando en el interés de España y también de Cataluña.

Chaves ha permanecido en la sala junto al titular de Trabajo, Celestino Corbacho, y su "mano derecha" y secretario de Estado de Política Territorial, Gaspar Zarrías. Tras los representantes de las autonomías se ha habilitado un turno de tres minutos para los senadores que se hayan inscrito previamente en el registro de oradores, que precederá al de los portavoces de los grupos parlamentarios.

Quienes han desechado acudir al Senado son representantes del PP, barones autonómicos de este partido y el líder de CiU, Artur Mas, si bien está presente la presidenta del PP en Cataluña, Alicia Sánchez-Camacho. (ABC)
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MIENTE COMO UN BELLACO.



Miente Montilla cuando dice, refiriéndose a otros, que no han asumido la pluralidad lingüística. No sólo miente, es que insulta. Porque es un insulto lanzar a la cara de los que sufren el fanatisnmo catalanista esta mentira. Cuando todo el mundo (que se quiera enterar) sabe que las instituciones catalanas llevan años marginando al español de la vida pública. Que pregunten a los heroicos padres que quieren que sus hijos sean enseñados en español. Por favor, que no mienta. Y que, encima, no insulte a los que margina y humilla. Por supuesto, él lleva a sus hijas a un colegio alemán.
En el que no atiborran de catalán a los estudiantes.




También miente cuando dice que hay que superar 'la vieja inercia centralista'. Dado que no es creible que Montilla sea imbécil, en el sentido estricto del término, la explicación que me parece más razonable es que la ideología nacionalcatalanista se le ha metido en el tuétano. Ya no es capaz de ver la realidad. Se ha incrustado los lentes nacionalcatalanistas y lo ve todo de color 'cuatribarrado-victimista-somos los mejores-somos una nación'.



Cualquiera sabe (si se quiere enterar) que el Estado español es uno de los más descentralizados del mundo. ¡Cuadrilla de mentirosos!




Otra de las estupideces-mentira del Montilla es: 'no pedimos leyes a la medida de Cataluña'. Uno no sabe si reir o llorar ante tanta desfachatez. Pero debo reconocer que esta especie de enfermedad nacionalcatalanista, ha sido fomentada (y, a veces, alentada) por los partidos mayoritarios. Han permitido que la enfermedad identitaria creciera durante estas últimas décadas. Y ya se creen sus propias mentiras. A fuerza de repetirlas. Ya lo decía el nazi Goebbels. 'Una mentira repetida mil veces se convierte en una verdad'.



Están enfermos de nacionalismo. Están enfermos de identidad. Y la solución no es seguir la corriente al enfermo, como hacen los partidos mayoritarios. Especialmente el PSOE.




Podemos verlo en las impresentables declaraciones de Chaves (en nombre del Gobierno), ante el discurso de Montilla: 'El Estatut lleva aplicándose casi cuatro años de manera exitosa'. Es cierto que no hay recurso previo de inconstitucionalidad, ya que fue eliminado por Felipe González, pero el Gobierno sabe que el Estatut es gravemente inconstitucional, como han certificado,repetidamente, destacados constitucionalistas. Me refiero a los no vendidos al partido socialista.



Siceramente, si a los dos partidos mayoritarios no les da un ataque de honradez política, no veo cómo se puede salvar España. Vamos a la ruina. Lo que me parece intolerable es que los políticos responsables no hayan de pagar muy cara su irresponsable conducta. Vaya por delante mi más profundo desprecio. Espero que los ciudadanos españoles hagan lo mismo. O bien, que se pongan a su altura. O sea, a la altura de las cloacas de la Historia.



Sebastián Urbina.

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