sábado, 23 de octubre de 2010

GENTUZA ANTIDEMOCRÁTICA.









MARÍA ISABEL SERRANO | MARÍA ISABEL SERRANO / MADRID

Día 22/10/2010 (ABC)




Tarjeta roja para Rosa Díez

Rosa Díez ante el auditorio


Tarjeta roja para Rosa Díez

Rosa Díez ante el auditorio

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«Usted no es bienvenida y nos gustaría que no viniese nunca más». Los radicales ya habían avisado a Rosa Díez, la líder de Unión, Progreso y Democracia (UPyD), a través de internet y de varias redes sociales, también de tinte radical, de que era persona «non grata» y que su conferencia de ayer en Facultad de Políticas de la Universidad Complutense era «una provocación».

Así fue. Pitidos, abucheos y hasta bombas fétidas por parte de unos 200 estudiantes. Los incidentes comenzaron a su llegada, antes de entrar en la sala donde iba a impartir su conferencia, y continuaron antes y después de su intervención, pese a que el decano de la facultad, Heriberto Cairo, les autorizó a leer un comunicado previamente. No es el primer acto de intolerancia y de violencia que se produce en la Complutense bajo el mandato del rector Carlos Berzosa.

Aquí, en Políticas, se quiso boicotear un acto también de Rosa Díez en febrero de 2008; un mes después, le ocurrió en la Facultad de Derecho. Ella denunció, entonces, la actitud, laxa, del rector. El propio Berzosa fue abucheado y zarandeado en marzo de este año por querer cambiar el régimen de tres colegios mayores. Un mes después se originó una protesta muy violenta durante un acto de los sindicatos en apoyo al juez Baltasar Garzón en Medicina. En esta misma facultad, el 15 de abril del pasado abril se boicoteó un acto organizado por el Instituto Madrileño de las Administraciones Públicas sobre «Desprotección y maltrato, respuesta desde el acogimiento residencial».

Ayer, Rosa Díez «estaba invitada por el profesor de Políticas, Rafael Calduch, con el consentimiento de la propia facultad», aseguran portavoces de la líder de UPyD. Por la tarde, este periódico intento, sin éxito, contactar con el decano de Políticas, Heriberto Cairo, y con el rector de la Complutense, Carlos Berzosa.

Rosa Díez ya estaba avisada. «La vida me ha enseñado que no puedes agachar la cabeza», dijo la líder de UPyD antes de criticar la decisión del decano de permitir la lectura del manifiesto de los estudiantes con la que intentaba, sin éxito, apaciguar su ira. Díez fue recibida con lemas como «víctima profesional, asesina legal» desde que entró en la facultad, tanto en carteles como en los lemas que gritaban los estudiantes.

La diputada no aprobaba que se permitiera a los estudiantes leer sus protestas antes, incluso, de que ella hablara. Tuvo que soportar muchas más palabras insultantes, tarjetas rojas que la iban sacando y, como todos los allí reunidos, un pestilente olor que provenía de las bombas fétidas lanzadas por los vándalos. Para remate de fiesta, durante la conferencia de Díez, se dispararon —qué casualidad— las alarmas contra incendios. Ocurrió tres veces.

«El decano de Políticas nos llamó para que no fuéramos hoy (por ayer)», insisten portavoces del partido de Rosa Díez. «Nos habló, incluso, de darnos un mes de plazo para poder hablar con los estudiantes de izquierdas», añaden las mismas fuentes. Lo cierto es que tres días antes ya del acto de Díez en Políticas, ya se animaba a los radicales, en sus foros de internet, a recibirla con «tarjeta roja». «Conviene decir de manera nítida la razón de su visita: la señora Rosa Díez es una oportunista que utiliza nuestra facultad como trampolín mediático. Pone un pie en esta casa deseando provocar protestas que le permitan recuperar presencia mediática», se decía en una web radical.

Y mientras, el rector Berzosa pedía «apostar por la educación pese a la crisis ya que sino no habrá futuro como país». Lo decía, por la mañana, antes de los incidentes, en la firma de un convenio. La Comunidad de Madrid reaccionó de inmediato. La consejera de Educación, Lucía Figar, además de «condenar los insultos y amenazas» a Rosa Díez ha pedido al rector que tome medidas y «no permita que la intolerancia se instale en esa gran universidad, que es noticia, últimamente, por episodios absolutamente lamentables», insistía Figar.

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ESTOS ESTUDIANTES NO SON RADICALES (esta palabra tiene un cierto aire positivo para un sector de gente), SON GENTUZA ANTIDEMOCRÁTICA.

1 comentario:

María dijo...

Y si sólo fueran los estudiantes...es parte de la sociedad, que está podrida

http://www.europapress.es/castilla-lamancha/noticia-roban-intentan-incendiar-casa-candidatos-primarias-upyd-montes-claros-toledo-upyd-20101023120851.html