viernes, 11 de diciembre de 2015

VILEZA DEL PSOE, PP y PODEMOS

 La izquierda de progreso sin regreso no quiere igualdad. Quiere que el hombre sea más malo y castigarlo más por hacer lo mismo que la mujer. O sea, trata a las mujeres como discapacitadas y a los hombres como seres malos en sí mismos que hay que escarmentar. Por lo menos esta vez, CIUDADANOS ha sido el único partido digno.

 

 

 

La vileza de un PP que secunda a la izquierda chequista.



Por desgracia, es frecuente que la izquierda española desarrollecampañas políticas basadas en la descalificación y el ataque personal, en intentar la muerte civil de todo aquel que discrepe de sus dogmas. En tales circunstancias no duda en mentir, manipular, difamar y, por supuesto, acusar a los demás de lo que ella hace o es. 
Pero también el PP se embarca en este tipo de operaciones, y perpetra las mismas vilezas de que ha sido víctima en tantas ocasiones. Sirva como repugnante ejemplo la impresionante e impresentable campaña de descrédito que ha sufrido Marta Rivera de la Cruz a través de las redes sociales y de algunos medios de comunicación siempre atentos a las necesidades del poder.

Rivera de la Cruz, número tres de la lista de Ciudadanos por Madrid, se ha atrevido a cuestionar una de las normas más políticamente correctas de nuestra democracia, la Ley Contra la Violencia de Género, y lo ha hecho además con un argumento lleno de sentido común: "Es tan grave que un hijo vea cómo su padre mata a su madre que el que vea cómo su madre mata a su padre", ha afirmado.

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La frase viene a señalar un elemento clave del asunto: lo sustancial en esos crímenes no es el sexo del asesino sino el crimen en sí y sus devastadores efectos en las familias que los sufren. Rápidamente ha caído sobre ella una catarata de improperios, a la que ha contribuido incluso Susana Camarero, la diputada popular que denunció los peores aspectos de la Ley de Violencia de Género antes de que ésta entrara en vigor.

La vileza del ataque a Rivera de la Cruz ha ido más allá y llegado incluso a descontextualizar uno de sus tuits para pretender que además menosprecia el Holocausto, cuando, precisamente, la escritora y periodista ahora metida a política siempre ha dado muestra de un elevado nivel de conocimiento y concienciación sobre la cuestión, incomparablemente superior al de buena parte de la turba que la ha acosado.

Es un estilo de hacer política inmoral y repugnante, que no duda en tirar mujeres muertas al rival –o personas que se han suicidado, o enfermos de hepatitis o ébola, todo vale– con tal de sacar un miserable puñado de votos. Es algo que hasta ahora los populares sufrían; pero parece que este PP de Rajoy es capaz de cualquier cosa con tal de mantener a la camarilla que lo domina en el poder.

Ciudadanos podría ser la auténtica amenaza para la izquierda chequista y la derecha vilmente oportunista. Ser odiado por unos y otros en la actual España es, sin duda, una de las mejores cartas de presentación que un partido puede ofrecer a los votantes que deseen que, por fin, la vida política transcurra por unos cauces en los que no tengan cabida ni el odio ni las actitudes cainitas.

Pero para ello necesitará tener un valor que, lamentablemente, no ha demostrado en el caso Rivera de la Cruz, pues ha dejado desamparada ante el acoso a su candidata, que, más lamentablemente aún, ha acabado reculando y otorgando así una ominosa victoria a la horda liberticida que la ha maltratado. (Edit.LD.)


 LA VILEZA SE EXTIENDE A PODEMOS.

Se une a las críticas a Ciudadanos

El Gobierno, gran defensor de la ‘ley de violencia de género’ del PSOE

R. C-M (La Gaceta)
Todos a una… contra Ciudadanos.

 PSOE y Podemos no han tardado en arremeter contra la propuesta de igualar los tipos penales en la violencia doméstica de Ciudadanos. El PP se ha sumado a las críticas.




Ahora la igualdad es facha


Le puse poca atención al debate multitudinario de anoche. Pero una de las pocas cosas que oí, y de la que me alegré en Twitter, fue la excelente intervención de Marta Rivera de la Cruz, de Ciudadanos, sobre la discriminatoria Ley de Violencia de Género que padecemos en España. Dijo lo que no se puede decir en España, que "es tan grave que un niño vea cómo su padre mata a su madre que que vea cómo su madre mata a su padre". Y que, por tanto, ambos crímenes deberían tener la misma pena. Algo de sentido común, que para la mafia de lo políticamente incorrecto es facha. 
 
Una mafia a la que, de forma nada sorprendente, se ha sumado el PP

Si ya echó por el retrete a las mismas víctimas del terrorismo con las que se había manifestado, ¿por qué no ceder también en esto? Fue el único partido que balbuceó alguna objeción a la discriminación que sufrimos los hombres por el único hecho de serlo. Lo llamó "sexismo penal" y todo. Y la misma persona que dijo esas dos palabras en el Parlamento, ahora que come de la industria de género ha preferido cargar contra Ciudadanos usando como argumento las "750 mujeres asesinadas en diez años".
Si estas palabras de Susana Camarero fueran algo más que un uso repulsivo y demagógico de las víctimas, significarían exactamente lo opuesto de lo que pretende.

 Han aprobado una ley que permite meter en el calabozo a un hombre sólo por la palabra de una mujer, antes aun de comprobarse si existen los más mínimos indicios de delito. Que le da a las mujeres un arma brutal durante el divorcio, un arma tan decisiva que sólo mencionarla basta para que los futuros exmaridos, aconsejados por sus abogados, se plieguen a lo que sea. Y que no ha servido para reducir los asesinatos de mujeres. Es una ley injusta, discriminatoria y que no sirve para su objetivo declarado. Pero cuestionarla está prohibido.

Sus defensores acuden a que la discriminación santificada por esa ley se debe a la existencia de una "violencia machista" que hay que erradicar. Es decir, que los hombres matan a las mujeres porque son machistas y se creen superiores a ellas... y sólo por eso, ya que la ley discrimina a los hombres por ser hombres sin entrar en los motivos que los mueven.

Aunque no está claro, parece que la trágica muerte de una mujer y sus dos hijas en Gerona ha sido un "suicidio ampliado". Es decir, que la madre lanzó a sus hijas por el balcón de un decimotercer piso antes de tirarse ella. 

Según una psicóloga consultada por El Periódico, en estos casos la persona percibe que la vida es tan insoportable que, "en un último acto de amor", decide "terminar con otros seres queridos antes de suicidarse". Es decir, que incluso en algo tan horrible pueden encontrarse explicaciones psicológicas complejas y dolorosas. Pero si un hombre agrede o mata a su pareja no hay complejidad que valga. En ese caso sólo puede ser por machismo.

Para justificar sus desmanes, la ideología de género, como tantas otras han hecho antes, ha sustituido el mundo real por un molde en el que encaja todo. Y fuera del feminismo fanático, minoritario entre la gente común pero omnipresente en la política y los medios, existe un consenso transversal compartido por hombres y mujeres de todo el espectro político contra esa visión. Pero ni el bipartidismo ni obviamente Podemos puede representarlos. 
 
Ciudadanos ha asomado la patita y Marta Rivera lo ha hecho llegar a los oídos de todos los españoles que estén atentos a la campaña. Sin embargo, el mismo partido que se dedicó a zampar bollos en masa cuando un concejal del PP faltó a Villacís, ahora ha reculado miserablemente: me ha dado vergüenza ajena escuchar a la misma Marta Rivera en En Casa de Herrero: ayer valiente, hoy bajándose los pantalones. Así que seguirá en pie el consenso contra los hombres.
 
(Daniel Rodriguez Herrera/ld.)

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