Martes , 01-12-09
El terrorismo indiscriminado de Al Qaida en el Magreb Islámico (AQMI), grupo al que se atribuye el secuestro de los tres cooperantes, apunta directamente a España, ya que sus cabecillas consideran a nuestro país como parte de ese Magreb islámico que ambicionan.
Un informe del Ministerio del Interior al que ha tenido acceso ABC advierte de que la amenaza «yihadista» se mantiene en toda su intensidad sobre España por la insistencia de grupos como AQMI de ponerla en su punto de mira.
Por tanto, el secuestro de los tres cooperantes no ha cogido por sorpresa a los Servicios de Información. En efecto, Al Qaida en el Magreb Islámico, pese a que aún centra la mayoría de sus matanzas en Argelia, y utiliza países como Mauritania y Malí para labores logísticas y para asesinar a ciudadanos occidentales allí desplazados, coloca siempre en sus discursos propagandísticos a Estados Unidos, Francia y España como enemigos prioritarios.
Por tanto, el secuestro de los tres cooperantes no ha cogido por sorpresa a los Servicios de Información. En efecto, Al Qaida en el Magreb Islámico, pese a que aún centra la mayoría de sus matanzas en Argelia, y utiliza países como Mauritania y Malí para labores logísticas y para asesinar a ciudadanos occidentales allí desplazados, coloca siempre en sus discursos propagandísticos a Estados Unidos, Francia y España como enemigos prioritarios.
El antiguo Grupo Salafista para la Predicación y el Combate (GSPC), de origen argelino, se integró en la red dirigida por Bin Laden coincidiendo con el quinto aniversario de los atentados contra las Torres Gemelas de Nueva York. Pero fue el 24 de enero de 2007 cuando tomó el nombre de Al Qaida en el Magreb Islámico. Pronto se vio su vocación de causar el mayor daño al enemigo, especialmente a los gobiernos del Magreb y Sahel, así como a Estados Unidos, España y Francia, según ha reconocido su líder Abdemalek Droukdal, alias «Abu Musab Abdul Wadoud».
Las primeras acciones terroristas de AQMI en el Magreb pusieron de manifiesto que más allá de un cambio de siglas, el nuevo grupo daba un salto cualitativo con la comisión de atentados indiscriminados, buscando bajas entre la población civil, en contraposición a lo que hasta entonces había sido el «modus operandi» del Grupo Salafista para la Predicación y el Combate. Además, extendió su ira contra el personal laboral occidental desplazado en la zona. Por ejemplo, el 11 de diciembre de 2007 hizo estallar dos coches bomba, uno de ellos dirigido contra la sede del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados en la capital argelina. En la consiguiente reivindicación, AQMI aseguraba haber atacado a «los apóstatas y los cruzados». El grupo terrorista concluyó el año con la matanza en Mauritania de varios ciudadanos franceses.
Campos de entrenamiento
En efecto, su ambición expansionista hizo que pronto pusiera sus zarpas terroristas en países como Mauritania y Mali. Principalmente en el norte de este país, según el informe del Ministerio del Interior, se implantaron campos de entrenamiento, dirigidos no sólo a combatientes argelinos, sino también de otros países de la región, para engrosar las filas de AQMI, luchar en Irak o retornar a sus lugares de origen y practicar allí la «yihad». Son campamentos móviles que, para eludir la intervención policial, se instalan durante el tiempo imprescindible para cambiar después su ubicación.
Con ello, sus cabecillas lograron visualizar la internacionalización de las actividades terrorista del nuevo grupo, de forma consecuente a los postulados de la galaxia Al Qaida. El 1 de febrero de 2008 AQMI cometió un atentado contra la embajada de Israel en Mauritania con doble mensaje: atacar a un país enemigo y, además, lanzar una clara advertencia a las autoridades de Nuadibu para que no combatan el «yihadismo». Tras el golpe de Estado llevado a cabo en agosto de ese año en Mauritania, Al Qaida en el Magreb redobló sus amenazas y las cumplió con nuevos atentados. (D. Martinez/J.Pagola/ABC)
No hay comentarios:
Publicar un comentario