LOS C´´OMPLICES SE MANIFIESTAN.
Los sindicatos de clase (alta) nunca han defendido los intereses de los trabajadores y menos aún de los jubilados españoles, así que esta protesta callejera anunciada contra la medida del Gobierno de retrasar dos años la edad de jubilarse no es precisamente una excepción.
Dicen los secretarios generales de los dos sindicatos mayoritarios, dentro de la insignificancia que refleja la afiliación sindical en nuestro país, que el objetivo es que ZP dé "un pasito atrás". Es decir, el objetivo es seguir apoyando el sistema público de pensiones, que en pocas palabras es la mayor estafa y el latrocinio más cruel que ningún estado ha puesto jamás en marcha contra sus ciudadanos, y lo único que piden a Zapatero es que matice un poquitín su decisión de seguir esclavizando a los trabajadores, situación ésta con la que nuestros sindicatos están absolutamente de acuerdo.
A los trabajadores se les obliga a entregar al Estado una porción mensual de sus ganancias legítimas, a cambio de que cuando ya no sean útiles para la economía productiva el Gobierno de turno les devuelva unas migajas, siempre que quede algo que repartir llegado el momento de su jubilación, claro. Cualquier trabajador acumula a lo largo de su vida un capital en cotizaciones sociales más que suficiente para disfrutar de una vejez confortable. Es un dinero que le pertenece, que ha ido entregando mes tras mes, y que el Gobierno dilapida con absoluta desvergüenza, en virtud de un proceso de reparto que acumula en sí mismo todas las características que definen a una situación como injusta, insolidaria e inmoral.
La izquierda en general, y los sindicatos en particular, deberían ser los primeros en denunciar la estafa piramidal que supone el actual sistema de previsión social por el daño que provoca en las clases más desfavorecidas. Sin embargo, son los que con más entusiasmo defienden un sistema que roba a los trabajadores el fruto de su esfuerzo, asustándolos con la absurda amenaza de que fuera de la Seguridad Social, tal y como está concebida, serían presa de la miseria.
Al contrario. El infortunio de los trabajadores es precisamente verse privados de su derecho a disfrutar en el ocaso de sus vidas del dinero que han ido acumulando mientras han formado parte del mercado de trabajo. Sólo hay que examinar cualquier otra alternativa para darse cuenta inmediatamente de que el sistema de pensiones es un robo que, encima, otorga a los políticos el poder de determinar el futuro de los pensionistas en función de sus cálculos electorales.
Los sindicatos, supuestos defensores de los trabajadores, no son más que los cómplices necesarios de la clase política para seguir manteniendo el embeleco de un sistema destinado a quebrar, no sin antes haber vaciado meticulosamente el bolsillo de los futuros perceptores. Si tuvieran vergüenza exigirían una reforma profunda del sistema de pensiones para realizar una transición al modelo de capitalización, el único que realmente es justo, solidario y decente. Por cierto, no podrían haber elegido mejor fecha para manifestarse que el 23-F. Tratándose de un ataque a la libertad de los ciudadanos es, desde luego, el día más indicado.(LD)Pablo Molina es miembro del Instituto Juan de Mariana.
3 comentarios:
La Ley Orgánica de Libertad Sindical es de 1980. Debe ser muy buena y acomodarse a todos , porque nadie pide su reforma.
Sin embargo, yo pienso que el sistema sindical actual, no representa a la sociedad que tenemos y por ende hay que cambiarlo. Hemos caido en el error de que la acción sindical sea un medio de vida para aquella gente que se busca un sitio dentro de la Organización a la que sirve,que suele coincidir, y/o afecta al gobierno de turno, sin tener como objetivo el servicio que deberian prestar a la totalidad del censo de trabajadores
. Debemos añadirle a este -cuerpo especial,que no está reglamentado, ni tiene estatuto propio,- la transparencia que necesitamos socialmente.
De ahí, que cuando la Ley , procrea cual madre naturaleza, mas de 200.000 liberados, todos los que no lo somos, debemos cotizar en nuestra nomina (pension) su superviviencia. Pero no tenemos cauce legal para exigir su rendimiento social. ¿ Porqué no sabemos a que se dedican estos " liberados"? "¿qué meritos tienen amén de su obediencia y afiliación ?. ¿ Porqué, ahora que la corrupcion es tan perseguida , estos representantes, tan influyentes en el Gobierno del Sr Zapatero, no nos explican como se destinan y gastan las partidas que aparecen en el BOE para ellos?. ¿ Porqué, cuando tenemos un liberado sindical, este no se ve obligado a prestar atención al resto de la sociedad, cuando es esta la que le sustenta? ;y,( no quiero entrar en las escrituras públicas del patrimonio sindical.)
La ciudania española necesita articular su situación vital, porque los cauces del marco para obtener el sustento de nuestro trabajo y su aplicación,es decir para llegar a cobrar una pensión, no se articularon en 1977. ¡¡NO ¡¡, nuestro sistema de Seguridad social es fruto de varias generaciones, anteriores a nuestra Constitución de 1978, pero ahora, exprimidos por la política de este Gobierno, nos situamos fuera de toda realidad. Cada debate político que abrimos, está destinado a la reforma.
La relacion laboral de 2010, no es la que se pensó para la sociedad de 1978 , se necesita otra articulación. Que plasme lo que es nuestra vida, nuestro esfuerzo. Somos otra mano de obra, somos otra industria, somos otra necesidad mercantil, somos otra capacidad, tenemos otros gastos, otras cotizaciones, asumimos otro Ipc y estamos en otra organización en el mundo.Por tanto, la relación contractual tambien necesita reforma.
Si no tenemos capacidad para cambiar la política de este Gobierno...y/o no cambiamos a los interlocutores de este, aquellos que no estén dentro de la inercia de la Pol.litical correcter..; ¡¡ que preparen los cartones para dormir en la calle¡¡ Es lo único que les librará de la helada nocturna.¡¡
De acuerdo. Aunque yo cre´´ia que eran m´´as de 300.000...
Dwbes tener raón, pero como no existen lista oficiales de liberados en el BOE, no puedo calcular mas que la estadística de las elecciones sindicales, y no pierdas de vista que muchos comités de empresa, ceden sus horas sindicales para que los delegados sean los del aparato. Un cordial saludo. Teresa.
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