jueves, 24 de enero de 2013

PROGRES DE MIERDA




 (La lectura de estos libros le permitirá ver (en el caso de que no esté enterado) de lo profundamente gilipollas y peligrosos que son los progres. Políticos incluidos, por supuesto. Son la especie más dañina porque, entre otras guarradas, legislan.

Ahora no toca hablar de los meapilas peperos.)








PROGRES DE MIERDA. (Legisladores incluidos)


·  Simulación de delito
Detenida por acusar de violencia de género a su ex novio que estaba en la cárcel
EP
La joven acusó a su ex novio de insultarle y amenazarle por la calle, desconociendo que estaba en prisión. 

·  ·  Agentes de la Policía Nacional han detenido en Alcoy (Alicante) a una joven de 22 de años por presunta simulación de delito, después de que "intentara inculpar" a su exnovio por un caso de violencia de género "sin saber" que el hombre se encontraba en prisión en el momento en que ocurrieron los hechos denunciados, según ha informado en un comunicado la Comisaría provincial.

La investigación se inició cuando la supuesta víctima acudió a la Policía a denunciar a su expareja, donde manifestó que unos días antes se lo había encontrado por la calle y éste le había "insultado y amenazado con secuestrarla".

A la vista de esta versión, agentes de la Brigada Local de Policía Judicial de la Comisaría de Alcoy iniciaron la búsqueda del presunto autor de los hechos, y averiguaron que se encontraba cumpliendo una condena en prisión desde el año 2011, al tiempo que no había disfrutado de ningún permiso penitenciario desde entonces, por lo que arrestaron a la denunciante por simulación de delito. (La Gaceta).

¿Por qué creen que suceden estas cosas? ¿Es que estaba loca la joven de marras? Nada de eso. Pasen y lean.


LD (EFE) El juez de Familia 7 de Sevilla, Francisco Serrano, ha dicho que ve injusta la Ley Integral contra la Violencia de Género y ha advertido de su posible "efecto perverso", al proteger "situaciones de abuso" y no a las mujeres que realmente sufren maltrato. En una entrevista a EFE, Serrano ha dicho que la ley "ha traído cosas buenas, como el hecho de que la sociedad ya no tolera situaciones de violencia machista, pero también se están produciendo abusos porque no ha hecho una buena definición del maltrato".

Entre los aspectos injustos, ha dicho que la ley "estigmatiza" al hombre acusado de maltrato, pues incluso después de demostrar que se trataba de una denuncia falsa, su proceso de divorcio seguirá en el Juzgado de Violencia de Género y no en el de Familia.

Un símil con Guantánamo

Cuando la mujer denuncia un caso de maltrato, inmediatamente recibe el apoyo de cuatro o cinco instituciones entre el abogado de oficio, el fiscal y las asociaciones contra la violencia, mientras que el hombre solo tiene a su abogado y, si luego pretende acusar por denuncia falsa, se encuentra ante la dificultad de "demostrar un hecho en negativo, es decir, que ella no se equivocó al denunciar", sostiene Serrano.

El juez compara la situación con la base de detención de Guantánamo: "Cuando a un hombre se le denuncia, a la cárcel y la llave tirada".

Francisco Serrano lamenta que, de forma paralela a la Ley de Violencia, no se hayan modificado las condenas para las denuncias falsas en la misma proporción, llegando incluso a la retirada de la custodia para el cónyuge que denuncie en falso. Afirma que estas "desigualdades y situaciones injustas llevan a más violencia donde antes no la había e incluso a hombres que se suicidan", aunque ha lamentado que esos datos "no aparecen en la foto oficial".

"Hembrismo"

El juez de Familia presentará la próxima semana en Sevilla su libro "Un divorcio sin traumas", en el que aboga por la mediación y la conciliación, aunque a su juicio esas líneas no se fomentan en España porque atacan la "línea de flotación" de "las asociaciones que viven de las subvenciones para el maltrato". En su libro intenta reflejar "la situación real que se está generando, que no obedece a la realidad que tenemos que combatir. Se está transmitiendo una parte de la imagen, maquillando las cosas".

Sostiene que, paralelo al machismo, ha surgido un "hembrismo" que considera a la mujer como un ser inferior necesitado de protección especial, una situación que le recuerda a la ideología de la Sección Femenina de la Falange, que también practicaba la discriminación positiva aunque desde un "machismo casposo y cavernícola".

Según el juez, se debe distinguir entre el verdadero maltrato y la "conflictividad propia de cualquier ruptura" para no llegar a "la hipocresía de que, en vez de proteger debidamente a las víctimas, estemos protegiendo situaciones de abuso". En su opinión, de los casos denunciados en el Juzgado de Violencia de Género, solo el 14 por ciento responde a violencia habitual y el 86 por ciento restante "son situaciones de ruptura de pareja en las que se dicen de todo menos guapo".
(LD/2009/02/07)

1 comentario:

Arcoiris dijo...

El género femenino significa la mitad y un poco más del universo electoral. Si durante unos años votaban en conservador, las cosas van cambiando poco a poco. Se comprende el interés de todos los partidos, en especial de los que cuentan con más posibilidades de acceder al poder, por ganarse el apoyo de este inmenso caladero. Y el partido que más se ha caracterizado como genuino pordiosero de votos, el que pacta con el diablo si promete votarle, el de “éstos son mis principios, pero si no le gustan tengo otros”, nuestro amado partido del puño que masturba el capullo rojo, ése es el que más se ha significado en el halago y enjabonamiento de la votante potencial.
Por otra parte, al sistema se le plantearía un grave problema si hubiera de responsabilizarse de los frutos habidos por las parejas que se desunen, aunque luego, ya adultos esos hijos, se encargue de chuparles la sangre con un entusiasmo que envidiaría el conde Drácula. Es sin duda más cómodo disponer que sea el varón, casi siempre el pobre varón, quien asuma las responsabilidades económicas subsiguientes, incluida la obligación del abandono y cesión del hogar que seguramente se ganó en su momento con el sudor de su frente. Realmente, parece algo injusto que haya que dividir en partes iguales el patrimonio de la pareja, en caso de separación, cuando en no pocos casos ellas aportan a la unión poco más que un aparato genital y reproductivo.
En definitiva, creo que sería bueno, aunque, quizás, políticamente inconveniente, replantearnos estas cosas, así como preguntarnos si no estaremos cayendo en una clara asimetría legislativa y que, ella misma, pudiera estar, en ocasiones, detrás de algunos casos de la violencia de género que todos decimos condenar.