MODA Y REVOLUCIÓN
(No es una cuestión de modas. Las revoluciones tienen un coste altísmo, en vidas humanas, en sufrimiento y en pobreza. Si terminan bien.
Para que masas de gente se lancen a la revolución, tienen que estar muy convencidos (o ser fanáticos, como los radicales islamistas) de lo que esperan y pretenden conseguir.
Pero la gente, en general, ya sabe que por mucho gritar y romper cosas no se arreglan las crisis tan complejas como las actuales. Ya no sirve asaltar el 'Palacio de Invierno'.
Más que de moda, se va imponiendo una mayor sensatez. El camino de las reformas. Por ciertas reformas sí que valdría la pena presionar y salir a la calle. Por ejemplo, 'adelgazar' radicalmente la estructura estatal, modificar la ley electoral, rescatar varias competencias como Sanidad, Educación, Justicia y Orden Público, terminar con las subvenciones, listas abiertas, elecciones primarias en los partidos, etcétera.)
Confirmado: las revoluciones ya no están de moda"
Niño Becerra: "El paro juvenil es del 57% pero en la manifestación del 25-A no había ni 1.500 personas'. (Periodista Digital).
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