LA IZQUIERDA, TAL CUAL.

LA HISTORIA SE REPITE.

11/6/2008.

LA SUPERIORIDAD MORAL DE LA IZQUIERDA.

En la Cadena SER se han puesto a divagar sobre lo que es liberal, progre... Y han llegado a conclusiones. "Ahora mismo hay una palabra que se utiliza como insulto, en determinados medios de comunicación que todos conocemos, como es la palabra progre. Se arroja a alguien con desprecio. Eso son los Goebbels a los que yo me refería antes". Ahí hablaba Forges. Pero han dicho más: "Cuando Esperanza Aguirre se declara liberal lo que pretende es no dar miedo a los votantes".

Gemma Nierga ha invitado a La Ventana a Irene Lozano para hablar de su libro. La escritora ha charlado con Forges y con la propia presentadora de la SER sobre determinados conceptos. Y se han oído estas perlas:

Lozano: Cuando Esperanza Aguirre se declara liberal lo que pretende es no dar miedo a los votantes.Si realmente se definiera como es, no liberal, que no lo es. Quiero decir, esto le pasa a mucha gente de derechas.

Forges: Claro.

Lozano: Decir que es de derechas parece que da miedo y entonces dicen: me llamo liberal.

Forges: Pero es que lo que ocurre es que la apropiación de la palabra liberal es un sacrilegio a determinadas personalidades españolas, concretamente del siglo XIX. Por ejemplo, Torrijos, Riego... Exactamente toda la gente que estaba en la antípoda ideológica de los que ahora se proclaman liberales. Porque eran personas que, por ejemplo, preconizaban la separación de la Iglesia y el Estado, preconizaban el justo reparto de la riqueza de los poderosos,... Ahora resulta que hay una serie de deslenguados mentales, porque no se les puede llamar de otra manera, que se autodenominan liberales. Pero, ¿qué es esto, por Dios?

Y han derivado en la propaganda:

"Los que cobran por hacer de Goebbels no están en la izquierda, ojo, eh".

¿A quién se refiere Antonio Fraguas cuando habla de "los Goebbels"?

"Ahora mismo hay una palabra que se utiliza como insulto, en determinados medios de comunicación que todos conocemos, como es la palabra progre. Se arroja a alguien con desprecio. Eso son los Goebbels a los que yo me refería antes. Son las personas que están calculando perfectamente como apropiarse de palabras y que digan lo contrario cuando alguien abra la boca".

O sea, a comunicadores de "determinados medios de comunicación" no de izquierdas. Es decir...

Digamos algo del Pacto de Tinell. Sí, ha llovido. Y también ha llovido lo de Irak, el Prestige y lo que haga falta. Recordemos lo del 'cinturón sanitario' frente a los apestados del Partido Popular. Creo que lo inventó un progre, Federico Luppi. La periodista Maruja Torres dijo 'los votantes del Partido Popular son unos hijos de puta'. Mucha lluvia. También se trata de una progre. Los 'buenos'.

La 'escritora fusileta', Almudena Grandes dijo que cada mañana fusilaría a unos cuantos periodistas. Pero no se asusten. Se trata de periodistas de derechas. Otra progre con sus ingeniosidades. Es gracioso. Claro que si lo hubiese dicho un periodista 'de derechas' no lo sería. Sería nazi.

Ahora, el genial humorista, Forges compara a los periodistas de la derecha con los nazis. Goebbels como muestra. Añade una profunda reflexión. Dice que Esperanza Aguirre, y la derecha en general, se esconde detrás de una palabra 'liberal'. Pero lo hacen para no dar miedo. Claro, si son nazis dan miedo. El problema es que Forges es un genial humorista pero, también, un asno político. Porque sólo un asno puede tener 'miedo' a Esperanza Aguirre. En cambio, Largo Caballero, por ejemplo, sí daba miedo. Un iluste de los suyos.

Solamente gente estúpida, o de mala fe, puede tener miedo ante la derecha política. Pero su estratagema es la de insinuar, sugerir, o afirmar, que la alternativa política a los buenos (ellos), es el nazismo, o sea, el Partido Popular. O sea, la derecha extrema.

No es casualidad lo del Pacto de Tinell. Es el intento más repugnante y antidemocrático de excluir la alternancia política. Sólo ellos pueden gobernar porque los populares son, en realidad, como los nazis. Toda esta bazofia es expresión de una enfermedad típica de la izquierda. La enfermiza creencia en su superioridad moral.

Sebastián Urbina.