IDIOTECES PROGRESISTAS.
Rosa Regàs (escritora, ex-Directora General de la Biblioeteca Nacional y muchos otros cargos.):
"Vivimos en un mundo en que no se castiga ni a
los ricos ni a los poderes financieros".
(El Imparcial).
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Ni siquiera les da vergüenza soltar estas chorradas. ¿Por qué? Se creen moralmente superiores.
MANUAL DEL PROGRESISTA.
Cae en mis manos
‘Puntos de reflexión. Manual del Progresista’, del profesor
norteamericano George Lakoff. Este conocido profesor vino a España a
participar en un ‘Comité de Expertos’ que asesoró al PSOE para las
elecciones del mes de Marzo.
Como
dice José Andrés Torres Mora (Diputado y miembro de la Ejecutiva
Federal del PSOE) en el prólogo, el profesor Lakoff está profundamente
comprometido con los valores progresistas. Ahora podremos ver en qué
consisten.
Pero
antes que nada prestemos atención a lo que la derecha es capaz de
hacer. Pues sí señor, no solamente la izquierda española se tiene que
defender de la derecha (por ejemplo, con ‘el cordón sanitario’) sino que también en USA sucede lo mismo:
‘Lo
que dice Lakoff es que la derecha se ha hecho experta en utilizar
contra la gente los sentimientos de rebeldía frente a la injusticia de
esa misma gente. Que los conservadores han desarrollado todo un sistema
de comunicación capaz de usar nuestras esperanzas contra nosotros
mismos, y que todo esto lo hacen a partir de conocimientos de
psicología y de lingüística....’
¡Asombroso!
Nunca creí que derecha fuese tan malvada. ¡Ahora entiendo el ‘cordón
sanitario’! La izquierda, en su ingenuidad bienpensante había creído que
se podía confiar en la derecha. ¡Grave error!
Ante
esta peligrosa situación ¿qué pueden hacer los progresistas? Lakoff
dice que tienen que aprender a hablar de manera más clara y más
eficiente a la hora de recabar apoyos ciudadanos. A eso le llama Lakoff,
construir nuestros propios marcos conceptuales.
Esto
resulta sorprendente. Es difícil concebir a una ideología (por
ejemplo, la ideología de izquierdas) sin que haya un marco conceptual.
¿Quiere decir que en el pensamiento de la izquierda, hasta ahora, había
ideas deslavazadas e inconexas? ¿Y que ahora se dan cuenta y se ponen a
la tarea?
En
todo caso, uno de los objetivos de Lakoff es ‘traducir nuestros
sentimientos a lenguaje’ O sea, ‘ayudar a expresar con palabras lo que
sentimos como justo y como bueno en nuestras entrañas’. Y a partir de
ahí, han de venir los argumentos, las ideas, las palabras. Todo esto
metido en marcos conceptuales propios del progresismo.
Y yo que, ingenuamente, pensaba que esto es lo que se ha venido haciendo desde hace mucho tiempo.
Sigamos
con las maldades de la derecha. ‘El subtítulo del libro, ‘Cómo
transmitir los valores y la visión progresista estadounidenses’ es
también una buena pista sobre lo que los progresistas españoles podemos
hacer. Lakoff sostiene que lo mejor de Estados Unidos son sus valores
progresistas, que el ansia de libertad, la democracia, la lucha contra
la esclavitud, la preocupación por la suerte de los demás, son los
verdaderos cimientos del país...’
Ahora
ya sabemos algo de los ‘valores progresistas’. Nos está diciendo que
el ansia de libertad, la democracia, la lucha contra la esclavitud, o
la preocupación por la suerte de los demás, no son valores de la
derecha. Son, exclusivamente, valores progresistas.
Tonterías
así ya se dicen y se repiten en España por españoles de izquierda. No
es necesario importar progresistas de USA para oír estas bobadas.
Solamente un sectario (de los del ‘cordón sanitario’, por ejemplo)
puede tragar estas ruedas de molino.
Estas tonterías se resumen, una vez más, en la (supuesta) superioridad moral de la izquierda.
Con otras palabras: ‘Nosotros (progresistas) somos los buenos
y vosotros (conservadores) sois los malos’. Hay millones de personas
que tragan este manido tópico. Ahora nos lo recuerda el profesor
Lakoff. La derecha, por tanto, sería moral y políticamente inferior
porque no atesora estos valores progresistas. Uno no sabe si reír o
llorar ante tamaña desvergüenza.
Después
del profundo Prólogo del diputado socialista, viene el Prefacio,
escrito por el propio Lakoff en carne mortal. Nos dice que los valores
estadounidenses son inherentemente progresistas, pero los progresistas
han perdido el rumbo. ¡Vaya por Dios!
Fíjense
en lo siguiente. Si los valores de USA son, inherentemente, los
valores progresistas, cuando gobierna la derecha se están traicionando
los auténticos valores estadounidenses.
En
tal caso, hay motivos para que la gente (la decente, la progresista)
esté muy enfadada. Y que llame ¡traidores! a los políticos de la
derecha. Con toda razón. Y los que han votado a la derecha deberían
sentirse avergonzados. ¡Es inaudito!
Pero Lakoff no se conforma con esto y se lanza a un ataque más profundo. Después
de afirmar que los progresistas han cedido incluso el lenguaje de los
ideales progresistas- como la palabra ‘libertad’- para que la ’extrema
derecha’ lo redefina, termina afirmando que la ’derecha radical’ conoce
bien sus valores y su programa político. Resulta que, según Lakoff, la
derecha (extrema y radical) ha impuesto sus ideas y su lenguaje.
Con
otras palabras, los valores de la derecha no incluyen las ansias de
libertad, ni la democracia, ni la lucha contra la esclavitud, ni la
preocupación por la suerte de los demás. Estos son, exclusivamente,
valores progresistas, como dice Lakoff. No es extraño que la derecha sea
profundamente nociva para la sociedad. Un verdadero peligro para la
libertad y la democracia. Pero hay más, mucho más. Queda la ’extrema
derecha’ y la ’derecha radical’.
Si la derecha es malvada, no quiero ni pensar en la perversidad de esta derecha extrema y radical. ¿Qué serán capaces de hacer? No creo que baste el ‘cordón sanitario’. Habrá que ser más contundente. ¿O no?
No
quiero dedicar más tiempo a estos manidos y peligrosos tópicos
progresistas. Peligrosos para la libertad de los demás. Sólo diré, para
terminar, que los progresistas también hablan mucho de ‘bien común’,
que sería una preocupación exclusiva de la izquierda. ¡Faltaría más! Pero
lo que queremos saber (la gente malvada) es cuánta libertad nos
prohibirán o restringirán y cuánto dinero nos quitarán de los bolsillos
para llenarse la boca de ‘bien común’. Entendido a su manera progresista. Que es la verdadera.
Como dice Woody Allen: ‘Queremos saber de dónde venimos y adónde vamos pero, sobre todo, lo que nos costará el billete’.
Y es que hay gente ya les conoce y no se deja engañar fácilmente, sr. Lakoff.
Sebastián Urbina.
(Reposición)
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