DESCRÉDITO DE LA JUSTICIA Y DEL BIPARTIDISMO.
(Gracias al desacreditado y ruinoso bipartidismo, ha sido posible que una separatista ocupe, por unanimidad, un sillón en el Tribunal Constitucional.
O los ciudadanos terminamos con el bipartidismo- por la via electoral- o el bipartidismo terminará con nosotros, y con España.
PD. Recordemos, para los desmemoriados, el artículo 2 de la Constitución: 'La Constitución se fundamenta en la indisoluble unidad de la Nación
española, patria común e indivisible de todos los españoles...'
PD. ¿Hay que ser magistrado para entender esto?
PD. ¿Puede, este esperpento, terminar bien?)
DESCRÉDITO
DE LA JUSTICIA Y DEL BIPARTIDISMO.
Vicepresidenta
del TC
Adela Asúa, una
nacionalista en el Constitucional
Fue elegida vicepresidenta del Tribunal Constitucional en junio de 2013
por unanimidad.
Catarata
de autos politizados
La Justicia toca
fondo
Una
lista cada semana más larga de incomprensibles decisiones judiciales ponen a la
Justicia española en uno de sus peores momentos en décadas.
LA FUNCIÓN DEL TC ES PROTEGER LA CONSTITUCIÓN.
EL Tribunal Constitucional debe recordar la
ruptura que sufrió con el recurso contra el Estatuto catalán de 2006, para
evitar ahora una situación similar con la resolución separatista aprobada por
el Parlamento de Cataluña en 2013. El borrador de sentencia preparado por la
vicepresidenta del TC, Adela Asúa, contemplaba la inadmisión del recurso del
Gobierno, al entender que la resolución del Parlamento catalán no tenía
eficacia jurídica, sino solo política.
Sin
embargo, esta valoración aparentemente aséptica y técnica encierra el peligro
de reconocer a la Cámara catalana vía libre para utilizarse a sí misma como
plataforma de legalidad del proceso separatista iniciado por la Generalitat. En un juicio de
constitucionalidad, en el que están en juego la unidad nacional y la integridad
de la soberanía en manos del pueblo español, la opinión de la magistrada Asúa
no era, en absoluto, solo una valoración técnica. Es un aviso.
Por
eso, es preocupante que se dé por hecho que los magistrados propuestos por el
PSOE y por los nacionalistas, evidentemente van a sentirse proclives a
refrendar toda iniciativa que cuestione los valores que la propaganda de
izquierda y nacionalista atribuyen a una visión derechista y reaccionaria de
España. Luego, afortunadamente, en las votaciones finales no siempre se produce
esta división en bloques.
La
mayoría del TC ha tenido el acierto de frenar a Asúa y forzará el cambio de
ponente. Sería un suicidio constitucional que el TC permitiera a una Comunidad,
sea la catalana o cualquier otra, utilizar sus competencias que las tiene
porque la Constitución se las ha facilitado, no porque le pertenezcan contra el
Estado y la propia Constitución. El TC debe actuar siempre con imparcialidad y
conforme al principio de legalidad, pero la Constitución no le reconoce
neutralidad como institución, pues su razón de ser no es
otra que proteger el orden constitucional frente a quienes lo vulneran, no
debilitarlo desde dentro.
(ABC)
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El Pleno del
Tribunal Constitucional no llegó este jueves a un acuerdo sobre la declaración
soberanista aprobada por Artur Mas.
Durante la sesión, los once magistrados, divididos, no lograron un
consenso sobre la
ponencia presentada
por la vicepresidenta del órgano, Adela Asúa, quien presentó un texto que defiende la legalidad de la
declaración aprobada por el Parlamento autonómico el 23 de enero de 2013.
El Gobierno impugnó la
declaración después de que el Consejo de Estado emitiese un informe que daba el
visto bueno a acudir al Tribunal Constitucional, al entender que la resolución
es contraria a la Carta Magna, principalmente porque afirma que
Cataluña es objeto de soberanía cuando, a juicio del Ejecutivo, claramente
no lo es. Según el artículo 161 de la Constitución, el Gobierno podrá impugnar ante el Tribunal
Constitucional las disposiciones y resoluciones adoptadas por los órganos de
las comunidades autónomas.
Sin embargo, en su
ponencia, la vicepresidenta considera que no debe admitirse el recurso
interpuesto por el Gobierno porque la
declaración no tiene efectos jurídicos y, por tanto, no se pude
entrar a debatir en ese órgano. Es decir, que el lugar para entrar a debatir
este asunto no debe ser el TC, sino que debe quedar en manos de los órganos políticos.
No sólo eso,
considera que el texto catalán no es contrario abiertamente a la Constitución,
lo que deja sin efecto el recurso, según fuentes del tribunal.
(Carlota Guindal/El Confidencial.)
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