martes, 11 de febrero de 2014

PATÉTICOS Y GOLPÌSTAS.



  (Debería estar claro, incluso para un diputado y catedrático de lengua y literatura catalana en un instituto de enseñanza media. El pueblo catalán no es una tribu. Afortunadamente.

 

 De ahí que sea una estupidez afirmar que 'el político que de la espalda al pueblo catalán ...', lo pagará caro. Usted le puede dar la espalda a Rajoy, sr. Tardá, pero no al pueblo catalán. No ha entendido nada. ¿Tal vez por ser de ERC? Creo que es peor.

 

Ahí tenemos, también, a Miguel Roca, uno de los padres de la Constitución, abogado, ex-diputado. Y de CIU. Tan ilustre personaje no quiere enterarse de que sus amiguetes de CIU y ERC son unos golpìstas. Y él lo apoya.

 

Esto no va a más, no porque no tenga razón Gabriel Albiac- en el artículo que más abajo se reproduce- sino porque la partitocracia española está muy deteriorada. Tenemos un Estado de Derecho de bajo nivel. Mucha corrupción, muchos Reinos de Taifas. 

 

Un Presidente de Gobierno que, incluso con mayoría absoluta, sigue dando dinero público a un separatista que desacredita a España y a los españoles, dentro y fuera de nuestras fronteras y que anuncia que se pasará por el forro la legalidad vigente. En realidad, hace ya mucho tiempo que incumplen sentencias judiciales firmes. Las que no les convienen. ¡Y no pasa nada! O sea, Estado de Derecho.

 

¿Cómo puede terminar esto? Mal. Ojalá me equivoque. De todos modos, el reciente anuncio de cien importantes empresarios catalanes mostrando su oposición al soberanismo de Artur Mas, impedirá- creo yo- que la estúpida y fanática aventura siga adelante.

 

Pero no se habrá terminado todo. Habrá consecuencias importantes y problemas difíciles de lidiar. Pero no es el momento de hablar de todo ello.)


 

 

 

Patéticos y golpistas. cat

 

GOLPES DE ESTADO.


 

Que una fracción del sujeto constituyente español decida por abolir la Constitución de España tiene un nombre: golpe de Estado


¿Es votable todo en una democracia? Sí. Mediante ajuste fiel al procedimiento al cual se ajusta cada voto específico. Y tal procedimiento está, siempre y necesariamente, muy reglado. No porque se trate de una democracia. Sencillamente, porque se trata de un Estado, de una máquina cuyo monopolio del poder sólo queda a salvo de declinar en barbarie cuando las reglas y protocolos de su actuación son situados a salvo de cualquier modificación voluntaria; o, lo que es lo mismo, arbitraria. Estado es autómata. Si no se quiere que sea déspota.


La «campaña internacional» de Artur Mas en estos días está articulada en torno a un silogismo infantilista propio del Zapatero más conmovedor: a) democracia es voto; b) el Gobierno español no permite a los censados en Cataluña votar su independencia; conclusión: c) el Gobierno español no es democrático.

 La carcajada que ha debido producir la lectura de tal secuencia de memeces en las cancillerías de una Europa civilizada ha quedado, por fortuna para nuestro común sentido del ridículo, apagada por la insonorización que es exigida por los usos diplomáticos.


¿Democracia es voto? Que nos lo digan a quienes vivimos el casi medio siglo de un franquismo atiborrado de votaciones corporativas y de tercios familiares. No existe ni ha existido una sola dictadura moderna que no haya hecho del voto su instrumento. Basta con regular adecuadamente el modo de ejercerlo.


¿El Gobierno español no permite votar su independencia al colectivo de ciudadanos censados en Cataluña? No podría. Ni el español ni ninguno. Por más que quisiera hacerlo. Violaría el principio constitucional más básico: el que pone la definición del sujeto constituyente en manos tan sólo de la totalidad de los ciudadanos a los cuales agrupa la Constitución en vigor. Un gobernante que se atreviese a violar ese principio, cometería un delito gravísimo de sedición. Y, en la práctica, estaría consumando un golpe de Estado. Que es como se define a aquellas actuaciones del poder político que no pasan a través de los reglados automatismos de las leyes. Veo muy bien a un Zapatero haciendo una barbaridad así. 

Pero dudo que ningún adulto mental –ninguno, aunque sea un político– se atreva a afrontar las consecuencias de eso: las morales como las penales.


Lo que Mas pide que se vote no es una Constitución para Cataluña. Eso vendrá después. Lo que pide ahora es que el voto de una fracción del sujeto constituyente español (los ciudadanos censados en Cataluña) decida por sí solo abolir la Constitución de España. Eso tiene un nombre: golpe de Estado. Y ningún gobierno de la nación podría avenirse a él sin ser su cómplice.


¿Puede abolirse una Constitución y abrir el camino para crear otra? Sí. Sin ningún problema. Basta atenerse al procedimiento que la Constitución vigente establece para su reforma, y que es una de las claves ineludibles de cualquier texto constitucional. De no ser así, de hacerse eso al margen de ley y norma, no estaríamos ante una reforma constitucional, sino ante un acto de fuerza. Frente al cual el Estado sólo podría reaccionar con un acto de fuerza más potente.


Nadie juegue a engañarse. El independentismo posee una vía legal. Sólo una. Desarrollar en el Parlamento español las hipótesis de reforma que contiene la Constitución del 78. Hacer que toda España vote una Constitución nueva que contemple la secesión posible de territorios. Y ejercerla luego. Legalmente. Es largo. Puede. Pero, al menos, no es trágico.

 (Gabriel Albiac/ABC)



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 ERC denuncia que Coca-Cola etiquete en islandés y no en catalán

Joan Tardá: “El político que dé la espalda al pueblo catalán, lo pagará"

El diputado independentista saca una lata de este refresco en el Congreso como ejemplo del "desprecio y discriminación al catalán en Europa"

Periodista Digital, 11 de febrero de 2014.

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Miguel Roca: El estado de las Autonomías está agotado’.


El abogado reincidió ayer en defender que ‘hay que escuchar la voz del pueblo’ en referencia a una posible consulta en Cataluña y en que la via de la solución a ese problema es ‘hablar, dialogar, sentarseen la línea del discurso que mantienen los líderes nacionalistas del Govern de Artur Mas...


(ElMundo/11/febrero/2014.)

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