SAN COMPANYS, virgen y mártir.
El 15 de octubre de 1940 a las 5 horas y 30 minutos es fusilado el señor Companys ex presidente de la Generalidad en el glacis del foso de santa Eulàlia del Castillo de Montjuic.
Hoy 69 años después se pretende su subida a los altares como ejemplo para Humanidad.
Bien que sus partidarios le homenajeen pero batallitas no por favor.
Fue fusilado contra el mismo muro donde el consintió, pudiendo evitarlo, que fuesen fusilados cientos de personas que no pensaban como él. Bajo su mandato fueron represaliados en retaguardia, solo por sus ideas, 7.700 personas, de las cuales 6.400 lo fueron en el año 36, cuando Companys era la máxima autoridad en Cataluña. Luego el Gobierno de Madrid le coartó su libertad.
Resumiendo: mientras él tuvo la autoridad absoluta fueron asesinados el 80% del total de los masacrados en Cataluña. Solé Vilarroya, La repressió a la reraguarda de Catalunya (1936-1939) .p.445.
El peso de los asesinatos lo llevaron los anarquistas a los que Companys, muerto de miedo, se puso a su disposición de una manera humillante para servirles de cobertura civilizada, les dijo (20-7-36): “me vi obligado a perseguiros... Hoy sois los amos de la ciudad y de Cataluña... habéis vencido y todo está en vuestro poder... Sí creéis que… puedo ser útil a la lucha… podéis contar conmigo… hoy muere un pasado de bochorno”. G. Cabanellas, la guerra de los mil días, Buenos Aires, 1973.
Lo cual no fue inconveniente para que cuando los comunistas obtuvieron todo el poder y masacraron a los anarquistas catalanes, lo hicieran con el aplauso entusiasta de Companys. Que vio encantado como los ácratas eran ingresados en las checas comunistas siempre tan acogedoras. D. Abad de Santillán, La revolución y la guerra en España, p. 138, 140.
En sus cárceles especialmente en le del convento de San Juan, se aplicaban horribles torturas. “Una habitación esférica pintada de negro, con una sola luz en el techo producía una sensación de vértigo. Algunas celdas eran tan pequeñas que no se podía uno sentar”. J. Peirats, La CNT en la Revolución Española, V.III, p. 280.
“Se inició una represión contra POUM, y contra millares de nuestros propios compañeros… Los sucesos de mayo nos costaron menos de un millar de muertos y varios millares de heridos en Barcelona”. D, Abad de Santillán, Por que perdimos la guerra. p. Cap.VIII.
Companys: "vivió del halago al anarquismo y que luego lo persiguió con refinamiento… Los gloriosos masacradores de anarquistas (en Cataluña)… se entregaron como azoradas mujerzuelas (a los comunistas)". M. Bizcarrondo, Octubre del 34: reflexiones sobre una revolución, Madrid, Ay uso, 1977. p.322,
“En Barcelona los comunistas masacraron de manera despiadada a los herejes del marxismo (POUM, anarquistas y demás tropa), sin ningún problema”. H. Thomas, La guerra civil española, p.714
Bajo el gobierno de Companys, se desencadenó persecución brutal, solo igualada por la de Madrid. En Barcelona capital hubo más de cien checas, cuentan que las más terribles de España.
“En ningún momento de la historia de Europa, y quizás incluso del mundo, se ha manifestado un odio tan apasionado contra la religión y todas sus obras. Solo en la provincia de Barcelona morían 1.225 religiosos”. S. Madariaga, España, p.377.
Durante su mandato se asesinaron 5 obispos en Cataluña, cientos de sacerdotes y religiosos, se asesinaron y torturaron de miles de laicos en las checas, muchos muertos sin juicio; se quemaron casi todas las iglesias y ermitas catalanas.
En Lérida de 410 religiosos asesinaron a 270, el 65,8%, en Tortosa al 61,9%. En Cataluña de los 5.147 sacerdotes asesinaron a 1.536 y a estos hay que añadir los religiosos y las monjas lo que supone 384 más. H. Thomas, La guerra civil española, p.300.
Gobernando Companys había nombrado fiscal en Cataluña a un pistolero criminal amigo de Nin llamado Balada “que, en los juicios, actuaba como si fuera un matarife”. M. Benavides, Guerra y revolución en Cataluña, México, 1946, p.226.
Ardieron 57 de las 58 iglesias de Barcelona (se libró la de los Santos Justo y Pastor).
Se intentó quemar la inacabada Sagrada Familia de Gaudí con gran cantidad de preciosa gasolina. H. Thomas, La guerra civil española, p.325
El monasterio de Pedralbes tuvo protección.
¡Todavía arden las iglesias! ¡Ya me dijo Comoreras (comunista) que tenían mucha materia combustible! Dice a sus colaboradores bromeando el buen Companys.
Era muy majo y aficionado a bromas sobre este tema, cuenta Vidarte (PSOE): “Cuando le dije (a Companys) que hacía el viaje acompañado de un fraile, soltó una carcajada: “De esos ejemplares, aquí no quedan””. Todos fuimos culpables, p.503.
El terror en el que su partido ERC participó con gran entusiasmo fue la época de mayores crímenes y expolios que conoció Barcelona y Cataluña toda en el siglo XX. La Semana Trágica del 1909 una broma.
Simone Weil (en un principio prorrepública), pasó algún tiempo en frente de Cataluña, se convirtió al catolicismo a consecuencia de su terror ante los asesinatos cometidos tras las líneas republicanas. H. Thomas, La guerra civil española, p.659
Unas de las disculpas usadas hasta la saciedad por los frentepopulistas, era que las barbaridades las hacían milicias e individuo imposibles de controlar. Pero sin embargo Peirats, anarquista de pro, nos cuenta: “Se expropiaron todas las fabricas, no se incautaron empresas extranjeras, la misma CNT confeccionó una lista de 87 empresas inglesas que no se podían tocar”. La CNT en la Revolución Española, Toulouse, 1952-53, Vol. I, p.177. Ergo si se podían controlar cuando querían, igual que los asesinatos, los hacían los incontrolados, pero solo asesinaban a los que quería el Gobierno.
Azaña describe la situación (8-5-37): “asesinar y robar; ineptitud de los gobernantes, inmoralidad, cobardía… insolencia de separatistas, deslealtad… explotación de la guerra para enriquecerse… Debajo de todo esto la gente común, el vecindario pacífico, suspirando por un general que mande, y que se lleve la autonomía”. OC, V.IV, p. 575.
14-6-37. Los comunistas ya se sentían fuertes. Andrés Nin después de ser apresado y torturado es asesinado sin haber conseguido nada de él. H. Thomas, La guerra civil española, p.758.
Companys fue con Azaña uno de los mayores responsables de la guerra civil, en el 34 se había sublevado contra la Republica, usando los medios y hombres que la República le había entregado para su servicio.
Presidió la época de mayor terror en Cataluña (36 y principios del 37).
Huyó de mala manera.
Entregado por los alemanes, fue juzgado en Consejo de Guerra, condenado muy justamente, a muerte.
Murió después de confesarse, ayudar a misa y comulgar.
Todo en su muerte fue ejemplar, de un gran valor y dignidad.
Bromeó con sus acompañantes, pidió pan y chocolate porque le recordaba su niñez, también dos copas de coñac pues tenía frío, escribió una nota al coronel Gobernador del castillo-prisión agradeciéndole el buen trato recibido. Regaló a su defensor (capitán de Aviación Colubi) sus gemelos de oro y le agradeció su defensa.
Ante el pelotón mantuvo una tremenda serenidad, no se dejó vendar los ojos y gritó en la descarga ¡Per Catalunya!
Murió como no había vivido. Dios es bueno.
Descanse en paz.
Francisco Alamán Castro.
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