viernes, 16 de octubre de 2009

ADOCTRINAMIENTO SOCIALISTA.






En vista de la pérdida de votos y del deterioro de la imagen del Gobierno que recogen, el PSOE ha empezado a movilizar a todos sus cargos para que, como dice Leire Pajín, hagan "pedagogía" con los ciudadanos. En ese marco, la secretaria de Organización y José Blanco reunieron el martes a sus diputados, senadores y eurodiputados para unificar el discurso que todos ellos deben vender a los españoles. A todos se les entregaron dos documentos, los clásicos argumentarios: uno titulado Guión de discurso, de 12 páginas, y otro de 17 bajo el nombre de Plan de Recuperación Económica. (El Semanal Digital)

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ADOCTRINAMIENTO SOCIALISTA.

Soy de los que creen que Rajoy no es el líder adecuado que necesita el Partido Popular en estos momentos. Probablemente, en otras circunstancias de placidez política, Rajoy sería un buen líder. Pero con las aguas revueltas no sirve, a pesar de que me parece mejor político que Zapatero. Lo que tampoco es decir mucho.

Aclarado esto, el manual socialista es el habitual. Recordemos las imágenes de Aznar con el bigotito fascista y unos perros doberman en posición de ataque. Por supuesto, se dijo entonces que si ganaba la derecha se acabarían las pensiones. Y muchas mentiras más, que son típicas del argumentario socialista.


Pero lo que me parece más relevante no es hacer hincapié en esta actitud socialista de tratar de expulsar de la vida política al partido que puede ser alternativa de gobierno. Lo hemos repetido hasta la saciedad. El antidemocrático Pacto de Tinell, por el que se excluye de las instituciones democráticas al Partido Popular es un claro ejemplo de mentalidad totalitaria. Y fue apoyado por los nacionalistas catalanistas y el PSOE.


¿Cuál es el problema? En mi opinión, no es que el socialismo español se comporte así. Es lo que vienen haciendo desde que han manejado los hilos del poder. Repasen la época de Felipe González y los escándalos consiguientes. Me refiero no solamente a los escándalos de corrupción sino, además, a la manipulación partidista de los aparatos del Estado. Recuerden, por ejemplo, que se espió incluso al Rey. Y a muchísima más gente, por supuesto. Por no hablar del GAL. Pero esto no es casualidad. Forma parte de su concepción de la política.


Por no hablar de la utilización actual de las instituciones del Estado. El caso 'Faisán' es un escándalo de proporciones preocupantes. No tengo duda de que en casi cualquier democracia europea habría provocado una crisis de gobierno y adelanto de elecciones. Pero aquí no pasa nada. Este es el drama de una sociedad anestesiada, incapaz de reaccionar.


El problema importante, y termino, es que hay millones de personas que creen que el PSOE es un partido progresista y que el Partido Popular es, más o menos, una cueva de ladrones franquistas. Que el PSOE es un partido progresista (en el supuesto de que 'progresista' sea equivalente a 'bueno') es tan simplón como decir que el Partido Popular es 'franquista' (o sea, 'malo').


Esta milonga de 'buenos y malos' sólo se puede contar a personas con edades mentales no muy avanzadas. Me temo que esto es lo que sucede. Que hay mucha gente con fuertes dosis de inmadurez política capaz de tragar lo que le echen. Esto lo saben bien los socialistas.


En cualquier caso, no pienso votar ni a los socialistas ni a los populares. Tal como están las cosas, me parece que el mal menor es UPyD. Recordemos el dicho de Galbraith: 'No votamos entre buenos y malos sino entre malos y peores'. Que Dios nos ampare.


Sebastián Urbina.

PD. El argumentario socialista acusa a la política económica neoconservadora de ser el culpable de la crisis económica. Y de paso al Partido Popular porque, supuestamente, apoya esta política económica. Para ver la debilidad y ridiculez de esta argumentación, recomiendo la lectura de los artículos de Roberto Centeno (tiene blog propio) y Juan Ramón Rallo (Juan de Mariana y Libertad Digital).

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