Luis María ANSON
Ni un lamento. Ni un reproche. Ni una mirada hacia atrás. No tenemos vocación de mujer de Lot. Se ha hecho un trabajo formidable. Se han superado infinidad de obstáculos para llegar a la final. Se ha desarrollado un admirable trabajo colectivo. Del Rey abajo, todos. No ha fallado nadie, salvo ese político coronado de espinas al que llaman José Luis Carod Rovira, el de los conciliábulos en Perpiñán con Josu Ternera.
El artífice de la hercúlea tarea que nos llevó hasta la final de Copenhague ha sido Alberto Ruiz Gallardón. El alcalde ha desplegado una formidable actividad a favor de Madrid, de España, del pueblo español. Ni una reticencia para él. Se luchaba contra una norma no escrita: la rotación de continentes. Era casi imposible ganar y todos lo sabíamos. Pero se intentó hasta la extenuación. Un diez para Ruiz Gallardón y para todos los que con él colaboraron. Y ahora a mirar hacia adelante. Volver la vista hacia atrás nos convertiría en estatuas de sal. En el año 2020 se celebrarán otros Juegos Olímpicos. Madrid debe emprender la nueva carrera desde hoy mismo, pujando con la experiencia de las dos derrotas en la final. Nuestro equipo de baloncesto perdió siete finales antes de ganar la copa de Europa. No hará falta tanto. A la tercera consecutiva va la vencida. Madrid será la mejor opción para los Juegos Olímpicos del año 2020. Aunque tengamos a París enfrente.
1 comentario:
Ojalá tenga razón, y salga en el 2020.
En todo caso, hay que seguir intentándolo. No hay batalla más perdida que la que no se da.
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