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Federico Jiménez Losantos y César Vidal ya nos han contado en semanas anteriores en Breve historia de España para inmigrantes, nuevos españoles y víctimas de la LOGSE como el PSOE y la izquierda en general no aceptó que la derecha ganara las elecciones en 1933.
Esta semana se centran en contarnos cómo esas elecciones marcaron un punto de inflexión y a partir de ese momento la izquierda pretende buscar el enfrentamiento armado.
César Vidal nos explica que "a pesar de los intentos de la izquierda de lavar lo que ocurrió en octubre del 34, desde el principio anunciaba que iban a la guerra". Muestras de ello, son las declaraciones que hace Indalecio Prieto el 3 de enero de 1934 a El Socialista: "Concordia no, guerra de clases. Concordia sí, pero entre los proletarios de todas las ideas... Pase lo que pasa, ¡Atención al disco rojo!".
Sobre esas declaraciones Federico comenta "lo irónico de que Prieto hable de proletarios ya que no trabajó en su vida". Una segunda muestra la encontramos el 4 de febrero cuando Prieto hace un llamamiento a la revolución. Ese mismo mes la CNT propone a la UGT una alianza revolucionaria. Largo Caballero responde con las Alianzas Obreras que según el PSOE era un instrumento de insurrección y organismo de poder frente a "las tesis del frente popular de Stalin, demasiado blanda".
Para Vidal la intención del PSOE queda meridianamente clara en su programa del verano del 34; "asesinar a todos que por su situación económica o sus antecedentes (ir a misa, no votar al PSOE o tener un pequeño comercio) puedan entorpecer la revolución". Sin embargo, no todo el PSOE se comportó igual, hubo una pequeña porción liderada por Besteiro que ve como este camino conducía a la guerra.
La prueba irrefutable nos la da César Vidal, "en septiembre la Guardia Civil encuentra en la ría asturiana un barco cargado de armas, el Turquesa, que Indalecio Prieto esperaba para repartir entre los revolucionarios. El diario El Socialista lo deja bien claro ese mes: Renuncie todo el mundo a la revolución pacífica que es una utopía, bendita la guerra".
Para César Vidal la clave de este comportamiento se debe a que "el PSOE deseaba la guerra porque estaban convencidos de que la iban a ganar, sólo necesitaban una excusa". Además les serviría para purgar España.
Mentiras de la Historia: fue para frenar el avance del fascismo
La izquierda, especialmente el PSOE, inventa como excusa un supuesto avance del fascismo en España a través de Falange. César Vidal indica que "en aquel momento Falange la integra cuatro gatos. No existía un peligro fascista en este sentido y mucho menos proveniente de la CEDA". Por tanto, la excusa era mentira.
En febrero del 34 la Falange se fusiona con Las Jons, muestra de "que eran muy pocos y necesitan algo de fuerza". César recuerda que Luis Araquistaín, alto dirigente del PSOE por aquel entonces, escribe un artículo en un periódico norteamericano en abril del 34 donde reconoce que "un fascismo como el italiano o el alemán no puede producirse en España".
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Pero ¿no eran moralmente superiores?
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