viernes, 5 de febrero de 2010

MITOS Y REALIDADES.






Mitos y realidades sobre el sistema sanitario de EEUU, por Stefan Karlsson

Con el lanzamiento de la película Sicko de Michael Moore, el sistema sanitario de EEUU y sus supuestos fallos han sido ampliamente cuestionados. Pero si bien el sistema de EEUU está lejos de ser perfecto, es mucho mejor de lo que nos hacen creer. Es más, los auténticos fallos no son una consecuencia de sus características de libre mercado, sino de una serie de regulaciones y factores que no tienen que ver propiamente con el sistema sanitario.

Este artículo no va a ser una reseña de Sicko, película que no he visto. Pero sí será, claro, un ataque indirecto a la tesis de la película. Para una lista de las mentiras del film, podéis ver esta reseña.

Mito 1: EEUU tiene un sistema sanitario basado totalmente en el libre mercado

Realidad 1: El sistema sanitario de EEUU está ciertamente más liberalizado que el de muchos otros países, pero casi la mitad de sus costes son financiados por el gobierno. En 2004 cerca del 45% de los costes sanitarios fueron sufragados por el gobierno, porcentaje que se ha expandido por la Administración Bush.

Asimismo, el sistema está lastrado pro numerosas regulaciones, que contribuyen a elevar los costes, tal y como The Economist ha analizado recientemente.

Mito 2: El sistema sanitario de EEUU deja a 45 millones de personas(o cualquier otro número) sin seguro sanitario

Realidad 2: Aun dejando de lado que un porcentaje sustancial de la gente que carece de seguro sanitario son inmigrantes ilegales –población excluida en Suecia del sistema sanitario- esto sólo es cierto en el mismo sentido en que podría decirse que alrededor de nueve millones de suecos carecen de seguro sanitario.

Todo el mundo en EEUU con más de 65 años está cubierto por el programa del Medicare y las rentas bajas de menos de 65 años pueden obtener cuidados sanitarios financiada por el programa Medicaid. Y además, uno siempre puede acudir a urgencias y pedir asistencia dado que la ley federal prohíbe a los hospitales denegar asistencia a los que acudan a urgencias, una medida que ha creado ciertos problemas en las regiones fronterizas con México, dado que los inmigrantes ilegales han sabido aprovecharse muy bien (puede leerse más sobre esto en el link anterior).

Mito 3: El libre Mercado es responsable de los elevados costes del sistema sanitario de EEUU

Realidad 3: Que el sistema sanitario de EEUU tiene unos elevados costes es uno de las pocas críticas que es básicamente cierta. Da igual como se calculen, los costes de la sanidad estadounidense son los mayores del mundo.

Con todo, debería tenerse en cuenta que muchos –incluido Michael Moore- exageran esos costes comparándolos con poder adquisitivo ajustado a la renta per capita. Dado que los EEUU aun son el tercer país más rico del mundo (después de Luxemburgo y Noruega) según este método de comparación y dado que una renta per cápita media tiende a elevar el coste en dólares ajustados a la renta per cápita, estas estadísticas tenderán a elevar el coste relativo de los EEUU y a disminuir el de países como Cuba.

Los costes sanitarios en los EEUU representan alrededor del 15% del PIB, comparado con el 10% de países como Francia, Canada o Cuba. ¿Cuál es la causa de esos elevados costes? En parte (ver más abajo) se debe a que la calidad es superior y ello se traduce en mayores costes. Además, como también se explica más abajo, el estilo de vida poco sano de muchos americanos también contribuye a elevar los costes.

Además, también hay que tener en cuenta las regulaciones (mencionadas en The Economist) que elevan los costes y que los médicos y enfermeras de EEUU cobran relativamente mucho más sobre el resto de la población que en el resto del mundo.

Por último, también se da la circunstancia de que el sistema sanitario de EEUU funciona en la práctica como un Atlas que soporta sobre sus hombros los costes de investigación y desarrollo del resto del mundo. En Sueca, Canadá y muchos otros países, la sanidad pública compra las medicinas a un precio regulado que no cubre los costes necesarios para producirlos. Las farmacéuticas aceptan realizar estas transacciones debido a que les proporciona un pequeño beneficio una vez se ha completado la investigación y el desarrollo necesario, que además pueden recuperar cargando precios más elevados en los EEUU (que cubren no sólo el coste de producción, sino también el de I+D). En otras palabras, los auténticos costes de investigación están siendo sobreevalorados en los EEUU e infravalorados en los países preferidos de Michael Moore y otros socialistas.

Si los EEUU actuaran como otros países e impusieran bajos precios par alas medicinas –algo defendido por destacados demócratas- esto desde luego daría lugar a una reducción a corto plazo de los costes sanitarios de los EEUU. El problema es que esto significaría que la I+D mundial dejaría de ser provechosa con lo que pocas (si es que alguna) nuevas medicinas aparecerían en el Mercado por lo que a largo plazo el coste de la sanidad se elevaría en todas partes.

Mito 4: A pesar de los costes más elevados, el OMS coloca al sistema sanitario de EEUU en la posición 37 en cuanto a calidad.

Realidad 4: No, eso no es así en absoluto. El ranking sólo mide la calidad en una fracción muy pequeña. Si compruebas los detalles, trata de medir muchas otras cosas, como la salubridad de la población (que no es un buen indicador de la bondad del sistema sanitario, como puede verse más abajo) y en que medida la financiación y el tratamiento responden a los ideales socialistas de la OMS.

Que los sistemas socialistas sean mejores de acuerdo con estos ideales socialistas a pocos puede sorprender, por lo que definitivamente no es un buen indicador de la calidad del sistema.

El único de sus parámetros que mide la calidad del sistema sanitario es el “nivel de receptividad” que mide la satisfacción del paciente y cuán rápido y eficientemente funciona el sistema. Y en este apartado el sistema sanitario de EEUU es… ¡el número 1!

Mito 5: La esperanza de vida más baja y los mayores problemas sanitarios de EEUU demuestran que el sistema sanitario no funciona correctamente.

Realidad 5: No, en absoluto. Estos indicadores pueden variar debido a numerosos factores, entre ellos distintos estilos de vida. Los sistemas sanitarios de Suecia y Dinamarca son básicamente idénticos –así como el resto de su sistema económico- y sin embargo la esperanza de vida es algo superior en Suecia. Las diferencias se deben a que los daneses tienen un estilo de vida menos saludable que los suecos.

Hong Kong tiene una esperanza de vida muy elevada y pocos problemas de salud a pesar de tener un sistema sanitario privado en casi su totalidad y financiado de una forma muy similar a los EEUU.

Y tal y como Michael Moore sirve para ilustrarnos, los EEUU tienen una elevada proporción de gente que está obesa o que sigue estilos de vida poco saludables. Esto contribuye a elevar los costes sanitarios y a empeorar los indicadores de salud. (liberalismo.org)

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