BALANZAS, TÉCNICA Y POLÍTICA.

1/8/2008.




BALANZAS, TÉCNICA Y POLÍTICA.

El Conseller de Economía y Hacienda de Baleares, Carles Manera, dice que Cataluña y Baleares comparten posturas comunes en el ámbito de la mejora de la financiación. Asegura que no se trata de tácticas ni de maquillaje sino que tales posturas están basadas en el rigor, el análisis y los datos. Esto es lo que informa Efe.

Resulta que el portavoz parlamentario de ERC, Joan Ridao, ha dicho que su grupo no dará un voto favorable a los Presupuestos Generales del Estado para 2009 si no se pacta previamente un nuevo modelo de financiación autonómica que responda a los intereses de Cataluña y respete lo establecido en el Estatuto de esta Comunidad. Con esta postura ERC se sitúa en la misma posición que CIU.

Pero, en primer lugar, este Estatuto está recurrido. A pesar de las dudas crecientes que tiene la opinión pública de la objetividad del aparato judicial, no es nada seguro que el TC vaya a dar por bueno tal Estatuto. Al menos todo. Por tanto, la estrategia espuria de los partidos catalanistas es dar por hecho algo que no está hecho. No sólo esto. Hace pocos días el político Maragall amenazaba al Gobierno español de 'consecuencias' si no se aprobaba dicho Estatuto en su integridad. ¿Es admisible que se amenace al Gobierno de este modo? ¿Es que el TC está a las órdenes del Gobierno socialista? En caso contrario ¿está loco Maragall y los que opinan como él? Pero si tuvieran razón estaríamos ante una quiebra gravísima de la democracia española.

En segundo lugar, se nos habla de cuestiones técnicas. ¿Es el modelo de financiación una cuestión exclusivamente técnica? Claro que no. ¿Qué pretenden los políticos catalanistas? Presentar los impuestos que pagan los ciudadanos catalanes como un pago hecho por 'Cataluña'. O sea, un planteamiento propio de los nacionalistas. Minusvalorar o excluir a las personas de carne y hueso y dar el protagonismo a los territorios. Hay que adorar al 'becerro de oro', 'la Nación'. Aprovechándose, por supuesto. La pela es la pela.

Los políticos catalanistas no quieren aceptar que, en las sociedades democráticas, suele haber impuestos progresivos. Los ciudadanos con mayor nivel de renta suelen pagar más. Vivan en un territorio o en otro. Les molesta mucho esta transferencia de renta a ciudadanos de otras Comunidades. La última 'gracia' catalanista ha sido la de un candidato de ICV, en Tarragona. Pide apadrinar a niños extremeños por 1000 euros. Como si fuera niños de Etiopía. No saben cómo hacer amigos.

Además, no se conforman con discutir el sistema de financiación entre todos. Parecería que formamos parte de un todo, de España. Esto resulta intolerable para los catalanistas. Ellos no quieren formar parte de este todo. Ellos son diferentes, pero mejores. Quieren sacar las máximas ventajas, como vender sus productos en la opresora España como si fueran unos españoles más. Aunque no quieren serlo. Y se ríen cuando el rufián Rubianes dice, en TV3, 'me cago en la puta España'. ¡Qué risa! Quieren mercado único, para sacar ventajas del mismo, pero quieren aduanas tributarias que les favorezcan a ellos. Quieren que se invierta más en su sagrado territorio, que se mejoren sus servicios y lo que haga falta.

O sea, que les ayudemos en su tarea de 'liberación nacional' o de 'construcción nacional'. Y que nos puedan seguir vendiendo sus productos como si no pasara nada. La publicación de las balanzas fiscales no tiene un interés exclusivamente científico, sino político. Es decir, quieren disminuir las transferencias fiscales a ciudadanos que residen en ciertas Comunidades. Que son las menos ricas o con menores niveles de renta. Esta actitud no puede sorprender en los nacionalistas, pero debería sorprendernos (¿debería?) de los que se llaman socialistas.

Por otra parte, los resultados que se obtengan a la hora de calcular las balanzas fiscales regionales dependerá de la metodología utilizada y de la capacidad de presión de los grupos políticos. Con todo esto, el socialista Manera, Conseller de Economía y Hacienda de Baleares, dice que va en el mismo barco que los catalanistas. Con todo el rigor del mundo, eso sí.

Por supuesto, las balanzas fiscales, como todo, son perfectibles. Pero sin meter a la zorra (bilateralidad) en el gallinero.

Sebastián Urbina.