6/7/2008.
PAIS DE MIERDA.
Un facha de siete años. A. Pérez-Reverte.
Verán. Un niño de siete años, sobrino de un amigo mío, observando hace poco que varios de sus amigos llevaban camisetas de manga corta con banderas de varios países, la norteamericana y la de Brasil entre ellas –algo que por lo visto está de moda–, le pidió al tío de regalo una camiseta con la bandera española. «Van a flipar mis amigos, tito», dijo el infeliz del crío. Según cuenta mi amigo, el sobrinete bajó al parque como una flecha, orgulloso de su prenda, con la ilusión que en esas cosas sólo puede poner una criatura. A los diez minutos subió descompuesto, avergonzado, a cambiarse de ropa. El tío fue a verlo a su habitación, y allí estaba el chiquillo, al filo de las lágrimas y con la camiseta arrugada en un rincón. «Me han dicho que si soy facha o qué», fue el comentario. Siete años, señoras y caballeros. La criatura. Y no en el País Vasco, ni en Cataluña, ni en Galicia. En la Manga del Mar Menor, provincia de Murcia.
Me sabe mal darle la razón. Pero también creo, con Pérez Reverte, que somos un 'pais de mierda'. Sólo así se puede explicar que sigan votando a Rodriguez Zapatero y le den, por segunda vez, la confianza. O que soporten al 'impresentable' de Rajoy, capaz de 'pasar por encima' de María San Gil, uno de los básicos referentes políticos y morales del Partido Popular. Entre otras cosas. Por no decir algo de la mayoría de los medios de comunicación. Rojerío progre de la peor especie. Ya ni hablo de los nazionalistas. ¿Qué queda? La gente decente, decepcionada. Unos se abstienen y otros votan por el mal menor. Ya no se sabe cuál es. Quedaba la esperanza de que el PP fuese el mal menor pero la deriva entreguista de Rajoy no permite abrigar esperanzas. De momento, sólo Rosa Díez habla claro y no se avergüenza de reivindicar cuestiones básicas que deberían defender los llamados 'partidos nacionales'. Gracias a la miseria moral de la mayoría de los políticos puede reproducirse este ganado que llama 'facha' a un niño de siete años por llevar una camiseta con la bandera española.
Sebastián Urbina.
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Las placas de etarras siguen, pero retiran una dedicada a los "Caidos por Dios y por España"
(PD).- Las que homenajean a los terroristas etarras, siguen en calles y plazas del Pais Vasco, con el beneplácito de los jueces de la Audiencia nacional, pero las colocadas en honor de los cayeron en el bando franquista durante la Guerra Civil, son arrancadas de cuajo.
La de Pedro Bernando, en la provincia de Avila, era una de esas placas de mármol blanco, encastradas en uno de los muros exteriores de la iglesia y que en muchos cientos de pueblos aparecen dedicadas a los "Caídos por Dios y por España".
Operarios del Ayuntamiento de la localidad abulense (1.099 habitantes) retiraron este viernes la placa de la iglesia, dedicada a José Antonio Primo de Rivera, fusilado por los republicanos durante la guerra civil de 1936, y a todos los vecinos de la localidad, a los que el bando republicano dio el "paseillo" al inicio de la contienda, o que murieron en el frente luchando contra los "rojos".
Según asegura la Asociación de la Memoria Histórica, los operarios retiraron la placa, porque "exaltaba a José Antonio Primo de Rivera y a los vecinos del municipio que murieron luchando en la Guerra Civil apoyando el golpe militar".
El arranque se ha efectuado después de varios intentos frustrados, a los que se opusieron con vehemencia varios paisanos y el párroco de la localidad.
La única concejal socialista del pueblo, Isabel Fernández, cuyo abuelo fue uno de los "desaparecidos" del bando republicano, ha sido la gran promotora de la retirada del símbolo falangista.
Varios vecinos y el párroco de la localidad se opusieron a la retirada
No es, sin embargo, la primera vez que se ha intentado quitar la placa. A finales de mayo, varios obreros fueron enviados a arrancarla, como había aprobado el pleno municipal, con los votos en contra de los cuatro concejales del PP.
En aquella ocasión, parte de los vecinos, encabezados por el párroco, se opusieron violentamente e impidieron que se quitara la placa.
Este viernes -dos días después de que la Audiencia Nacional concluyera que no es delito homenajear con calles, parques y plazas a los asesinos etarras-, han aplicado sin remilgos en este rincón de Avila la Ley de Memoria Histórica, que entró en vigor el 27 de diciembre.
Pedro Bernardo es un pueblo del Tiétar, que comenzó la guerra de 1936 en manos de los "rojos" y fue conquistado a las pocas semanas por los "nacionales". Y como en todos los sitios, hubo muertos. Unos asesinados por los que mandaban al inicio. Otros, por los que triunfaron después.
1 comentario:
Completamente de acuerdo y me llama la atención el comentario de D. Arturo: uno tiene el perfecto derecho de hablar con dureza de aquello que ama. Y me atrevo a añadir, que esto deja con el culo al aire a más de un hipócrita oficial.
Como no nos tomemos con seriedad el tema de la educación, esta Sociedad Española no hay quién la levante. ¿Porqué los filósofos de verdad acaban siempre desencantados?
FERNANDO SANTAYANA
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