3/7/2008.
SOCIALISMO LIBERTICIDA.
VISITARÁN A LOS HOSTELEROS DE LA ISLA
El Consejo de Mallorca crea una "policía" para vigilar el uso del catalán en restaurantes
Las Islas Baleares no quieren quedarse atrás en su política de marginación del castellano. Si este miércoles el Gobierno vasco anunció un decreto que obligará a que los comercios atiendan en vascuence, ahora el Ejecutivo presidido por Francesc Antich, a través del Consejo Insular de Mallorca, creará una especie de "policía lingüística" que vigilará que en los restaurantes mallorquines se use el catalán. Según informa La Razón, existirán unos "dinamizadores" que visitarán a los hosteleros para comprobar si se utiliza esta lengua tal y como desea el Ejecutivo.
No lo digo como una 'boutade'. Los nacionalistas periféricos y los socialistas actuales, que van cogidos de su brazo, son herederos intelectuales de Franco. ¿En qué sentido, si ellos se declaran antifranquistas?
Una cosa es lo que se dice y otra lo que se hace. Una de las características de los gobiernos autoritarios, es la sustitución de la libertad de decisión de los ciudadanos por la voluntad de los políticos. El régimen de Franco prohibía actividades, como organizar partidos políticos, impedir la utilización institucional de las lenguas minoritarias, etcétera. Pero se trataba de un gobernante que no se declaraba demócrata. No hay motivo, por tanto, para extrañarse de su comportamiento no democrático. Lo que se debe hacer es criticar, políticamente, a un gobierno que no respetaba las libertades ciudadanas.
¿Qué sucede ahora? Que unos gobiernos que son democráticos en su origen, no actúan democráticamente. Más concretamente, no respetan algunas exigencias básicas de nuestra vigente Constitución. Y como esto es auténticamente vergonzoso (desde una perspectiva democrática) tienen que mentir. Es lo que hacen. Negar la mayor.
Pero la realidad es tozuda. A pesar de que Rodriguez Zapatero dice que no hay crisis económica, hay crisis económica. Algunos merluzos se empeñan en utilizar 'crisis' como un término técnico-económico. Pero el primer ministro de un país democrático tiene la obligación de conectar con los problemas de los ciudadanos, con los problemas económicos que tienen. Por ejemplo, las dificultades para pagar las hipotecas o la fuerte subida del precio de alimentos básicos, etcétera. Los ciudadanos no tienen la obligación de ser economistas. Les basta vivir y sentir que están viviendo una crisis. Lo que tiene que hacer un gobernante es entender y tratar de solucionar sus problemas. No escudarse en términos técnicos. Y no mentir, como ha hecho repetidamente. Y si no puede arreglar los problemas que deje paso a otros.
Por cierto, podremos comprobar si la política, típicamente socialdemócrata, del gasto público para estimular la demanda agregada, funciona o no. Me temo que no y me temo que, también, se olvidará el fracaso de Rodriguez Zapatero. Como se ha olvidado que Solbes y González llevaron a España a la ruina.
Volviendo al principio. Las coaliciones socialnacionalistas, como las de Cataluña, Galicia y Baleares, en vez de preocuparse por los problemas de la gente, se dedican a sustituir la libertad de decisión de los ciudadanos por su propia voluntad. El objetivo es el mismo de todos los políticos con mentalidad totalitaria: la ingeniería social. 'Desde arriba', ordenan cómo deben comportarse los ciudadanos, qué lengua deben usar, en qué lengua han de enseñar a sus hijos, etcétera. Por eso digo que son herederos intelectuales del franquismo. Por su falta de respeto por la libertad de decisión de los ciudadanos.
De las Vascongadas poco que añadir. Si no eres nacionalista pueden pegarte un tiro y matarte. Y se habla como si hubiera democracia. Es una farsa. Sangrienta, pero farsa. Aunque el socialista (?) Patxi diga que no.
Con el lamentable añadido de que los actuales pseudosocialistas y los nacionalistas, se autoproclaman demócratas. Y progresistas. El no va más. Pero un pueblo que se deja engañar por demagogos, no merece más que lo que tiene. Triste.
Sebastián Urbina.
XXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXX
Montilla rechaza el Manifiesto y avisa que la inmersión «no es negociable»
(PD).-No hay conflictos lingüístico, ni multas a los comercios, ni padres que no pueden educar a sus hijos en castellano... son todas mentiras, según José Montilla, que ha rechazado el manifiesto en defensa del castellano promovido por un grupo de intelectuales porque, tal como reza la versión oficial del Gobierno ZP, no hay conflicto lingüístico. A los impulsores del manifiesto, los ha tachado de "pirómanos".
La mentalidad totalitaria no es exclusiva de los socialistas baleares. La enfermedad es común. ¡Algo en común han de tener! Para empezar, una mentira. El sr. Montilla dice que el castellano no está en peligro. Imagino que este esfuerzo intelectual exigirá unos días de descanso en Monserrat. No, el problema no es ese. El problema es que se violan derechos de las personas en nombre de supuestos derechos colectivos. O sea, que personas de carne y hueso no pueden conseguir que enseñen a sus hijos en castellano porque los políticos totalitarios dicen que hay unos derechos colectivos (catalanistas) que se imponen a los derechos de las personas individuales.
De ahí que Montilla sea feliz con la 'inmersión lingüística'. Lo suyo es sustituir la voluntad de decisión de los ciudadanos por la suya. Los políticos (totalitarios) están encantados construyendo la sociedad feliz. El siguiente paso podría ser la 'inmersión ideológica'. ¿Qué digo? No se trata de que 'podría ser'. Se trata de la asignatura Educación para la Ciudadanía. Es el siguiente paso. El paso de las oca socialista. Y la mentira como esencia progre. ¿Qué respeto se puede tener por esta gente?
La primera parte de esta peligrosa idiotez también la ha defendido Monserrat Nebrera. No puedo creer que una señora catedrática de derecho constitucional diga estas bobadas. Por tanto, creo (respetando su inteligencia) que sabe que el problema no es que el castellano/español tiene buena salud en el mundo. Sabe que el problema es otro. No es, por tanto, un problema de inteligencia sino un problema de falta de ética.¡Qué panorama!
Sebastián Urbina.
No hay comentarios:
Publicar un comentario