Una problemática compleja que afecta a distintas zonas de la ciudad
Discrepancias en el pacto retrasan las medidas contra el botellón
PSOE, Bloc y UM mantienen posturas distintas sobre las actuaciones que se deben abordar
La playa de Palma es una de las zonas de la ciudad en la que se practica el botellón . Foto: B. Ramon.
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Emaya intenta "minimizar" el impacto del fenómeno. Diario de Palma
La concejalía encargada de abordar esta problemática es la de Igualdad y Derechos Cívicos, que dirige Cristina Ferrer, en manos del PSOE. A finales del pasado año se hizo un estudio sobre el fenómeno del botellón en Palma, además de una campaña específica entre los jóvenes que lo practican con el fin de disponer de una radiografía real del fenómeno.
Además, en el primer trimestre del presente año, se organizaron unas jornadas en las que se analizaron cómo han abordado este fenómeno distintas ciudades españolas.
En el seno del grupo municipal socialista no existe una opinión unánime a la hora de afrontar el problema, más allá de la realización de campañas de concienciación, cuestión en la que todos los grupos coinciden. La única propuesta que se ha realizado hasta el momento –aún no materializada– ha consistido en la prohibición de la práctica del botellón en una zona central del paseo Marítimo. Las dificultades surgidas como consecuencia de los problemas competenciales que afectan a esta vía, según declaró la alcaldesa, han retrasado tambiénla adopción de esta medida concreta.
UM, por su parte, es partidaria de que "el botellón se realice en zonas que no supongan un problema tanto para los ciudadanos en general, como para los profesionales del sector del ocio y de la restauración que se pueden ver afectados por este fenómeno y más ahora en tiempo de crisis", según indican desde este grupo municipal en una nota. Todo ello, "mientras no exista una normativa específica que regule las concentraciones en las que se consumen bebidas alcohólicas o no en la vía publica", tal como se indica en la comunicación.
El grupo municipal del Bloc, al igual que EU-Els Verds y el PSM en el pasado mandato estando en la oposición, es contrario, en principio, a la regulación del fenómeno mediante una ordenanza especícica. Consideran que, con la aplicación de las actuales disposiciones en materia de limpieza y de ruidos, junto con el incremento de la vigilancia policial y la realización de campañas de concienciación e información sanitaria, sería suficiente.
El teniente de alcalde de Servicios Sociales, Participación y Cultura, Eberhard Grosske, no quiere pronunciarse sobre las medidas anunciadas en el paseo Marítimo por la alcaldesa, Aina Calvo, porque asegura que desconoce su contenido concreto, más allá de lo anuciado en los distintos medios de comunicación.
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LA PROBLEMÁTICA.
La verdadera 'problemática' es un gobierno que no quiere problemas. Cuanto intuye que la solución de un problema le traerá conflictos porque, por ejemplo, los afectados van a seguir haciendo lo mismo, a las 'bravas' si es necesario, reflexionan la problemática.
Ahora nombrarán una comisión de expertos para estudiar la 'problemática'. A los vecinos que tienen que aguantar ruidos, meadas, vómitos y suciedad, que les den. Ahí no existe 'problemática'. Esta es la clase política que tenemos. Y me temo que los populares, si gobernasen, harían algo parecido.
A los ciudadanos que no dan problemas (los que tienen que soportar los inconvenientes) los dejan tirados. Años y años. Es de vergüenza. Eso sí, tienen que pagar los impuestos.
La impresión es que solamente les harán caso si se organizan y crean problemas a los políticos. Pero esto es difícil y costoso. En eso se amparan los políticos. En que los ciudadanos honrados no se organizarán y les crearán serios problemas.
Lamentable.
Sebastián Urbina.
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