jueves, 17 de septiembre de 2009

PADRES CHORIZOS.









Un padre irrumpió ayer en un colegio de Madrid y agredió a dos funcionarios del centro escolar de su hijo, mientras la Asamblea regional aprobaba una moción para «reforzar la figura del profesor»

Actualizado Jueves, 17-09-09 a las 09:10
«Voy a matar al jefe de estudios», con estas palabras irrumpía V. A. M., el padre de un alumno, de entre cinco y seis años, en el colegio del pequeño tras recibir una queja de éste contra el funcionario del centro. Poco después, se materializaba una agresión contra la directora, M. J. F. y el propio responsable académico. A continuación, el agresor fue detenido por la policía, según ha podido saber ABC.
Un curso inolvidable
Nada hacía sospechar a padres, alumnos y profesores del colegio de Educación Primaria e Infantil, «Loyola de Palacio», ubicado en el madrileño barrio de Vallecas (en la calle Embalse de Navacerrada), que el comienzo de su segundo año de vida -el centro fue inaugurado en mayo de 2008- se convertiría en un curso inolvidable debido al lamentable incidente que marcaba el inicio de las clases.
Sobre las tres de la tarde de ayer, el alterado progenitor se dirigió a la institución pública y entró en el comedor del colegio vociferando sus amenazas y en actitud hostil, según fuentes de toda solvencia. La directora, al escuchar la amenaza contra su jefe de estudios salió al paso del padre y le dijo que su compañero no estaba. Entonces el presunto agresor se dirigió hacia la zona de despachos y allí insultó, zarandeó y llegó a tirar al suelo a la responsable de la escuela. Alarmados, los profesores, que se encontraban comiendo en esos momentos, salieron a los pasillos para defender a su compañera e intentar calmar como fuera al hombre.
Tal y como han podido relatar a este periódico fuentes próximas al centro escolar, en medio del inmenso alboroto, el agresor realizó una llamada telefónica mediante su móvil, en la que dirigiéndose a una persona de nombre Iñaqui, le pidió: «Ven al colegio, toma nota de las matrículas de los coches de los profesores y a ese morenito y chulito, le rajas».
Detenido por la Policía
Al parecer los hechos se desencadenaron tras regresar sobre las doce del mediodía el pequeño a su domicilio y quejarse a sus padres del trato recibido en el comedor por parte de algún profesor. Las fuentes de las que procede esta información aseguraron también que, tras la agresión, la Policía detuvo al autor de la misma y lo condujo a la comisaría de Entrevías, donde se cursó la denuncia de los hechos y se tomó declaración a los implicados.
La directora del colegio, M. J. F., expresó entre sollozos su negativa a ofrecer declaraciones sobre lo sucedido a los medios de comunicación hasta que no se celebrase el juicio rápido previsto para esta misma tarde, en torno a las 14 horas y que se celebrará en los Juzgados de Plaza de Castilla.
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PADRES CHORIZOS.

Esperanza Aguirre, Presidenta de la Comunidad de Madrid, propuso que los profesores tuvieran la calificación de 'funcionarios' para estar más protegidos frente a la violencia y estupidez de padres y alumnos. Debe destacarse que el Partido Socialista Obrero Español (no se ría), se abstuvo en la votación. Un ejemplo de buena voluntad para el Pacto de Estado para la educación en España.

Ya sé que no me harán caso, pero además de las sanciones que estén previstas en el código penal para ciertos comportamientos, sugeriría que se hicieran modificaciones en la Constitución y en las leyes ordinarias para dar cabida a otro tipo de 'ayuda a la reinserción social'.


Por ejemplo, una vez que este padre chorizo haya cumplido la condena que, eventualmente, dicte una sentencia judicial, debería haber otro lugar para completar la reinserción, controlado por la judicatura. Obviamente, no soy partidario de las monstruosidades que hicieron nazis y comunistas, con sus campos de concentración y gulags.

Pero una cosa completamente diferente serían los 'campos de trabajo' o como se les prefiera llamar. Creo que en Finlandia los hay para delitos de tráfico de cierta gravedad, cometidos por la ingesta de bebidas alcohólicas.
Se trataría, por ejemplo, de que este padre, los fines de semana, tuviese que ingresar en un campo de trabajo. O sea, trabajar, en condiciones dignas, y recibir clases de educación y respeto por los demás.

Algo parecido haría con los malvados que queman los bosques. Durante muchos fines de semana deberían trabajar en la repoblación forestal. Si sus acciones criminales no han provocado la muerte de nadie es mejor que trabajen, reparando el daño que han hecho, en vez de estar sentados en la cárcel.


Si este padre chorizo se va de rositas será un mal ejemplo para los padres que se le parecen (y los que no) y para los niños. ¿Qué pueden pensar? Creo que el 'buenismo' y la falta de disciplina en las aulas han sido, y son, un verdadero cáncer de muy negativos efectos. Lo pagamos, y lo pagaremos, muy caro.



Sebastián Urbina.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

No es un tema legal, es un tema social. Cuando yo era chico, los profesores mandaban, porque la gente lo sabía, era un tema social. Si alguien tenía un problema con el centro, áquel estaba mal visto, era un tema social. Había clara una autoridad, había claro un respeto, respeto, porque era un tema social.

Si él te gritaba, tu te callabas, si él te corregía, tu asumías, si él te aconsejaba, tu le escuchabas. Era un tema social, la gente lo sabía.

Si él era hombre, lo llamaban por "Don", si ella era mujer, la llamaban por "Doña", respeto, respeto, era un tema social, las aulas, aulas, ...

¿Y qué hay hoy? ¿hoy, hoy? ¿Y qué hay hoy?

Aquellos días de escuela en los años ochenta, aquellos días de escuela en los años ochenta, se fueron.

Sebastián Urbina dijo...

Así es. Pero la sociedad y sus representantes políticos pueden tratar de acelerar el cambio social por medio de las leyes. No siempre funciona pero suele funcionar, especialmente cuando mucha gente está a favor. Como parece que es el caso. Si las leyes (y la prensa y las opiniones de muchos ciudadanos) tienen éxito y más gente se acostumbra a lo antes sucedía (o algo parecido), volverá a ser un tema 'social'.
Los castigos no bastan, pero son más importantes de lo que la cultura actual cree. Si un padre sabe que pegar a un profesor puede llevarle a la cárcel, se lo pensará dos veces. Normalmente.