Morales se niega a debatir con los candidatos presidenciales, a dos meses de las elecciones. El presidente de Bolivia, Evo Morales, ratificó que no debatirá con ningún candidato a las elecciones presidenciales de diciembre porque aseguró que "no tienen argumentos ni moral", al formar parte de los gobiernos "neoliberales" que pusieron al país al borde de la bancarrota.
Europa Press
Evo Morales, Presidente de Bolivia, es de izquierdas. Amigo y compañero de Fidel Castro, Hugo Chávez, Rafael Correa, Daniel Ortega, entre otros izquierdistas de pro. Parece ser que también es amigo de Rodríguez Zapatero.
Su comprensión de las elecciones democráticas es, al menos, curiosa. Recordemos que las elecciones democráticas no solamente deben ser periódicas. Además, los candidatos de los partidos de la oposición han de tener libertad de expresión, de reunión y de movimiento para criticar al gobierno de turno. Y junto a las críticas que consideren adecuadas, proponer los programas políticos alternativos para que los ciudadanos puedan elegir libremente la opción política que prefieran.
Es ya tradición, en los países con sistemas políticos democráticos, dar facilidades a los ciudadanos para que puedan conocer los candidatos electorales y sus programas políticos. A tal efecto, suele haber debates, preferentemente en radio y televisión. El objetivo es contrastar opciones políticas, valorar la personalidad de los candidatos y conocer cómo éstos responden a los problemas planteados, bien por adversarios políticos, por periodistas o por los ciudadanos. Todo ello, con independencia de los mítines o encuentros entre los diferentes candidatos y los ciudadanos que quieran verles y oírles.
De ahí que sea sorprendente lo que dice el socialista Evo Morales. Descalifica a todos los candidatos que optan, legítimamente, a la presidencia del gobierno. Resulta que todos, excepto él, son inmorales. Además, nadie, excepto él, tiene argumentos. Esto dice el actual Presidente Morales. En consecuencia, no quiere debatir con los otros aspirantes. La causa de su inmoralidad es el neoliberalismo que supuestamente defienden sus adversarios políticos. Digo ‘supuestamente’, porque ni siquiera sabrían argumentar el neoliberalismo que dicen defender. En resumen, son tontos e inmorales.
Daría risa si no estuviera en juego la libertad de los ciudadanos bolivianos. Por una parte, el comportamiento mesiánico del socialista Evo Morales, camina hacia el Partido Único. O sea, si todos los políticos son inmorales e indignos, excepto él, sería suicida no elegirle. Hay, por tanto, que excluir a los malvados adversarios políticos del gobierno de
¿De dónde proviene esta estupidez, arrogante y autoritaria? De la creencia en la superioridad moral de la izquierda. Se trata de la creencia en la hiperlegitimidad izquierdista para dirigir el país. Aquí, en España, los socialistas zapateriles no se atreven a decir las mismas idioteces que vocea Morales. Es cierto. Pero están convencidos de que son los únicos con legitimidad suficiente para gobernar. ¿Cómo lo sabe, podría preguntar un votante socialista de buena fe?
Sin necesidad de remontarnos a nuestra Historia, en concreto a
Tal vez no se hayan atrevido a decir que los políticos del Partido Popular son inmorales y, encima, no tienen argumentos. ¿O sí? En cualquier caso, el propio Pacto de Tinell es muestra suficiente del talante antidemocrático y excluyente de socialistas y nacionalistas.
Volviendo a Evo Morales, su otra gran estupidez es la acusación de que sus adversarios políticos son culpables de todos los males que asolan a Bolivia, por haber defendido el neoliberalismo. Bien es cierto que las bobadas progresistas no son exclusivas de Morales. Aquí, en España,
Dice G. Sorman: ‘Cuando
Disfrazar, o negar, estos hechos es el objetivo de la izquierda y sus acólitos.
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Se consumó la tragicomedia. Morales ha ganado las elecciones, o lo que sea. ¡Pobres bolivianos!
Sebastián Urbina.
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