Sábado , 06-02-10
La desconfianza de los mercados en nuestro país forzó ayer al presidente del Gobierno a escenificar su liderazgo en la reforma laboral. Para ello, convocó ayer por la tarde a la patronal y a los sindicatos a una reunión en La Moncloa para explicarles las propuestas del Ejecutivo, las cuales, no satisfacen ni a unos ni a otros.
Las medidas no concretan prácticamente nada y están totalmente abiertas a su negociación con la patronal y los sindicatos en el ámbito del diálogo social.
Contratos indefinidos
Una de las propuestas prioritarias es que se reduzcan drásticamente los contratos temporales y se utilice más la contratación indefinida, «sin que sea más costosa para los empresarios y respetando siempre los derechos de los trabajadores», según subrayó Rodríguez Zapatero. Para ello, se propone ampliar la utilización del contrato de fomento de la contratación indefinida creado en 1997. Esto quiere decir que no habrá un nuevo modelo de contrato ni se abaratará el despido, tal y como han exigido siempre los sindicatos.
No obstante, el secretario general de CC.OO., Ignacio Fernández Toxo, dijo que «los elementos más conflictivos no están en el documento», por lo que es «una propuesta discutible». El secretario general de UGT, Cándido Méndez, afirmó que el momento económico «no es favorable para crear empleo», y destacó que «el giro brusco que se ha dado en la reforma de las pensiones no se da en este documento». A pesar de ello, «UGT tiene voluntad negociadora».
Para la patronal de los empresarios, las propuestas «van en la buena dirección», aunque son insuficientes, según su presidente, Gerardo Díaz Ferrán. Por su parte, Cepyme entiende que el documento no hace ninguna referencia a uno de los mayores problemas de las pequeñas y medianas empresas, que es la falta de financiación, declaró su presidente, Jesús Bárcenas.
Manos a la obra
Tanto el presidente del Gobierno como los agentes sociales coincidieron en que se pondrán a trabajar inmediatamente para llegar a un acuerdo lo antes posible. Hay que subrayar que el documento no recoge plazos para alcanzar un acuerdo sobre la reforma laboral.
Rodríguez Zapatero afirmó que el Gobierno plantea estas reformas «para crear empleo, no para los mercados, afectados por movimientos especulativos». Recordó que «este modelo de relaciones laborales que tanto se critica es el que me encontré cuando llegué y que no había sido retocado por otros que gobernaron ocho años».
Una de las medidas se refiere a favorecer el empleo de los jóvenes, con un programa extraordinario para menores de 24 años que carezcan de formación. Este programa, del que no se especifica nada, sería coordinado con las comunidades autónomas. En cuanto a los contratos a tiempo parcial, el Gobierno dice que «apenas es utilizado».
Para ello, propone fijar un horario de trabajo fijo y estable que facilite la conciliación de la vida familiar y laboral y que las empresa puedan adaptarse a los procesos productivos. Otras medidas pasan por revisar las bonificaciones en la contratación, promover la reducción de la jornada laboral combinándola con la prestación por desempleo («modelo alemán») y mayor control del absentismo y de la incapacidad laboral.
Reforma de pensiones
Sobre la polémica reforma de las pensiones, el presidente del Gobierno dijo que las propuestas del Ejecutivo «requerirá un acuerdo nacional» y «no tiene nada que ver con el calendario político».
Añadió que, como en el caso de la reforma laboral, son propuestas «abiertas» que se «concretarán» a través del diálogo social y de la comisión del Pacto de Toledo.(Javier González Navarro/ABC)
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