(Llevan muchos años asentados en las respectivas poltronas. El socialismo es ya un régimen en Andalucía con los resultados que se ven, y los que se imaginan. La cosa apesta.
Parecidos aromas (aunque con las peculiaridades del Oasis) se perciben en Cataluña gracias a la gran familia Pujol y allegados de la más diversa especie.
¿Seguirán, andaluces y catalanes, haciéndose cómplices de estos ejemplares?
Dijo Churchill: 'Todo pueblo tiene el gobierno que se merece'.
Humildemente añado: 'Si puede elegirlo'. Que es el caso.)
21-III-2013
Las exigibles dimisiones de Pujol y Griñán
Los casos Oriol Pujol y José Antonio Griñán no son los
únicos, pero sí los más recientes recordatorios de cómo en España los
políticos no dimiten por muy fundadas y graves que sean las imputaciones
contra ellos en el ámbito judicial, o por muy evidente que sea su falta
de responsabilidad in vigilando en casos de corrupción.
La "delegación temporal de funciones sin renuncia al escaño" que nos anunciaba Pujol este martes, ante el demoledor auto del Tribunal Superior de Justicia de Cataluña que le acusa de haber usado su "peso político" en la trama de las ITV para "obtener un beneficio económico para él y sus amigos o colaboradores", no es en modo alguno una asunción de responsabilidades políticas, sino una auténtica tomadura de pelo. A nadie, sin embargo, debe sorprender que no sólo su partido sino el PSC hayan respaldado su decisión de aferrarse al escaño, si tenemos en cuenta que este desvergonzado simulacro de dimisión ya lo habían practicado con anterioridad el responsable de Organización del PSC, Daniel Fernández, y otros dos diputados de CiU.
Otro tanto se podría decir de José Antonio Griñán, por mucho que, a diferencia de Pujol, no haya sospechas de que se beneficiara personalmente de la monumental malversación de fondos públicos que constituyó el asunto de los ERE.
Las nuevas detenciones que por este asunto se han practicado este miércoles, así como la orden judicial de ingreso en prisión del ex director general de Trabajo y Seguridad Social de la Junta de Andalucía Francisco Javier Guerreo nos recuerdan la enorme y destacadísima responsabilidad política que tuvo el presidente andaluz, especialmente en su etapa de consejero de Economía. La existencia de informes de la Intervención General de la Junta de Andalucía dirigidos expresamente al entonces consejero Griñán que advertían de las irregularidades y hacían recomendaciones para acabar con ellas nunca se tuvieron en cuenta. Sin esa falta de responsabilidad in vigiliando de Griñán, dichas irregularidades habrían llegado a constituir el mayor saqueo institucionalizado de fondos públicos –unos 1.000 millones de euros– de nuestra reciente historia.
Confiemos en que la Justicia llegue hasta el fondo en el caso de las ITV, en el de los ERE y en cualquier otro asunto fraudulento, con independencia del color político de los afectados. Pero mientras los partidos mantengan este cambalache a favor de la poltrona y se sigan negando a depurar responsabilidades políticas, su desprestigio ante los ciudadanos no hará más que aumentar. (edit.ld)
La "delegación temporal de funciones sin renuncia al escaño" que nos anunciaba Pujol este martes, ante el demoledor auto del Tribunal Superior de Justicia de Cataluña que le acusa de haber usado su "peso político" en la trama de las ITV para "obtener un beneficio económico para él y sus amigos o colaboradores", no es en modo alguno una asunción de responsabilidades políticas, sino una auténtica tomadura de pelo. A nadie, sin embargo, debe sorprender que no sólo su partido sino el PSC hayan respaldado su decisión de aferrarse al escaño, si tenemos en cuenta que este desvergonzado simulacro de dimisión ya lo habían practicado con anterioridad el responsable de Organización del PSC, Daniel Fernández, y otros dos diputados de CiU.
Otro tanto se podría decir de José Antonio Griñán, por mucho que, a diferencia de Pujol, no haya sospechas de que se beneficiara personalmente de la monumental malversación de fondos públicos que constituyó el asunto de los ERE.
Las nuevas detenciones que por este asunto se han practicado este miércoles, así como la orden judicial de ingreso en prisión del ex director general de Trabajo y Seguridad Social de la Junta de Andalucía Francisco Javier Guerreo nos recuerdan la enorme y destacadísima responsabilidad política que tuvo el presidente andaluz, especialmente en su etapa de consejero de Economía. La existencia de informes de la Intervención General de la Junta de Andalucía dirigidos expresamente al entonces consejero Griñán que advertían de las irregularidades y hacían recomendaciones para acabar con ellas nunca se tuvieron en cuenta. Sin esa falta de responsabilidad in vigiliando de Griñán, dichas irregularidades habrían llegado a constituir el mayor saqueo institucionalizado de fondos públicos –unos 1.000 millones de euros– de nuestra reciente historia.
Confiemos en que la Justicia llegue hasta el fondo en el caso de las ITV, en el de los ERE y en cualquier otro asunto fraudulento, con independencia del color político de los afectados. Pero mientras los partidos mantengan este cambalache a favor de la poltrona y se sigan negando a depurar responsabilidades políticas, su desprestigio ante los ciudadanos no hará más que aumentar. (edit.ld)
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