(En las fotos pueden ver la cara de rabia de dos progresistas al saber que se ha alcanzado un acuerdo de colaboración entre InterEconomía y Libertad Digital. ¡Malditos fascistas!)
ACUERDO INTERECONOMÍA Y LIBERTAD DIGITAL.
Hablamos de los dos grandes referentes mediáticos de la
derecha, Intereconomía y Libertad Digital, que representan casi todo su
espectro ideológico.
-La unión de católicos y liberales es lo que da la fuerza a todo el
grupo que apoya al PP de Aznar. Por primera vez desde Cánovas, la
derecha se hace estatalista y rompe con la tradición liberal del siglo
XIX. Además, estamos condenados a entendernos porque tenemos los mismos
enemigos. A un tipo del PSOE le cae tan mal un liberal como un católico.
Y si es un católico liberal, le cae doblemente mal.
Porque representa
la historia de España y la libertad individual, dos cosas que no
soporta. Ni les gusta la nación ni les gusta la libertad. De manera que
es inevitable entenderse, porque nuestros enemigos nos han entendido
perfectamente. No hay ni uno que ataque a Intereconomía que no ataque a
Libertad Digital y viceversa. Quieren machacarnos por igual, porque
somos los dos puntos morales de referencia de la derecha. La nación y la
ética, que en muchos casos es la moral ligada al cristianismo. Y esos
dos elementos son los fundamentales. Todo lo demás cambia según las
modas. Pero la nación y una idea de España ligada al catolicismo, eso no
cambia.
-El Ideario de Intereconomía se resume en la defensa de la
vida, de la familia, de la nación y de la libertad. ¿Cómo ordenarías
estos pilares?
-Yo pondría primero la defensa de la libertad, y luego, dentro, está la
libertad de conciencia, donde cada uno entiende la nación, el estado y
la vida de una manera. Lo primordial es la libertad individual y de
conciencia. Después hay diversas actualizaciones de cómo se entiende en
distintos sectores y épocas el uso de la libertad. Lo que entendían por
libertad de conciencia o de religión nuestros tatarabuelos de las Cortes
de Cádiz no se parece en nada a lo que entendemos hoy. No olvidemos que
La Pepa comienza: “En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu
Santo”. Ese es el comienzo real de la Constitución de Cádiz, siendo la
primera vez que se marca con claridad la separación entre Iglesia y
Estado, que es lo propio del cristianismo y especialmente de los
católicos. La sensibilidad de principios del XIX no es la de principios
del XXI. Para mí la clave es la libertad de conciencia y la
responsabilidad, que es inseparable de la libertad.
-En tu nueva andadura en Intereconomía TV, ¿qué encontrarán los espectadores cada mañana a partir de las 08.00 desde el lunes?
Hay una primera parte que yo rehice sobre la base de lo que le había
visto hacer a Antonio Herrero, que es salir por la mañana a pelearse con
los malos. Hay que criticar. En persona y personalizando. Con claridad.
No se trata de decir “no nos gusta esta doctrina que optimiza en exceso
los ingresos de Hacienda”. No, no, hay que decir: “Montoro es un
malvado porque nos ha subido los impuestos más de lo que creían los
comunistas”. Lo que aporta Antonio Herrero a la radio y yo intento
continuar es que las cosas tienen que entenderse. Y para eso hay que
referirlas a las personas.
-Y tras tu editorial, la tertulia.
-Se trata de una tertulia con diferentes apreciaciones, pero no es un
gallinero. La gente percibirá diferencias dentro de una serie de
acuerdos básicos. El gallinero, el enfrentamiento entre un comunista y
un fascista no me gusta. Quiero gente que tenga ideas distintas sobre
una cosa, pero que puedan hablar, y para poder hablar tiene que haber
una base común. Y, después de la tertulia, creo que va a gustar mucho la
parte de humor del Grupo Risa y la de los chismes. Porque la crónica
rosa ahora es la crónica de la Jefatura del Estado. En estos momentos
informan más del Rey y de Corinna las revistas del corazón que los
periódicos generalistas. Y esto ocurre porque estamos en épocas de poca
libertad. Cuando la gente no tiene libertad en la política, se va por
otros meandros para buscarla.
-Y, por último, una panorámica de España: PP, PSOE, la Corona... por la Iglesia no pregunto. ¿Quién está peor?
-La Iglesia es la que está mejor, sin duda. Pero lo que está mal es la
nación. El problema de España es que es una nación que se ha quedado sin
Estado. Porque el Estado constitucional de 1978 está roto y
deslegitimado. Ha desaparecido. Cataluña vive una secesión real que se
manifiesta en que no cumplen las leyes del Supremo, ni la Constitución
ni nada, desde hace años. El País Vasco ya se ha entregado a medias a la
ETA para que, si los vascos se dejan y los navarros lo admiten, se
queden con la otra mitad. Y el Estado de las autonomías se ha convertido
en una especie de satrapías de latrocinio generalizado.
Vivimos en un
Estado de cleptómanos, donde el político, casi por naturaleza, es un
ladrón, y además la gente lo admite así. Lo cual es injusto porque la
mayor parte de los políticos no son ladrones. Pero el sistema está
corrompido por completo. El problema de la España actual es que el PP,
el PSOE y la Corona forman parte del mismo problema cuando alguno de
ellos debería formar parte de la solución. (La Gaceta/parte de la entrevista a Jiménez Losantos).
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