'Para que triunfe el mal, sólo es necesario que los buenos no hagan nada.'
(Edmund Burke)
SOCIEDAD COBARDE
Fernando Vaquero Oroquieta: "Una víctima del terrorismo es una persona 'incómoda' para una sociedad cobarde"
Luis Balcarce, 31 de
marzo de 2011 a las 17:39
España es, desde hace ya tiempo, no solamente una sociedad cobarde sino, además, ignorante, relativista y hedonista. Por supuesto, no se deben entender estas palabras en sentido estricto. Ni todos los españoles son así, ni los que lo son tienen los mismos niveles. Ni, si los tienen, se mantienen invariables a lo largo de la vida.
El ser humano cambia a lo largo de su vida. Un cobarde puede, con el tiempo, suavizar esta actitud, o no. Por otra parte, muchos de los que se manifiestan contra la guerra son unos hipócritas. Es decir, si vinieran mal dadas, se esconderían detrás de los militares y exigirían (lloriqueando) que les protegieran el culo. No tienen la dignidad y la inteligencia de reconocer que las sociedades no siempre son capaces de solucionar los conflictos pacíficamente. No basta apelar a la bondad universal. Hay que estar preparado por si vienen mal dadas.
Lo mismo sucede con el relativismo, o la ignorancia. Pero, en general, la tendencia es dejarse llevar. Hacer lo contrario supone tener una fuerte personalidad, valor moral y resistencia a la soledad. Porque dejar de pertenecer a la manada tiene un precio. Uno de ellos es una mayor soledad. Y muchos, demasiados, añoran el 'calor del establo', que decía Nietzsche.
Y retomo el inicio. Una sociedad cobarde (e indigna) no se pone de parte de los que sufren, de las víctimas inocentes, sino que calla, o les dice a las víctimas que no molesten. Esto es lo que tenemos en buena medida. Y la existencia de políticos y otras personas que pertenecen a instituciones básicas de nuestra sociedad, que no son claros en la defensa de las víctimas, es un reflejo (no mecánico, por supuesto) de las masas aborregadas y de una sociedad cobarde.
Si en vez de masas aborregadas hubiera (solamente) ciudadanos responsables, sería muy difícil que 'los que mandan', se atrevieran a tales indignidades. Pero se aprovechan de un pueblo (parte de él) cobarde, ignorante, relativista y hedonista.
Por eso muchos políticos-basura tratan de fomentar e intensificar el poder del Estado. Es decir, de 'papá-Estado', que ayudará a mantener en la infancia política a millones de súbditos. Más o menos satisfechos. Mientras tengan que comer, sexo y la caja tonta.
Sebastián Urbina.
(Reposición)
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