domingo, 17 de marzo de 2013

EL SISTEMA ESPAÑOL APESTA

 (El sistema político español, apesta.
 Está apoyado, de momento, por PP y PSOE. A pesar de algunas diferencias entre ellos. Podemos ver que el PP no ha 'tocado' las grandes cuestiones que afectan a la estructura del Estado. Ni la ley electoral. Ni el matrimonio homosexual. Ni el aborto. Y eso que tiene mayoría absoluta. En fin, no incomodemos al PSOE.
 
Pero hay síntomas de que algo pasa. Según recientes encuestas la intención de voto del PP ha caído al 23%. El PSOE es, todavía, peor. ¿Hasta cuándo podremos soportar esta lenta, pero permanente, desintegración y degradación?
 
 
 
Peor que la crisis.
 
Los ex jueces del TC que votaron a favor de Sortu van a ser condecorados.
Laura Mintegi, la portavoz de ETA en el Parlamento Vasco, ha calificado el asesinato alevoso de Fernando Buesa de “muerte por motivos políticos”. Los diputados de los demás grupos han protestado y la vida sigue porque, como dijo un eximio dirigente del PP, hay que construir el futuro con Bildu. 

Tan sólo un 13% de los aspirantes a plazas de profesor de enseñanza primaria de la Comunidad de Madrid han conseguido superar las pruebas del concurso y la publicación de sus respuestas ha llenado de bochorno al conjunto de la sociedad española. Si un opositor a enseñante de nuestros niños cree que la gallina es un mamífero, que escrúpulo significa puesta de sol y que Cáceres está en Andalucía, el porvenir que nos aguarda es sombrío y la actual crisis revela un mal más profundo que los desequilibrios financieros que nos acogotan.

Los ex jueces del TC que votaron a favor de la legalización de Sortu, filial política de la banda carnicera, van a ser condecorados por un Gobierno supuestamente comprometido con las víctimas del terrorismo. Nos hemos acostumbrado no sólo a soportar lo insoportable, sino a incorporarlo a nuestra existencia cotidiana. Dado que lo insoportable es, por definición, imposible de aceptar, el hecho de que nos levantemos todos los días sumergidos en su magma corrosivo indica que no somos un país normal. 

Cuando los criminales ocupan las instituciones, los encargados de alfabetizar son analfabetos y los máximos responsables de proteger a la Nación honran a los que la destruyen, hay que pellizcarse y despertar, entregando nuestras mejores energías a la tarea de ayudar al resto de nuestros conciudadanos a recuperar también su conciencia. (Alejo Vidal Quadras/La Gaceta).

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Hola don Sebastian leo primero que Grecia esta al borde de la guerra civil y despues para contrastar la noticia me quedo pasmado al comprovar que la extrema izquierda y la extrema derecha de ese país coinciden en el diagnostico de estar al borde del conflicto armado, luego leo en su blog que el sistema español apesta y despues leo en el blog de Pedro Olalla algo parecido y ya no entiendo nada porque quien se equivoca aqui?????
"....la violencia que hay que
condenar, la impune violencia de guante blanco, la violencia impoluta de los hipócritas que callan sabiéndose cómplices de un sistema que produce a manos llenas miseria, explotación, desigualdad, colonialismo, guerra y muerte, y que, sin embargo, hacen un consternado gesto de repulsa cuando ven volar una piedra o arder un contenedor de basura.

La Violencia, en su sentido original y etimológico, es una fuerza vital, un ímpetu: la fuerza que sustenta una idea, un argumento, un acto, un cuerpo, un estado, incluso una virtud. Violencia (Βία) era en la antigua Grecia una divinidad primigenia, que en las laderas del Acrocorinto compartía santuario con Ananke, la Necesidad; “conciliando violencia y justicia” (“βίαν τε και δίκην συναρμόσας”) forjó Solón las leyes de la Democracia; y no olvidemos nunca que, en el fondo, la Justicia no es sino una violencia que trata de imponerse sobre el abuso y la desigualdad, una violencia que hay que hacerse a uno mismo para obrar conforme a la verdad y dando a cada cual lo que merece.

Es el uso de la fuerza, y no la fuerza misma, lo que la ética debe juzgar. Condenar la violencia siempre parecerá “políticamente correcto”, pero mucho cuidado con la demagogia." estoy completamente apabullado ante el actual desenlace de los acontecimientos.

Sebastián Urbina dijo...

Yo también estoy apabullado, pero ante las situaciones de grave crisis, se `pueden tomar varios caminos. Muy simplificadamente, o tratamos de reformar (mejorar) las instituciones democráticas, o nos lanzamos a la calle, estilo 15-M.

Yo creo que la 'violencia purificadora' es peor. Como las guerras se sabe cuándo empieza pero no cuando termina. De modo que acepto el mal menor. Tratar de mejorar el corrupto retrete autonómico. Hace falta valor y espíritu de resitencia para seguir este pedregoso camino.

O la revolución. Pero no creo en la revolución. Es bueno repasar la Historia.