(Usted siga el ejemplo de Rajoy. Siga comprando, compulsivamente, productos catalanes. En agradecimiento.)
FINANCIAR A LOS SEPARATISTAS
La ofensiva internacional del independentismo catalán sigue adelante a un mes de las elecciones del 27-S. El Gobierno catalán se ha dedicado esta semana a "hacer las américas" para explicar su proyecto secesionista.
Los encargados de predicar las bondades del proceso soberanista han
sido el secretario de Asuntos Exteriores y de la Unión Europea de la
Generalitat, Roger Albinyana, acompañado del secretario general del Consejo de Diplomacia Pública de Cataluña (Diplocat),
Albert Royo. Ambos comparecieron ayer ante la Comisión de Asuntos
Internacionales del Parlamento de Uruguay con la finalidad de explicar
los motivos del proceso soberanista catalán y las etapas posteriores a
las elecciones del 27 de septiembre.
Durante la comparecencia, hecha a petición de la Cámara uruguaya, Albinyana destacó "el carácter plebiscitario y excepcional de la próxima convocatoria electoral",
motivado por el hecho de que "el Gobierno español se ha negado a
aceptar cualquier otro tipo de referéndum o consulta sobre el futuro
político de Cataluña" Por su parte, el secretario general de Diplocat
subrayó el carácter cívico de la próxima Diada, en la que, según
vaticinó, "centenares de miles de personas se manifestarán pacíficamente por las calles de Barcelona en defensa de la independencia de Cataluña".
El martes, ambos altos cargos
visitaron Buenos Aires, donde Albinyana pronunció la conferencia "La
encrucijada histórica de Cataluña" en el Casal Catalunya de la capital
argentina. Se refirió a las "perspectivas inmediatas que el país afrontará los próximos meses"
y que "necesariamente tienen que continuar basadas en la seriedad,
rigor, claridad y en la voluntad mayoritaria del pueblo catalán".
(ABC)
El tiempo dirá cuál es el peso y la influencia política del
sector crítico que, por lo visto, acaba de surgir en el seno de CDC y
que se hace llamar Convergents amb Seny.
Por ahora tan sólo son –o mejor dicho, dicen ser– un grupo de
simpatizantes, militantes, concejales, alcaldes o cargos del partido que
preside Artur Mas que, sin dar la cara, se manifiestan frontalmente
contra la línea independentista del presidente de la Generalidad y
también contra sus nuevos aliados en la plataforma electoral Junts pel
Sí.
Sería lógico que la apuesta radical del líder de CDC no se saldase únicamente con la bien reciente ruptura de la coalición con la UDC de Duran Lleida, sino que provocase disensiones y rupturas en el seno de un partido de derechas que nunca había defendido tan abiertamente la causa separatista y nunca había mantenido alianzas tan ideológicamente contra natura como ahora, en que va de la mano con buena parte de la extrema izquierda local.
Está por ver qué fuerza e influjo tiene esta pretendida corriente crítica; lo que parece claro es que Mas y sus secuaces no se van a bajar del monte secesionista por un alegato colgado en un blog, por muy duro y cargado de razones que luzca.
Por otra parte, cabe recordar que el nacionalismo siempre ha querido
exhibir dos caras, una más moderada y otra más radical, que, más que
rivalizar, se han complementado a la hora de plantear exigencias y
acordar supuestas concesiones. Habrá que ver si esto no es más que una
escenificación o si verdaderamente hay mar de fondo. Sea como fuere, una
cosa es que haya sectores en el seno de CDC contrarios a la
independencia y otra, muy distinta, que estos disidentes sean unos
leales defensores de la Constitución y de la unidad de España que no
aspiran a nuevas concesiones por parte del Estado central. Que den la cara y detallen más sus intenciones, para que nadie se llame a engaño.
En cualquier caso, el ilegal desafío secesionista planteado por el nacionalismo catalán contra la Nación y el Estado de Derecho debe suponer para sus promotores un claro perjuicio, no sólo electoral sino legal y financiero. A eso debe dedicarse el Gobierno central, no a buscar en el nacionalismo convergente sectores moderados con los que negociar más moderadas concesiones. (Edit.LD)
¿DISIDENCIAS EN EL SECESIONISMO CATALÁN?
Sería lógico que la apuesta radical del líder de CDC no se saldase únicamente con la bien reciente ruptura de la coalición con la UDC de Duran Lleida, sino que provocase disensiones y rupturas en el seno de un partido de derechas que nunca había defendido tan abiertamente la causa separatista y nunca había mantenido alianzas tan ideológicamente contra natura como ahora, en que va de la mano con buena parte de la extrema izquierda local.
Está por ver qué fuerza e influjo tiene esta pretendida corriente crítica; lo que parece claro es que Mas y sus secuaces no se van a bajar del monte secesionista por un alegato colgado en un blog, por muy duro y cargado de razones que luzca.
En cualquier caso, el ilegal desafío secesionista planteado por el nacionalismo catalán contra la Nación y el Estado de Derecho debe suponer para sus promotores un claro perjuicio, no sólo electoral sino legal y financiero. A eso debe dedicarse el Gobierno central, no a buscar en el nacionalismo convergente sectores moderados con los que negociar más moderadas concesiones. (Edit.LD)
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